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Tokyo 2020 | Gimnasia artística

Ray Zapata se lleva la plata en la final de suelo de gimnasia artística

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Tokyo 2020 | Así ha sido el ejercicio de Ray Zapata en la final de suelo

Ray Zapata lo ha conseguido. El gimnasta español ha cumplido su sueño y se lleva la medalla de plata tras obtener 14,933 puntos. Zapata partía con la cuarta mejor nota y lo ha clavado en todos sus movimientos, con tan sólo un pequeño fallo en la ejecución.

Emocionado, se ha colgado el metal, convirtiéndose en subcampeón olímpico. Un hito que España no vivía desde los Juegos Pekín 2008, cuando su admirado Gervasio Deferr se colgaba la misma medalla que hoy luce él. El podio lo han completado el israelí, Artem Dolgopyat, que se ha llevado el oro con la misma puntuación que Zapata (14,933) y el chino Routeng Xiao, que se ha colgado la medalla de bronce (14,766 puntos).

El ruso Nikita Nagornyy ha sido el primero en abrir la competición. El principal rival, que partía con la segunda mejor puntuación de la clasificación, ha desarrollado un triple mortal que lo ha dejado fuera del tapiz. El ruso ha ido encadenado una serie de imperfecciones que lo han dejado sin medalla.

Zapata salió en segundo lugar, sin nervios, pisando sobre seguro para desarrollar el movimiento bautizado con su nombre, Zapata I, un doble mortal adelante que realiza con giro y medio longitudinal agrupado. Un elemento que, en realidad, una apuesta asegurada para él. Lo controla a la perfección y le hace lucirse en la pista. Tras finalizar, sabía que había cumplido: un grito final y su puño en alto demostraban que estaba más que satisfecho.

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Al salir el segundo, ha tenido que sufrir el desfile de sus compañeros, cruzando los dedos para que sacaran una puntuación inferior a la conseguida. Los minutos se hacían horas y la presión ha hecho que, en ciertos momentos, se derrumbara. La caída de sus rivales le desgarró el primer grito de victoria: había medalla asegurada. El segundo grito fue de alivio, tras darse cuenta de que se llevaba la plata.

Incombustible

El principal miedo del suelo es que, al caer, el tapiz te escupa. Pero, Ray no se ha salido del cuadrilátero y lo ha clavado en todos sus movimientos. La estrategia de Zapata se ha centrado en ser conservador. Quería la medalla y sabía que arriesgarse exponiendo su movimiento Zapata II, una versión mejorada de su elemento original, podría penalizarlo en esta reñida final.

Lo cierto es que Ray Zapata ya venció clasificándose para la final: obtuvo en el primer día de competición una nota de 15,041 en su ejercicio de suelo. Sólo tres competidores más fueron capaces de sobrepasar la fina línea de la excelencia -los 15 puntos-. Hoy, nadie le ha superado: Dolgopyat obtuvo la misma puntuación que él (14,933 puntos), pero el jurado se decantó por colocarlo por delante de Zapata considerando una dificultad superior del ejercicio.

Entre unos Juegos y otros, la vida le ha dado un giro de 180º. Zapata se rompió el tendón de Aquiles, renunció a campeonatos por su rehabilitación, se recuperó, modificó sus ejercicios, ganó medallas de oro, de bronce y de plata e incluso vio peligrar su participación en los Juegos de Tokyo 2020. A finales de noviembre del año pasado, fue operado de unas calcificaciones del tobillo izquierdo y tuvo miedo de no estar al 100%. Pero, es incombustible.

Su objetivo era tener un billete para Tokio y llevarse la medalla. Y lo ha conseguido. Ray siempre se mide contra sí mismo, aunque mira de reojo a su referente y admirado Gervasio Deferr, el gimnasta español que puso a nuestro país en lo más alto del podio en dos ocasiones y bajó un peldaño para llevarse una plata. “Ojalá conseguir ser el sucesor de Gervi”, como llama cariñosamente a Deferr. El ahora subcampeón olímpico está algo más cerca de ser el nuevo Deferr.