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Dos caminos distintos para llegar a Roma

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El Barça, a hacer cumbre en Londres

La alineación del Barcelona ya está confirmada. Guardiola confiará en Yaya Touré para complementar el eje de la defensa azulgrana con Piqué. Sergio Busquets cubrirá la anunciada baja de Tierry Henry.

El once incial del conjutno de Guardiola quedará de la siguiente manera: 1-Victor Valdes; 20-Daniel Alves, 3-Gerard Pique, 24-Yaya Toure, 22-Eric Abidal; 6-Xavi, 28-Sergio Busquets, 15-Seydou Keita; 10-Lionel Messi, 9-Samuel Eto'o, 8-Andres Iniesta.

Si ha de morir, el Barcelona lo hará con las botas puestas, sin excusas. Jugando como sabe, jugando rápido, con talento y explosión de recursos ofensivos. El cero a cero de la ida en el Camp Nou fue un simbólico revés, el único partido de la temporada en el que el Barcelona no horadó la meta del rival, gracias a las tácticas de derribo de Guus Hiddink (en vivo, 20:45h).

Pero este equipo parece llamado a superar todos los retos, las estadísticas y supersticiones de un Barça que no ha superado una eliminatoria de semifinales fuera con un 0-0 en casa o el triste recuerdo del año pasado, cuando el equipo de Rijkaard se despidió de Europa sin marcar un gol en 180 minutos al Manchester United.

El intercambio de elogios entre los dos equipos en las horas previas no ha pasado de la mera formalidad. Más que nunca, el Chelsea-Barça, con todo por resolver, será un duelo de poder a poder, un enfrentamiento legendario entre el ataque más fantasioso y exuberante del continente con una de las plantillas más sólidas e impactantes.

El Chelsea alinea a Drogba y Anelka

Hiddink transforma a su equipo de fensivo y alineará a Drogba y Anelka en la delantera inglesa.

El once incial del conjunto del Chelsea quedará de la siguiente manera: 1-Petr Cech; 17-Jose Bosingwa, 33-Alex, 26-John Terry, 3-Ashley Cole; 5-Michael Essien, 13-Michael Ballack, 8-Frank Lampard; 39-Nicolas Anelka, 11-Didier Drogba, 15-Florent Malouda.

En esta ocasión, no sólo Drogba esperará interceptar un envío aéreo o rematar una contra, le acompañará el francés Anelka, segundo máximo artillero de la Premier -15 goles-, para conducir los servicios de Ballack, Malouda, Lampard y compañía.

No es que juegue al ataque apostando por el control del juego y el pase en corto, pero cabe esperar una asfixiante presión de unos jugadores que en centímetros y kilos son numéricamente avanzados.

Stamford Bridge no es un estadio tan pequeño -tres metros más estrecho y siete metros más corto que el Camp Nou-, como recuerda Guardiola, pero encogerá por momentos ante el asedio al que los ingleses someterán a los azulgrana, en busca de la reedición y redención de la final del año pasado con el Manchester United.

"Espero un Chelsea fuerte, intenso, directo a Drogba, que te avasalla". Guardiola conoce cuál es la especialidad de su rival. "Es el equipo físicamente más fuerte de Europa", anunció.

Y precisamente, sabe dónde se encuentra el talón de Aquiles de su orquesta, en las bajas de Márquez y Puyol en defensa y en la vulnerabilidad de sus solistas en el cuerpo a cuerpo y en los envíos aéreos, donde los 'blues' cuentan con el citado Drogba, Terry, Alex o el 'tapado' Ivanovic -como ya comprobó el Liverpool de Benítez-.

Guardiola quita hierro a las bajas. "No me importa no tener a Puyol y Márquez, cualquiera que juegue luchará y hará un buen trabajo". La solución podría pasar confiar en el uruguayo Martín Cáceres acompañando al indiscutible Piqué o bien por recuperar a Sylvinho por la banda izquierda y trasladar a Abidal al centro de la defensa. La solución, un secreto que el técnico se ha guardado hasta la víspera.

Sea como sea, el Barça jugará como el Barça, el Chelsea también será más Chelsea que nunca, y ambos estilos son la horma del zapato del otro. En el horizonte, el mejor partido de fútbol del año, el 27 de mayo en Roma ante el vigente campeón, el Manchester United. Esa será otra historia.