Enlaces accesibilidad
Coronavirus

Felipe Perrone, un líder confinado y "sin balón" en el centenario del waterpolo español

Por
Felipe Perrone se ejercita lanzando el balón al sofá en su casa
Felipe Perrone se ejercita en su casa

Este domingo los deportistas cumplen la cuarentena de forma casi exacta (hace 40 días que se suspendieron casi todas las competiciones oficiales en España por la pandemia del coronavirus). Pero también este 19 de abril se cumplen cien años justos de la fundación de la Real Federación Española de Natación (RFEN), que se constituyó por impulso de los waterpolistas que querían participar en los Juegos Olímpicos de 1920.

Un siglo después, el actual capitán de la selección española, Felipe Perrone, habla con RTVE.es de lo que ahora es “totalmente secundario”, del deporte, y de su historia personal con el waterpolo.

Y lo hace en unos días en los que “con tantas noticias malas” por la COVID-19 y “en una situación tan compleja y de incertidumbre es muy fácil olvidarse” de que es un jugador profesional.

¿Cómo seguir siendo deportista así? Pues además de intentar mantener la forma, “viendo mil vídeos de partidos de otras épocas y de ahora, aprendiendo” lecciones del pasado. Por ejemplo, de la última final que jugó hace pocas semanas la selección española —parece que fue hace mucho más— en el Europeo de Budapest.

Perdió ante Hungría en su casa, en un lugar donde el waterpolo tiene muchísima más relevancia que en España, pero en todo caso el combinado nacional disputó por tercer año seguido en una final. La anterior ocasión en la que la selección peleó por el título había sido hacía una década, y entonces también formó parte de ese equipo.

De hecho, Perrone es de los pocos que ha vivido con la selección este subibaja, con la particularidad de que el anterior ciclo olímpico lo hizo con Brasil para disputar los Juegos de 2016 en la ciudad donde nació hace 34 años, en Rio de Janeiro. Era un sueño para él, como era ilusoria la posibilidad de lograr allí una medalla porque el nivel del waterpolo es muy inferior en Sudamérica.

Somos los representantes del esfuerzo de mucha gente

Pero es que Perroninho sabe hay cosas más importante que el marcador final. “Algo que hemos aprendido a lo largo de este camino es que el resultado no lo controlas. Sí, buscamos el oro, pero eso depende de muchísimas cosas”. “Lo que sí está en nuestras manos es trabajar, prepararnos, jugar como sabemos, que es con sacrificio y humildad. Esta es la realidad del deporte”. “Estos últimos años hemos tenido la combinación (ideal) de esfuerzo y disfrute” en cada campeonato.

Líder natural, ahora siente que es “orgullo y un honor ser miembro de la selección española”. Y dice que es sobre todo porque los jugadores del equipo son “los representantes del esfuerzo de mucha gente”, “de clubes y personas que han hecho esfuerzos increíbles para que un deporte como este, que es minoritario, siguiera existiendo y con esa fuerza a nivel internacional”.

La Barceloneta, origen de todo

Y en esa historia, obviamente, tienen un lugar destacado los pioneros y particularmente los waterpolistas que fueron a los Juegos de Amberes 1920, que militaban en el Club Natació Barcelona (CNB). Para poder participar, el Comité Olímpico les obligaba a inscribirse a través de una federación. Y como todavía no existía, pues la crearon en una sesión que tuvo lugar precisamente el 19 de abril.

Tal y como informa la propia RFEN, el primer presidente fue el arquitecto Jaume Mestres Fossas —que asumió ese mismo cargo en la ahora igualmente centenaria federación catalana—. Lo hizo en representación del CNB —cuyo hombre fuerte era Bernat Picornell, el legendario dirigente de la natación— y completaron esa primera directiva hombres de otros clubes de Barcelona, como el Athlètic, en el origen del actual CNAB.

Perrone defiende ahora los colores de este último club, el de la Barceloneta, la playa donde parece que se jugaron los primeros partidos del entonces llamado polo acuático. El marinero es el dominador de las competiciones nacionales los últimos años; pero en su día este jugador de posición cuatro también triunfó con el vecino CNB, el equipo más laureado de la historia del waterpolo en España. Y rememora con cariño esa etapa, nada más llegar al país con 15 años.

Felipe se acuerda de cuando entró a las instalaciones del club, siempre ligado al puerto de Barcelona —siempre en la vanguardia—, y veía en las paredes las fotos de los equipos que habían defendido su escudo en diferentes épocas. “Se me ponía la piel de gallina. Daba una idea de ahí se construyó la historia del waterpolo”, relata.

Fuera del agua

Ahora, confinado en su piso en la capital catalana, vive otra situación que le hace remontarse igualmente a muchos años atrás. Y es que, entre otras cosas, el coronavirus ha sacado de las personas recuerdos... y creatividad para intentar sobreponerse a las difucultades del día a día, que para alguien que trabaja en una piscina son muchas.

“De pequeño jugaba en el sofá de casa como si fuese una portería. Y ahora me dije ‘¿por qué no?’. Pero no tenía ni balón. Así que lo compré por internet”, explica por teléfono. Con él ya en sus manos, se puso a ensayar lanzamientos contra la pared, aunque enseguida su mujer le avisó de que hacía mucho ruido. “Monté un sistema e intento no molestar mucho a los vecinos”, como se puede ver en la imagen que encabeza este reportaje.

Con la liga ya terminada de forma anticipada, algunos de sus compañeros de selección han enseñado también como es ahora su entrenamiento en el hogar.

Los jugadores de la selección española de waterpolo, de la piscina al salón de sus casas

Aunque saben que no van a mejorar ni de lejos como cuando trabajan en equipo y en su medio, los dos siguen en contacto con los técnicos de sus clubes y de la RFEN. “Muchas veces las federaciones siguen su camino y los deportistas otro, pero nosotros vamos juntos”, cuenta de nuevo Perrone, que para acabar la conversación vuelve a mirar a la pequeña pantalla.

“Cada vez que sale presidente en la tele estamos esperando ansiosos buenas noticias, y luego que nos dé la autorización para hacer nuestro trabajo”, pero siempre con la prioridad clara: primero la salud, luego lo demás. “Con la situación es tan difícil de la sociedad, es que hablar de esto….para mí esto es totalmente secundario a día de hoy”, dice este hombre cosmopolita, que vive con su mujer y dos hijos.

“Lo primero es lo primero, así que si luego necesitamos trabajar el doble, pues trabajaremos el doble”, concluye Perrone, que no recuerda haber estado estado tanto tiempo fuera del agua. Y es que hasta en vacaciones elige el mar. El origen de su deporte... y de la vida que ahora está en parte suspendida.

Celebración solidaria

Y para festejar de alguna forma este centenario, la RFEN ha lanzado un clip protagonizado por las estrellas de los deportes acuáticos:

Tendrá fines solidarios.