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El estadounidense Campbell roza el récord

  • Tiger Woods, con dos bajo par, ocupa un puesto 20 desde el que está al acecho
  • Mala tarjeta de Sergio García, con uno sobre par; Jiménez, el mejor español del arranque

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Campbell logra el mejor arranque de la historia

Lo podrá contar Chad Campbell, de 34 años, a sus nietos cuando los tenga, que una tarde soleada, la primera del Masters de 2009, acarició el récord del Augusta National cifrado en 63 golpes (Nick Price y Greg Norman), pero se quedó en 65 por una "pájara" en las últimas rampas [Clasificación de la primera jornada].

Los candidatos tampoco fallaron en su puesta en acción y el mejor colocado, Tiger Woods, acabó con 70 golpes y empatado en el puesto vigésimo junto a Miguel Ángel Jiménez, el mejor de los españoles, y el veterano Greg Norman, el "Tiburón Blanco", en su regreso a Augusta. El Tigre aún sigue acomodándose al campo tras su lesión y, sin prisa pero sin pausa, firmó una tarjeta discreta pero que, merced al prestigio del tetracampeón de la chaqueta verde, le coloca la acecho.

El número tres de Sergio García no le sirvió para ganar en confianza. El castellonense no estuvo fino con el putt y acabó con 73 golpes, uno sobre par, una tarjeta demasiado cargada. Olazábal, cuyo juego rebrota cuando pisa la hierba del Augusta National, acabó con un meritorio menos uno y el gaditano Álvaro Quirós, que comenzó muy bien en los primeros hoyos, acabó desbordado, con 78 golpes y problemas para superar el corte.

Así fue la jornada

Los 65 (7 bajo par) de Campbell, un excelente golfista estadounidense del circuito PGA (ganó el The Tour), le sitúan en cabeza del primer torneo de Grand Slam de la temporada. Su vuelta fue casi de ensueño. Desde el primero hasta el 16, los hoyos de Campbell bordearon la perfección. Campbell hizo hasta ahí, como su apellido, una sopa de "birdies": cinco consecutivos del 1 al 5, y otra ristra del 12 al 15.

  

La jornada inaugural deparó, como le ocurrió a Campbell y a Olazábal, narraciones para el futuro, aunque posiblemente pocas consecuencias para lo que será el desenlace del torneo. Los estadounidenses Jim Furyk y Hunter Mahan hicieron también dos enormes vueltas con 66 golpes, que los empareja en la segunda plaza.

Shingo Katayama, el japonés sonriente, y el veterano Larry Mize también relatarán de regreso a casa su jornada: 67 golpes (-5) para ambos (cuarta plaza), con la particularidad de que Mize, campeón del Masters en 1987, tiene ya 50 primaveras.

Campbell manejó a su antojo los hoyos de Augusta, inusualmente amables si se compara con las angustias generalizadas de las dos últimas ediciones. El marcador global se fue a registros y a una media de la década pasada.

Con banderas asequibles y "greens" blandos y receptivos -hasta 38 jugadores terminaron bajo el par del campo- incluso los no pegadores alcanzaron los puestos punteros, excepto el argentino Ángel Cabrera, con un gran comienzo merced a sus 68 golpes (sexto lugar).

Cabrera, campeón de US Open, fue el mejor del trío latino en el Masters, aunque su compatriota Andrés Romero firmó un golpe más (69) y Camilo Villegas, algo peor, con 73.