Álex Palou, primer español que conquista las 500 Millas de Indianápolis
- El catalán adelantó a Ericsson a falta de catorce vuelta para el final y defendió hasta el final
- "No me lo creo, vaya día fantástico, qué gran carrera. No tengo aire" dijo Palou al bajar de su monoplaza
Álex Palou (Chip Ganassi) conquistó este domingo las 500 Millas de Indianápolis y se convirtió en el primer piloto español en coronarse en la legendaria carrera de automovilismo, que alcanzó este año la 109 edición. Palou, natural de Sant Antoni de Vilamajor (Barcelona), se proclamó campeón de la 109 edición de las 500 Millas de Indianápolis por delante del sueco Marcus Ericsson.
Palou, triple campeón de la IndyCar y ganador de los últimos dos campeonatos, arrancaba desde la sexta plaza y selló su quinta victoria en seis pruebas este año, lo que le confirma como el máximo favorito para un triplete de títulos.
El catalán se suma de esta forma a leyendas del automovilismo español como Fernando Alonso, Marc Gené y Miguel Molina. El primero conquistó dos veces el Gran Premio de Montecarlo de Fórmula 1, en 2005 y 2006, y ganó dos veces en Le Mans, en 2018 y 2019. El segundo venció en Le Mans en 2009, y Miguel Molina lo hizo en 2024. Palou, triple campeón de la IndyCar, conquistó su quinta carrera de seis en esta temporada y se confirmó como máximo favorito para un triple de títulos.
"No me lo creo"
"No me lo creo, vaya día fantástico, qué gran carrera. No tengo aire. Qué gran carrera por parte de todos, no me lo creo, es increíble estar aquí, hubo momentos en los que estuve bien, pero no sabía si podría superar a Marcus", afirmó un Palou que no podía contener la emoción al bajar de su monoplaza.
El catalán adelantó a Ericsson a falta de catorce vuelta para el final y defendió la primera plaza hasta el final para cerrar la Triple Corona española, que esperaba este éxito en Indy para completar los triunfos de Fernando Alonso, Marc Gené y Miguel Molina en el Gran Premio de Montecarlo de F1 y en las 24 Horas de LeMans.
Día grande en Indianápolis
La competición, cuyo arranque estaba fijado a las 11.40 locales, comenzó con casi una hora de retraso a causa de una ligera lluvia caída en la zona. Y en la vuelta previa al arranque llegó la primera gran sorpresa del día. Scott McLaughlin, del Team Penske, perdió el control de su monoplaza y chocó contra una pared. Bajó del coche desesperado y tuvo que retirarse antes del comienzo oficial de las 500 Millas.
Shwartzman, el primer novato en lograr la pole en Indy desde 1983, solo se quedó brevemente al frente, pero su carrera terminó en la vuelta 87, tras una larga serie de cambios de líderes que también incluyó a Pato O'Ward.
Palou, paciencia y solidez
Para Palou las primeras dificultades llegaron en la vuelta 73, cuando quedó en medio de una barrera de humo que salía del coche de Alexander Rossi. El español pudo superarle sin mayores inconvenientes. El coche de Rossi, en cambio, se incendió cuando regresó a los vestuarios provocando momentos de miedo. Uno de los miembros del box del piloto quedó envuelto en las llamas, pero todo se quedó en un susto.
Entre las demás retiradas, destacó la de Rinius Veekay, y la de Kyle Anderson, que este domingo intentó competir en la dupla Indy 500 y Coca-Cola 600 de Charlotte El californiano dejó el circuito en torno a las 15.15 locales para desplazarse a Carolina del Norte y afrontar otras 600 millas, como favorito, en la Nascar.
A Palou le pudo salir un rival más en la pelea por la victoria, un Newgarden que pese a salir desde la plaza 32, había sido capaz de alcanzar la séptima posición, y con una parada más respecto a sus principales contrincantes. Sin embargo, en el momento en el que parecía ir ganando opciones, un problema con el combustible de su monoplaza puso fin a su sueño de conquistar el triplete de victorias en la Indy.
Palou brilló por constancia y paciencia. Realizó su última parada con 32 vueltas por delante, y regresó al oval detrás de Malukas, Rasmussen (Ed Carpenter) y Ericsson (Andretti). Esperó hasta catorce vueltas para el final para adelantar a Ericsson y tomar el mando de la carrera para convertir los últimos minutos en un dulce pasillo hacia el Olimpo de la Indy500.