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La generación de oro se sube al tren de las medallas

  • España vence a Croacia con comodidad por 72 a 59
  • Gasol se hace dueño de la zona frente a los pequeños croatas
  • La defensa española aprieta los dientes frente a la línea exterior de los balcánicos
  • El equipo de Aíto se distanció en el primer cuarto y mantuvo la ventaja después
  • Es la segunda vez en la historia que nuestro país pasa a semifinales

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España espera a Lituania en semifinales

La generación de oro del baloncesto español sabía que a las ocho y media pasaba un tren en el pabellón olímpico de Pekín. Un tren que les llevaba a una cita con la historia, en el camino que marcaron los Epi, Romay y compañía. Un tren que, si lo dejaban pasar de nuevo ¿como hicieron en Atenas- es posible que tardase otros 20 años en pasar. Y lo cogieron.

Desde el primer cuarto, los de Aíto se conjuraron para conseguir una victoria rápida y fácil; un triunfo a la medida de un equipo que es netamente superior a Croacia, pese a las dudas que ha abierto su rendimiento en los partidos de primera fase.

Gasol, rey de la zona

Por eso, Gasol dejó claro en qué términos se jugaba el partido. Canasta inapelable para abrir el marcador, falta personal y dos ally-up en el primer cuarto. En el otro lado de la cancha su brazo era una eterna sombra sobre la cabeza de los pequeños pivots croatas.

A los balcánicos les quedaba su gran arma, el tiro de tres, del que eran líderes del campeonato con un 50% de acierto. Sin embargo, por mucho que movieron la pelota, nunca pudieron quedarse libres ante el ansia de Ricky, Rudy y Garbajosa, que se movían como perros rabiosos en la línea de 6,25.

Luego, en ataque, cuando el pivot de los Lakers estaba en el banco, en el exterior aparecían Calderón -felizmente renacido- y un Mumbrú que se está convirtiendo en un jugador clave de la selección. En el interior, Felipe Reyes afinaba la muñeca desde la bombilla.

Mantener la ventaja

El parcial fue de 11 puntos a favor y, a partir de ahí, los de Aíto pusieron el freno de mano y mantuvieron la ventaja con profesionalidad. El segundo cuarto estuvo empatado, con las clásicas lagunas ofensivas de los nuestros pero con un nervio en defensa que no se ha visto en todo el campeonato.

Por eso, daba igual que apenas anotásemos 15 puntos en diez minutos, porque los croatas apenas podían igualarnos, hasta el punto de que se quedaron con 26 puntos en la primera parte.

Con todo, renacieron los problemas que se han ido viendo a lo largo del campeonato. Mal porcentaje en tiros libres, excesiva dependencia de Gasol en ataque y la ausencia de un escolta anotador que respalde al pivot catalán en el marcador.

Superar el fantasma

Por eso, en los segundos veinte minutos planeaba el fantasma del partido que ambos conjuntos disputaron en el Europeo del año pasado, cuando Croacia remontó el partido en el último minuto, dejando a los nuestros con la cara de tonto.

Pero esta vez Gasol y compañía sabían que no podían perder el tren. Cuando Planinic empezaba a calentar la muñeca, ahí estaban Garbajosa -el pivot de Torrejón ha vuelto y lo ha hecho en un momento decisivo- Calderón y Mumbrú para sacarnos de apuros.

Como un acordeón, el marcador se fue moviendo entre los 10 y los 20 puntos,   dependiendo de si apretaban o no el acelerador.  Al bajón de los últimos minutos del tercer cuarto, cuando los nuestros se atascaron en ataque, le siguió un arranque fulgurante en el último, con cinco puntos de Rudy y un triple de Calderón.  

Al final, la diferencia se quedó en trece puntos, 72 a 59, pero con la sensación de que los españoles han jugado buena parte del partido con el freno de mano.

Ya subidos en el expreso hacia las medallas, ahora sólo queda seguir el camino abierto hoy: defender como bestias y respaldar a Gasol en la tarea ofensiva con solvencia y tranquilidad. Si es así, ni Lituania ni China pararán a los nuestros en su particular pique con sus 'padres' del 84. Luego, quedará el 'Dream Team'. Pero eso ya es otra historia.