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El césped de Mestalla estará corto y húmedo para la final

  • El estado del césped ordenado por Mourinho el sábado ha dado que hablar
  • Al Barça le gusta una hierba que propicie la velocidad de su juego
  • En el caso de que ambos equipos no estén conformes, la RFEF decidirá
  • Final de la Copa del Rey en directo,  el 20 de abril en La 1, RNE y RTVE.es 

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Objetivo: El mejor césped posible

Una de las cosas que más ha dado que hablar del clásico liguero del sábado ha sido las condiciones en las que Mourinho ordenó que estuviera el césped del Santiago Bernabéu para recibir al Barça.

Se ha dicho que la hierba que se encontraron los jugadores de Guardiola era cuatro o cinco centímetros más larga de lo habitual e incluso Xavi Hernández aseguró al concluir el partido que “cada uno juega con sus armas” en referencia al estado del tapete blanco. Desde entonces la pregunta que todo el mundo se hace es obvia: ¿cómo estará el césped de Mestalla para la final de la Copa del Rey?

Según ha podido saber RTVE, el césped de Mestalla estará el miércoles corto, de la misma manera que está durante la temporada para los partidos del Valencia CF, y húmedo, es decir, convenientenemte regado.

El jefe de los servicios de mantenimiento de Mestalla, Xavier Sánchez, ha querido dejar claro que desde Valencia no quiere que se levante ninguna polémica y que su objetivo es que el césped esté “en las mejores condiciones para el partido”.

El cuidado durante los días previos es “igual que durante el resto de la temporada o incluso mejor”, es decir, los operarios segarán el tepe de Mestalla dos veces al día hasta el miércoles inclusive.

En función de que llueva o no, el riego se podrá alterar pero lo planeado por los jardineros valencianos es “mantener la hierba húmeda”.

Todo será cuidado con precisión. Además, según Xavier Sánchez, el césped de Mestalla tuvo que ser resembrado durante el pasado invierno debido al mal estado del terreno de juego, por lo que Mestalla presenta en estos momentos unas condiciones óptimas para jugar al fútbol.

Ni tanto (FC Barcelona), ni tan calvo (Mourinho)

Que el césped de la final vaya a estar en perfectas condiciones variaría y mucho dependiendo de a quién se le preguntase. En el caso de que lo tenga que decir alguien del Barça, las condiciones idóneas para jugar serían un césped muy corto y abundantemente húmedo.

El Camp Nou se riega en varias ocasiones en un día de partido. Casi siempre se riega durante el calentamiento y el descanso con el objetivo de que los jugadores culés se encuentren el terreno más rápido posible que ayude a mantener la velocidad del juego blaugrana.

Para Mourinho, en cambio el campo, puede estar bien, pero para jugar contra el Barça son preferibles otras condiciones. En el partido del sábado, el técnico luso ordenó que la hierba del Bernabéu no fuera segada como de costumbre (a pesar de que el fallo de cálculo Albiol en la jugada del penalti se podría haber evitado con un césped como el de otras ocasiones) para tratar de entorpecer todo lo posible el juego al que acostumbra el FC Barcelona.

La RFEF tendría que pronunciarse si no hay acuerdo

Como cada uno tiene una preferencia y estando Mourinho de por medio, no sería de locos pensar que puede haber lío a la vista antes de que comience la final del miércoles.

Se habla de la posibilidad de que el Real Madrid pueda pedir unas ciertas condiciones para el césped de Mestalla. Lo normal en estos casos es que ambos equipos lleguen a un acuerdo sobre el estado óptimo para los dos pero parece que entre Barça y Madrid un entendimiento hoy en día parece lejano.

Tendría que ser la Federación Española de Fútbol (RFEF), como organizadora del torneo, la encargada de ordenar al equipo de mantenimiento cómo debe de estar Mestalla para jugar la final.

Puede parecer baladí discutir sobre la longitud de la hierba, pero se trata de una cuestión estratégica, y más mediando el actual entrenador del Real Madrid. No es la primera vez que ‘Mou’ se enfrenta al Barça y el terreno de juego no sufre algún tipo de variación respecto a su estado habitual.

En su etapa en el Chelsea, el portugués ordenó echar tierra sobre el césped de Stamford Bridge junto con agua los días antes de enfrentarse al Barça de Rijkaard y el año pasado, las dimensiones de San Siro se acortaron hasta el mínimo permitido para que fuera más difícil encontrar espacios para los Xavi, Messi, Iniesta y compañía.