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Vingegaard se exhibe en Valdezcaray para lograr su segunda victoria en la Vuelta a España 2025

  • El danés atacó a 11 kilómetros de meta para llevarse la etapa por delante de Almeida y Pidcock
La Vuelta 2025: Final de la etapa 9
Rodrigo Álamo (Enviado especial a La Vuelta 2025)

El danés Jonas Vingegaard ha demostrado en Valdezcaray por qué partía como principal favorito para esta Vuelta. Un brutal ataque al inicio del puerto, cuando aún restaban 11 kilómetros, pone en jaque la Vuelta a España con una gran victoria en solitario manteniendo a raya al resto de candidatos y sacando finalmente 28'' y 30'' a Pidcock y Almeida tras las bonificaciones.

Resumen de la etapa 9 de la Vuelta 2025

El portugués, que fue quien lideró la persecución, con el británico siguiendo su rueda todo el rato en busca de ganar enteros en caso de llegar al danés y luchar por la etapa, fue perdiendo fuelle con el paso de los kilómetros hasta ceder un tiempo muy valioso.

El noruego Traeen peleó hasta el final para mantener el liderato y lo consiguió, perdiendo 1' 50'' con Vingegaard y pudiendo lucir de rojo en el comienzo de la segunda semana. El danés se queda a 37'' de Traeen, con Almeida a 1'15'' y Pidcock a 1'35''.

Esta llegada, que no parecía especialmente dura, es sin embargo la primera etapa que de verdad ha dejado diferencias y descarta a ciertos ciclistas como Ciccone o Bernal, que se han dejado 1'46''. La mejor noticia española ha sido sin duda Raúl García Pierna, 5º en la etapa y que luchará en esta Vuelta por el maillot blanco como mejor joven.

Setenta kilómetros luchando por la fuga

Una etapa que fue rapidísima, con muchos ciclistas buscando la fuga desde la salida en Alfaro complicó mucho la formación de la fuga. Fueron varios quienes lo intentaron, pero finalmente el quinteto que se consolidó tras 70 kilómetros de pelea fue el formado por Kwiatkowski, Hessman, Ryan, Vermaerke y Slock. Por delante, 120 kilómetros de lucha ante un pelotón bravo, que fue muy rápido durante toda la carrera.

El Lidl-Trek, que está teniendo trabajo doble tirando del pelotón en las etapas llanas y las montañosas, se ponía el mono de trabajo para tirar abajo la escapada. Ghebreigzabhier y Hoole ponían el ritmo al grupo con la mente puesta en una victoria de Ciccone o incluso de Pedersen si el ritmo en la subida a Valdezcaray no era excesivamente alto.

El pelotón mantenía controlado al grupo de 5 que circulaba por delante. La distancia, que no pasaba de los 3 minutos, dejaba claro que en esta ocasión el pelotón sí quería la etapa tras las victorias de Vine y Ayuso en los dos últimos finales en alto.

A falta de 60 kilómetros, la lluvia hacía presencia en la carrera y en la meta, complicando más si cabe a un pelotón que iba muy rápido. Además, se le añadió el viento para hacer que el camino hacia meta fuese aún más tenso. Kuss, que sufrió un pinchazo, tuvo que remar mucho para entrar en el pelotón.

Tras llegar al pueblo de Ezcaray, con los escapados viendo ya con el rabillo del ojo al pelotón, empezó la pelea de verdad para colocarse bien antes del inicio de puerto, que arrancaba 13 kilómetros de meta. Todos los equipos eran conocedores de que la dureza real de este puerto estaba en las primeras rampas y nadie quería que le pillase desprevenido. Juan Ayuso, cuya intención era ser parte de la escapada, volvía a quedarse a las primeras de cambio, mostrando que su predisposición va a ser la de convertirse en 'cazaetapas' estos días.

Las rampas del inicio rompen la carrera

Una etapa 'monopuerto' como esta, y encima con un final tirando a suave, estaba hecho para valientes y hoy Visma Lease-a-bike sí que puso la valentía que se le pedía. A falta de 11 kilómetros Jorgenson lanzaba de forma potentísima a Vingegaard, que continuaba el ataque de su compañero y al que solo Ciccone podía hacer frente. Pero solo fue momentáneo, porque el danés, a puro ritmo, dejó al italiano de Lidl-Trek a falta de 10 kilómetros.

Comenzó entonces una cronoescalada para el danés de Visma, como las que se vivían aquí de manera usual hace muchos años, contra el resto de candidatos.

Almeida, que quizá echó en falta la ayuda de algún compañero, tuvo que ser el que tirase en sus propias carnes para cerrar el hueco con Vingegaard, cercando a los 15''. Gall y Pidcock fueron los únicos capaces de seguir la rueda del portugués, que como siempre, empezó a subir el puerto de forma diésel, sin grandes cambios de ritmo pero seguro en sus pedaladas.

Sin embargo, el dos veces campeón del Tour fue sacando segundo a segundo con el paso de los kilómetros. Almeida y Pidcock, que dejaron atrás a Gall y Ciccone, veían como la diferencia subía hasta los 25'' a falta de 6 kilómetros. Nada pudieron hacer para que esa distancia siguiese subiendo, dejando a Vingegaard con ventaja antes de la segunda semana, en la que partirá a 37'' del maillot rojo Traeen.