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Tottenham 3-1 Real Madrid | Champions

El Tottenham arrolla a un deprimido Real Madrid

  • El equipo blanco sufre una goleada sin paliativos en Wembley (3-1)
  • Alli (2) y Eriksen marcaron los tantos londinenses y Cristiano el madridista
  • Así te hemos contado el Tottenham 3-1 Real Madrid

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Dele Alli celebra su primer gol con Trippier.
Dele Alli celebra su primer gol con Trippier.

Ficha técnica:

3 - Tottenham Hotspur: Lloris; Alderweireld (Sissoko, m.24), Sánchez, Vertonghen; Trippier, Dier, Winks (Dembélé, m.65), Davies; Eriksen, Alli; y Kane (Llorente, m.79).

1 - Real Madrid: Casilla; Achraf, Nacho, Sergio Ramos, Marcelo; Casemiro, Kroos, Modric (Theo Hernández, m.81), Isco (Mayoral, m.75); Benzema (Asensio, m.75) y Cristiano Ronaldo.

Goles: 1-0, m.26: Alli. 2-0, m.56: Alli. 3-0, m.65: Eriksen. 3-1, m.80: Cristiano.

Árbitro: Cüneyt Çakir (TUR). Amonestó a Dembélé (m.89), del Tottenham; y a Ramos (m.90+1), del Real Madrid.

Incidencias: partido correspondiente a la cuarta jornada del Grupo H de la Liga de Campeones, disputado en el estadio de Wembley (Londres).

El Tottenham Hotspur vivió una de sus grandes noches europeas al pasar por encima de un Real Madrid que ha profundizado su depresión futbolística en Wembley, donde ha mordido el suelo (3-1) sin apenas ofrecer argumentos que apunten a una recuperación.

Tras su derrota en Girona y su más que maltrecha senda en Liga, el Real Madrid viajó a Londres en busca de un buen partido en un escenario de lujo, pero se encontró con un buen rival que lo desarmó. El Tottenham aprovechó el bajo estado de forma general del equipo de Zidane y, tras ponerse por delante en la primera parte, lo apuntaló en la segunda desmontando la endeble defensa de tres que ordenó Zidane como herramienta para la remontada.

Pese a que fue Isco el primer jugador en disparar a puerta en el partido, el Tottenham se hizo sin problemas con el dominio del partido y la conexión Kane-Eriksen hizo estragos ante los desajustes defensivos del Real Madrid. Por la derecha, Trippier fue un tormento para Marcelo. El brasileño, lejos de su mejor versión, se vio superado por las constantes internadas del lateral inglés.

Precisamente Trippier fue el encargado de asistir a Dele Alli en el primer tanto del Tottenham. Recibió el balón, eso sí, en fuera de juego, antes de meterlo al centro del área, donde Alli lo envió a la red tras adelantarse a Nacho.

El tanto despertó al Real Madrid, que reaccionó con furia y ocasiones. La primera, de Casemiro, fue la más clara de los suyos hasta entonces. Cristiano le siguió con dos intentos y Benzema hizo lo propio pero el Tottenham se defendió bien y, entretanto, hasta dispuso de una clara oportunidad de Kane que desbarató Ramos con el pecho.

El Tottenham desbarata el cambio táctico de Zidane

Al toque de corneta le siguió el paso por vestuarios y, de vuelta, el Madrid metió a Casemiro en el centro de la defensa y adelantó la posición de Marcelo, que arrancó el segundo acto con una gran llegada. Sin embargo, el cambio táctico de Zidane lo aprovechó el Tottenham para hacer daño a la contra. A los diez minutos de la segunda parte, Dele Alli recibió a veinte metros de Casilla, amagó dos veces a Casemiro y, con una pizca de suerte, su disparo se coló en la portería blanca tras pegar en Ramos.

Apenas diez minutos después, en una contra de manual, el Tottenham tocó el cielo. Alli metió para Kane y este para Eriksen, que batió con un tiro cruzado a Casilla. Wembley se vino abajo y el Madrid no se lo podía creer. El Tottenham acababa de sentenciar el partido y dejar vista para sentencia su primera victoria sobre el Real Madrid.

De ahí en adelante, el conjunto madridista, tras la salida de Asensio y Mayoral, buscó una remontada imposible con mayor intensidad en ataque.y se conformó con el único tanto de Cristiano. El partido acabó con un Real Madrid más deprimido pero, paradójicamente, prácticamente clasificado, tras el empate del Dortmund con el APOEL Nicosia (1-1). Con un solo punto en las dos próximas jornadas, el equipo de Zidane estará en octavos. La solución a su crisis de juego, sin embargo, se antoja más complicada.