Judith Rodríguez, medallista paralímpica: "No tiene la misma visibilidad ser campeón que campeona del mundo, y es injusto"
- La tiradora considera que las deportistas tienen más dificultades que los hombres para encontrar patrocinios
- Con una trayectoria de 20 años en la esgrima, cree que queda mucho por hacer en materia de "igualdad"
Con la misma determinación y precisión que con el florete, Judith Rodríguez, medallista paralímpica en París 2024 con un bronce en esgrima, aborda las desigualdades que aún existen en el deporte, sin esconderse a la hora de dar de forma clara sus opiniones: "No se da la misma importancia que alguien sea campeón del mundo, o que alguien sea campeona del mundo. No se da la misma visibilidad. Queramos o no, es así".
Si alguien sabe lo que es el esfuerzo y el trabajo es esta tiradora gallega, quien tras sufrir un accidente de tráfico cuando regresaba de un campeonato de esgrima, se reinventó con la ayuda de médicos, familia, amigos y sobre todo, con una fortaleza mental encomiable que le impulsó a una nueva vida que le hace "muy feliz" sin nostalgia de cómo pudo ser su "otra vida".
“Tu vida no acaba cuando sufres un cambio brusco“
"Tú eres la misma persona, con otras condiciones, otras maneras de vivir, pero eres tú la misma. Y yo creo que eso es muy importante a la hora de afrontar algo como lo que me pasó a mí, porque sigues siendo tú, y que tienes muchas cosas aún por hacer. Sabes que la vida no acaba cuando tienes un cambio en la vida muy brusco", añade.
Acostumbrada a convivir con los constantes cambios de circunstancias -se recupera de una lesión en el hombro-, esta viguesa de mirada luminosa y fuertes convicciones cree que todavía queda mucho por hacer en cuanto a la igualdad entre hombres y mujeres en el ámbito deportivo.
"La visibilidad no es la misma"
"Queramos o no, el esfuerzo, el trabajo, las ganas y todo lo que ponemos es lo mismo, y muchas veces con muchísimas más dificultades y muchas más trabas para conseguir las cosas. Y luego el resultado es el mismo, pero la visibilidad no, y parece como que tiene menos valor, porque hemos luchado incluso el doble muchas veces para conseguirlo. Es muy injusto", añade.
La medallista de bronce en París 2024 cree que el florete femenino paralímpico es un deporte "poco conocido" y afirma con cierto "fastidio" que, en realidad, si practicara esgrima de pie, fuera un hombre y no tuviera una discapacidad, le sería "muchísimo más fácil encontrar patrocinios" que con sus condiciones actuales.
Dicho esto, Judith aboga porque las mujeres reciban más ayudas porque, como ella, "después de haber invertido todo el tiempo, dinero, y salud física y mental, por ejemplo, por esa medalla", quiere continuar con su sueño, al igual que otras deportistas que no se quieren quedar paradas. Pero, para ello, es necesario recibir ayudas y apoyos, porque otras deportistas, desgraciadamente, se ven obligadas a abandonar por la imposibilidad de poder vivir de su pasión, a diferencia de los hombres, que sí que la tienen en muchas ocasiones.
“Nos perdemos a muchas deportistas porque no pueden vivir de su pasión“
Con 20 años en su club de esgrima en Vigo, de pequeña tuvo que vencer los complejos que la sociedad arrastra en materia de igualdad para dejarse llevar por su intuición y corazón, algo que ha resultado un acierto, tanto por la pasión que demuestra al hablar de la esgrima, como por los resultados cosechados.
Como una "película de piratas"
"Me querían inculcar deportes que estaban mejor vistos para niñas, algo en lo que yo no estaba de acuerdo claramente y, tras iniciarme en varios deportes, mi madre me dijo que probáramos la esgrima, que era con espadas como las películas de piratas. En mi cabeza de niña me imaginé ahí luchando como en las películas de Peter Pan. Y dije pues yo quiero probar. Y vine aquí a probar el primer día y hasta hoy", cuenta con una sonrisa de oreja a oreja.
En la época de su rehabilitación, tuvo tiempo para ver películas y series inspiradoras, más allá de los trillados clichés de las típicas historias románticas de "chico busca chica" porque le gusta ver historias de amor "de hombres con hombres, o mujeres con mujeres, y también con todas las personas", pero que cuenten el día a día de verdad de las personas.
“Estábamos acostumbrados a ver las típicas historias de chico busca chica, pero a mi me gusta ver de todo“
"Estamos acostumbrados también desde niños a ver ese tipo de películas o las películas de Disney como que siempre han sido igual, y los últimos años hemos visto que han ido cambiando esa manera de contar las historias. Así, ya desde niñas podemos ver las historias que pueden pasar en la vida de verdad, no solamente en cinco patrones que se van a repetir, porque hay muchísimas maneras de vivir. Y a mí me gusta ver películas y series que cuenten maneras de vivir distintas y porque al final hay muchas cosas que no se han visto. Y a mí me gusta ver de todo", relata.
A pesar de lo que queda por hacer, Judith recuerda sus inicios donde había muchísimos más niños que niñas, y reconoce la evolución, ya que, a día de hoy, cuentan con más de un equipo femenino, una progresión de la que ha sido testigo directo en cuanto al crecimiento de la participación femenina en esgrima de España.
"Mientras haya miedo, no habremos conseguido llegar a la igualdad"
"En silla, como solamente somos una o dos mujeres, o a veces voy yo sola, competimos contra los hombres, y es algo curioso porque muchas veces yo hablo con otras contrincantes de otros países y tienen sus competiciones de mujeres y de hombres, pero en España hacemos una competición mixta", explica.
La tiradora gallega señala como referentes a Susana Rodríguez, paratriatleta española con la que ha coincidido en los Juegos de París 2024, y a su compañera de club María Mariño, de quien aprendió muchos de los trucos de la esgrima, una disciplina deportiva que califica como "ajedrez" mental y físico, porque como según detalla, "tienes una baraja de cartas que debes jugar tanto mental como físicamente, pero contando con que el otro tiene otra baraja, y si por ejemplo, yo hago un ataque, tengo que contar con que el otro tiene cinco opciones de respuesta, o seis o millones de opciones de respuesta".
Seguidora del grupo musical Dakidarría, cree que como en la canción 'Lume', hay que echar "más fuego", porque hace falta mucho por hacer de cara al futuro, ya que mientras haya mujeres que tengan miedo, todavía queda mucho por avanzar para poder decir que hemos llegado a la igualdad.