El Parlamento Europeo (PE) ha recomendado este miércoles a los Estados miembros aplicar el artículo 7 de los tratados europeos y sancionar a Hungría al considerar que existe un riesgo de violación del Estado de Derecho al no respetar los valores fundamentales de la Unión Europea (UE) y actuar contra los inmigrantes. Ese artículo contempla sanciones para el Estado miembro concernido, incluida la pérdida del derecho de voto en el Consejo de la UE. Es, además, la primera vez que la Eurocámara acepta poner en marcha este proceso.
Durante los últimos años, la negativa del Gobierno húngaro a acoger refugiados, las trabas a la libertad de prensa, y la aprobación de las leyes sobre universidades que obstaculiza a la Universidad Centroeuropea del magnate George Soros y sobre el control de las ONG han generado el rechazo de Bruselas. En la misma línea, durante su discurso sobre el Estado de la Unión pronunciado en el pleno del PE en Estrasburgo (Francia), el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, ha declarado este miércoles su oposición a todo ataque al Estado de Derecho. "Estamos preocupados por la evolución de los debates en algunos de nuestros Estados miembros", ha dicho, para después defender que el artículo 7 del Tratado de la UE debe activarse ahí en donde el Estado de derecho esté en "peligro".
Precisamente este martes, el primer ministro húngaro, Viktor Orbán, culpó con vehemencia a la UE de querer imponerse frente a los designios del "pueblo húngaro" y fue aplaudido por las fuerzas euroescépticas al dejar claro que no piensa tener en cuenta la opinión del Parlamento Europeo sobre la salud de su democracia. El primer ministro acusó a los eurodiputados de pretender "acallar" al pueblo húngaro y querer "dar lecciones de lo que le conviene o no le conviene". Asimismo reivindicó "el derecho del pueblo húngaro" a decidir sobre su gestión de la inmigración. "Se quiere condenar a Hungría porque los húngaros decidieron que su patria no sería un país de inmigrantes. Me opongo a que las fuerzas de la Eurocamara partidarias de la inmigración nos chantajeen. No cederemos, no importa lo que voten", advirtió.
En España, por ejemplo, cenamos hasta dos horas más tarde que en otros países de la UE como Alemania. El posible cambio de huso horario podría suponer igualar nuestras costumbres con las de estos países.
Bruselas propone quedarse con el de verano, lo que supondría que amanecería y anochecería más tarde. En España supondría ir dos horas por delante del sol todo el año y en el punto más occidental del país llegaría a amanecer a las diez de la mañana. Por contra, quienes estudian los ritmos biológicos de las personas defienden el horario de invierno.
La Comisión Europea ha anunciado este viernes que presentará una propuesta legislativa para eliminar el cambio horario que se produce dos veces al año en la Unión Europea, después de que mayoritariamente así lo hayan solicitado los ciudadanos europeos a través de una consulta pública que batió récord de participación.
El ministro de Asutnos Exteriores y Unión Europea, Josep Borrell, ha asegurado este lunes que la UE está viviendo una "cierta crisis existencial" y ha apuntado a algunos miembros, como Italia, donde hay "un gobierno que ha demostrado plenamente una actitud negativa y refractaria hacia la UE". Así lo ha señalado Borrell durante la inauguración del curso Quo vadis Europa. ¿Hacia una nueva primavera europea?, de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP) de Santander.