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Baloncesto | NBA

LeBron James no cambiará el nombre de su camiseta y Leonard y Popovich ya están en Orlando

  • El jugador estrella de los Lakers renuncia a poner un mensaje de justicia social en la parte trasera de su camiseta
  • Los partidos NBA se ranudarán el próximo 30 de julio

Por
LeBron James.
Imagen de archivo del jugador de Laker LeBron James.

La reanudación de la NBA está cada vez más cerca y eso se nota en el Walt Disney World Resort, conocido ya como la burbuja de Orlando, donde ya están presentes los 22 equipos que van a retomar la competición.

Allí ya se encuentran Kawhi Leonard, jugador de los Clippers, o Gregg Popovich, técnico de los Spurs de San Antonio, dos de los últimos en llegar. Además, desde allí también hemos conocido que el jugador estrela de Lakers, LeBron James, seguirá luciendo su nombre en su camiseta y renuncia a usar un mensaje de justicia social en su lugar, como si harán otros jugadores.

James no llevará ninguna leyenda en su camiseta

"Continuaré haciendo mi trabajo en la pista; cuando hablo con vosotros, todo lo que hago tiene un propósito, un significado. No necesito tener algo en la parte de atrás de mi camiseta para que la gente entienda mi misión o sepa para qué estoy aquí", señaló el jugador de Lakers.

No necesito tener algo en la parte posterior de la camiseta para que la gente entienda mi misión

"Pero felicito y respeto a todos los que decidieron poner algo en la parte posterior de su camiseta. Creo que es genial y también respeto a cualquiera que no lo haga", indicó en una videoconferencia.

"Continuaremos haciendo saber a la gente que también somos humanos.  No importa el color de nuestra piel. No queremos ser utilizados solo por nuestras habilidades dadas por Dios en cuanto a nuestro talento en la pista, en la industria de la música, en la moda o cosas de esa naturaleza. También queremos ser reconocidos por nuestro cerebro, porque somos igual que todos los demás. Y debemos ser tratados de esa manera", continuó.

Hasta el miércoles por la tarde, 285 de los 350 jugadores elegibles de la NBA habían escogido un mensaje de justicia social para ponerlo en sus camisetas, mientras que 17 optaron por continuar usando sus nombres

Leonard llega a la burbuja

Por otro lado, Kawhi Leonard, el jugador estelar de los Clippers, ya está en la burbuja de Orlando donde ahora deberá pasar un protocolo de cuarentena antes de unirse a las actividades de su equipo.

Leonar no viajó el miércoles con sus compañeros por un problema familiar que le obligó a retrasar su llegada hasta este sábado. Una vez que supere la cuarentena Kawhi podrá reincorporarse a los entrenamientos. Según desveló el entrenador de Clippers, Doc Rivers, Leonard "está sano". Un alegría para todo el equipo después de que el jugador haya arrastrado durfante toda la temporada un problema de rodilla.

Popovich, el más veterano en Orlando

Por último, el legendario entrenador Gregg Popovich, de los Spurs de San Antonio, tuvo su primer entrenamiento con su equipo en la burbuja de Orlando.

Popovich, de 71 años, es el más veterano de todos los congregados en el Walt Disney World Resort para la reanudación de la NBA y en su rueda de prensa habló de lo seguro que se encuentra, por las precauciones tomadas frente al coronavirus, y dedicó parte de su discruso a hablar de su compromiso con la lucha por la justicia social y en contra del racismo.

"Sinceramente, no sé en qué otro lugar estaría tan seguro como lo estamos ahora", comentó Popovich.

"Estoy más seguro aquí, si esta burbuja funciona, estoy más seguro aquí de lo que estaría en Texas. Seguro. Como ves lo que está pasando allí", agregó.

Las estrellas de la NBA llevan colocados un brazalete de alta tecnología que la liga dio a los jugadores, que se dice que "ayuda con la detección temprana de coronavirus, temperatura de la vía, frecuencia respiratoria y cardíaca".

Además, Popovich, destacó que ve el reinicio de Orlando como parte de la responsabilidad de mantener el impulso en todo el mundo con respecto a la justicia social y el racismo.

Popovich comenzó a dar ejemplo al pasarse la mayor parte de la sesión de vídeo, de casi 30 minutos, dedicado a valorar, en plan de monólogo y por momentos embargado por la emoción, sobre lo que él entiende por la justicia social y el racismo.