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Eurocopa 2012 | Cristiano Ronaldo

Ronaldo acaba llorando en la semifinal de la Eurocopa entre España y Portugal

  • El delantero portugués no pudo tirar el último penalti tras el acierto de Cesc
  • Remató en seis ocasiones pero ninguna a puerta
  • Crónica del Portugal 0-0 España | Así hemos contado la Portugal 0-0 Españasemifinal

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Ronaldo se lamenta después de fallar ante España en la semifinal de la Eurocopa
Ronaldo se lamenta después de fallar ante España en la semifinal de la Eurocopa

Cristiano Ronaldo no consiguió marcar ningún gol este miércoles en el España - Portugal, primera semifinal de la Eurocopa de Polonia y Ucrania. Son ya cuatro partidos en los que uno de los mejores jugadores del mundo no puede con los porteros de 'La Roja'.

Fiel a sus manías salió con el pie derecho al Donbass Arena de Donetsk, en Ucrania y fiel a sus instintos remató todo balón que llegó a sus rosiblancas botas. Este hombre portugués, nacido en la isla de Madeira un 5 de febrero de 1985, heredó, seguramente de su padre que fue utillero del equipo del barrio en Funchal, la necesidad de tirar a portería tanto como la de sentirse un hombre guapo y un estupendo jugador.

Ronaldo, máximo goleador sin goles

En esta competición ha conseguido anotar en tres ocasiones, coliderando así la tabla de máximos goleadores junto al alemán Mario Gómez, el croata Mario Mandzukic y el ruso Alan Dzagoev. Aunque ya no podrá ganar esta clasificación aún es posible que sí se mantenga como el jugador que ha rematado más veces y con más peligro.

Esto último, como el miedo del portero ante el tiro de Ronaldo, no queda registrado más allá de ese poquito de alma que cazan los fotógrafos y los cámaras de televisión. Así pudimos ver esa mirada que buscaba la precisión del disparo en los libres directos que ejecutó pero que no encontró, a pesar de la mimada liturgia con la que preparaba el tiro.

El balón para él, sin discusión, ni atisbo de que exista otro jugador en Portugal capaz de tal gesta; cinco pasos amplios hacia detrás, sin perderle la cara ni a la pelota, ni a la barrera, ni a la portería, ni al portero, calculando la potencia y la dirección, con las piernas abiertas y los brazos a lo largo de ellas, igual que la imagen de un pistolero en un duelo.

Al tiempo que se relame por dentro, y casi por fuera, visualiza el gol, la gloria, el honor del hombre que clasifica a su equipo y con él a su país para la final del campeonato continental, añadiendo a su historial el primer gol contra el país hermano y vecino.

Las coloridas y desafinadas botas de Ronaldo

Pero este miércoles el punto de mira de sus botas de colores no estaba bien ajustado y en dos ocasiones la estrelló contra la barrera española y en otras dos la mandó al cielo ucraniano por encima del larguero que defendió Casillas sin necesidad de acudir a su santidad.

Al jugador madridista le gustó más la banda pegada a los banquillos que corresponde a la tribuna más 'glamurosa' y así en el primer tiempo intentó rentabilizar por la izquierda su exquisito regate, su explosiva arrancada y su potente y efectivo disparo.

Pasó los primeros diez minutos sin tocarla y se tuvo que acercar a su propia área para buscar algún rechace, porque, según dice Rosicki, el portugués no defiende y eso le convierte en un astro incompleto.

Las manos que taparon la cara de Ronaldo

A los 12 minutos consiguió llegar hasta la línea de fondo, con Piqué y Arbeloa al rebufo del bólido, y con la zurda pudo meter un peligroso centro que Casillas atrapó cuando Nani llegaba con todas las ganas de rematar a gol de cabeza.

Diez minutos después enganchó el tiro a la media vuelta según le vino y la pelota llegó a las nubes, la había rechazado Ramos en un centro de Coentrão sin destinatario. Las manos del portugués taparon su cara, ese fue el gesto que más repitió en este partido, se lamentó tanto como cuando en su infancia le llamaban el 'niño llorón'.

La ocasión más peligrosa le llegó a la media hora, de nuevo en un desajuste de la defensa española entre Iniesta y Jordi Alba, este disparo sí que llevó más peligro, raso, ajustado al palo izquierdo de la portería y en esta ocasión CR7 acudió a su otro gesto más utilizado en los campos de fútbol, el de protestar, en este caso reclamaba con vehemencia un córner que solo vio él.

El chivatazo a Rui Patricio, su mayor acierto

Y así siguió buscando el gol, disparó a puerta en seis ocasiones y en ninguna tuvo que intervenir Casillas, ni siquiera en la más clara a un minuto del final del partido cuando el contragolpe conducido por Meireles acabó en las botas desafinadas de un Cristiano solo que le acompañaba por la ziquierda.

En el juego de la ruleta rusa, cuando se jugaron la vida de la final a los penaltis, corrió a susurrarle a Rui Patricio por dónde acostumbra a tirarlos Xabi Alonso, el primer lanzador de la selección española. Este chivatazo fue el mayor acierto del portugués: su compañero saltó felino hacia su palo izquierdo antes de que el balón saliera de las botas del finalista español.

Aunque el portero consiguió parar los relojes en España al detener el balón, Cristiano Ronaldo no fue capaz de aguantar con entereza el final de la ronda de penaltis y con el acierto de Cesc Fábregas se fue sin tirar el suyo llorando como un niño por el túnel.