Fuerzas del autodenominado Estado Islámico han dinamitado el Arco del Triunfo de Palmira, uno de los principales monumentos de esta antigua ciudad romana con más de 2000 años de antigüedad, según ha confirmado el responsable de antigüedades sirio, Maamoun Abdul Karim citado por la agencia Reuters.

"Es como si una maldición huebiese caído sobre la ciudad y solo espero malas noticias", ha declarado Abdul Karim que ha confirmado la noticia mediante informantes en la zona. Abdul Karim cree que a este ritmo de destrucción, los restos de la ciudad antigua podrían desaparecer en tres o cuatro meses. "Si la ciudad permanece en sus manos, está condenada", ha sentenciado.

Los militantes del EI, que arrebataron Palmira a las fuerzas gubernamentales sirias el pasado mes de mayo, ya han volado otros templos de la ciudad Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO por considerarlos sacrílegos.

Concretamente, en agosto, los extremistas destruyeron los templos de Baal y Bel, uno de los conjuntos arquitéctonicos romanos mejor conservados, y, a comienzos de este mes, también se confirmó la destrucción de una torre funeral de arenisca.

"Es una destrucción sin sentido", asegura el responsable de antigüedades que considera que ya no existe un motivo ideológico puesto que están destruyendo edificios sin un significado religioso.

Bombardeos en Palmira

Mientras, las potencias discuten sobre qué hacer en Siria y EE.UU. y Rusia intentan acercar posiciones, pero la guerra continúa. Durante el mes de septiembre, la aviación siria ha bombardeado posiciones del Estado Islámico (EI) en la ciudad de Palmira.

Por su parte, la UNESCO, ha declarado estas actuaciones crímenes de guerra y ha manifestado que el EI pretende borrar cualquier vestigio de la diversidad de la herencia histórica del pueblo sirio.

Antes de la toma de la ciudad, fuestes del gobierno del país informaron del traslado de cuentos de estatuas a un lugar seguro.

Palmira, un oasis de civilizaciones amenazado por la guerra Siria

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