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España tiñe de negro su futuro

  • Derrota ante la anfitriona Croacia por 22-32
  • Losa de Valero Rivera, casi sin opciones de medalla

Por
Croacia 32-22 España

La selección española de balonmano se complicó su futuro en el Campenato del Mundo que se está disputando en Croacia después de perder de forma inapelable (22-32) ante los anfitriones, en un encuentro en el que los de Valero Rivera volvieron a repetir errores pasados y se mostraron claramente inferiores a los croatas.

La derrota sufrida ante Suecia hace dos días supuso un serio aviso para España, pero el inicio del encuentro ante Croacia volvió a recordar a la horrible primera mitad que condenó al conjunto español ante los nórdicos.

Desafortunadamente para España, el duelo tuvo el mismo final. Una derrota clara, sin paliativos, que obliga a España a ganar a Corea del Sur mañana (18:30 horas) si quiere seguir viva en el Mundial, o al menos pasar a la segunda fase, un nivel que se presuponía básico para los de Rivera al comienzo del campeonato.

España volvió a llegar tarde al partido, como ya sucediera ante Suecia, y su primera mitad, en la que reinaron el desconcierto y las pérdidas de balón en ataque, junto a la fragilidad en defensa acabaron pronto con cualquier expectativa de triunfo.

Otra vez el nerviosismo

Los locales, con un Spaladim abarrotado y entregado a la causa, sólo necesitaron breves esencias de Lackovic y Vori para aprovechar la candidez de una España incapaz de aprovechar sus innumerables superioridades numéricas durante el primer acto.

El marcador al descanso, 11-18, era claro. Lo visto durante esa primera mitad, también. Un calco de lo sucedido ante Suecia, cuando España 'tiró' el encuentro con treinta minutos para el olvido.

España mejoró su imagen tras la reanudación, sobre todo defensivamente, donde su 6-0 ponía en mayores dificultades a los croatas, y así redujo la renta hasta los cinco goles con veinte minutos aún por disputarse (15-20, min.40), generando la misma tibia sensación de fe en una posible remontada que ante los nórdicos.

Sin embargo, poco duró la esperanza. Lo que tardó en aparecer el inagotable talento de Ivano Balic, que con dos destellos pareció negarle a España cualquier posibilidad de remontada. El emblema croata, una sombra físicamente de lo que fue pero con su talento intacto, hizo recuperar a Croacia las distancias (16-24, min.45), esfumando el sueño de España.

Los de Rivera, sin rumbo, sin acierto y, lo peor, sin encontrarse a si mismos, fueron fulminados por unos croatas a medio gas, y que ahondaron, a modo de vendetta, en la herida de una España que está lejos, muy lejos de su mejor versión, sembrando dudas incluso para colarse entre las doce mejores del Campeonato del Mundo.