La prueba de descenso masculino, aplazada al lunes

• La prueba estaba prevista para este domingo
• Las malas condiciones de la pista obligan a suspenderla

El suizo Didier Cuché es uno de los favoritos para ganar el descenso

Las malas condiciones de la pista sobre la que se deben disputar las pruebas de esquí alpino de los Juegos Olímpicos de Vancouver, muy blanda debido a la lluvia y al clima casi primaveral, han obligado a suspender la prueba de descenso masculino que debía disputarse este domingo.

La prueba inaugural de los Juegos, la supercombinada femenina, ya tuvo que ser suspendida por el mal estado de la pista, por lo que la competición de esquí sigue inédita en la cita olímpica. El Comité Organizador y el COI deberán decidir ahora fechas alternativas para las pruebas.

"A no ser que las temperaturas bajen esta noche, la prueba de descenso no podrá celebrarse en estas condiciones", decía Guenther Hujara, director de la carrera, horas antes el director de la carrera, considerada la prueba reina de los Juegos de Invierno.

Del mismo modo, la lluvia ha obligado a cancelar los entrenamientos que debían realizar las esquiadoras de cara a la prueba de descenso femenino. El mal estado de la pista por el clima ya obligó a suspender la supercombinada femenina, que se disputará el jueves, y el descenso masculino, que es el siguiente evento previsto y que se disputará el lunes. 

El mal estado de la nieve abre las opciones de oro

La prueba del descenso es como la carrera de los 100 metros lisos en unos Juegos de Verano. Pero con muchos más aspirantes a la victoria en la línea de salida. Para hacerse con el oro en Vancouver hay varios nombres que suenan -Didier Cuche, Carlo Janko, Bode Miller, Antoine Deneriaz o Marco Buechel, pero nada está decidido. Con una nieve en las condiciones en las que está la de Whistler -muy húmeda-, cualquier cosa puede pasar.

A los esquiadores lo que les gusta es que la pista sea lo más dura posible, hielo puro, pero las condiciones en la pista de Whistler Creekside son totalmente contrarias a esto: nieve primavera, muy húmeda, que puede provocar resultados totalmente inesperados en la competición. "Los outsiders (denominación de los esquiadores no demasiado conocidos por sus resultados) arriesgarán al máximo para subirse al podio porque no tienen anda que perder y van a darlo todo para estar en el podio", aseguraba tras los entrenamientos el suizo Didier Cuché, uno de los favoritos para ganar la prueba. "Pero que los tres primeros sean una sorpresa no lo creo. Algunos de los esquiadores más conocidos estarán en el podio, seguro", explicó.

La referencia de Cucher a los "esquiadores más conocidos" va por él, el primero, uno de los grandes favoritos para hacerse con la victoria en la prueba y que ha ganado los dos entrenamientos que se han hecho esta semana en la pista de Whistler. Para los suizos un oro supondría la confirmación de su vuelta a lo más alto del dominio mundial del esquí. Tendrá que vérselas con los canadienses, especialmente Manuel Osborne Paradise, natural de Whistler y que conoce la pista de tres kilómetros de distancia a la perfección.

A la 'armada suiza' se le enfrentará la austriaca, para la que es una cuestión de orgullo ganar en la prueba del descenso, porque en el Mundial los suizos les barrieron. Michael Walchhofer es su gran esperanza, y llega a los Juegos en pleno estado de forma. Como también lo ha hecho el estadounidense Bode Miller, que acaba de regresar al equipo USA y participa en las cinco pruebas de esquí alpino, y está en condiciones de ganar en cualquier a de ellas.