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La situación que sufren las mujeres afganas es cada vez más grave. Los talibanes han ido poco a poco borrando sus derechos y hasta que se escuche su voz es ahora un delito. Roya Sadat es la primera directora de cine de Afganistán y trata de contar la historia de las mujeres de su país a través de sus películas. Reporteros Sin Fronteras colabora en la exhibición de su último largometraje, 'Sima´s song'. Antía André ha hablado con ella.

Obligados a volver al Afganistán de los talibanes. Este es uno de los pasos fronterizos con Irán, donde dejan a los afganos deportados. Ali Reza cuenta que en Irán la policía les pegaba y acosaba. A Sayed lo han separado de su familia y ahora no sabe dónde buscarlos.

Fahima está en Pakistán, espera con angustia su deportación, sobre todo preocupada por su hija, que en Pakistán estudia, cuenta, pero en Afganistán no podrá, los talibanes lo han prohibido. Están aquí porque los han echado de sus casas.

Según la ONU, solo este 2025, 938.000 afganos han sido deportados desde Irán y 300.000 desde Pakistán. Y el número aumenta si contamos los que se han visto obligados a volver por la presión.

Foto: GETTY

Cuatro años después, los temores se han cumplido. El régimen talibán ha recortado derechos y libertades, y ha impuesto un estricto código moral que afecta, sobre todo, a las mujeres y a las niñas.

Los talibanes han aprobado más de 70 decretos contra los derechos de los 20 millones de mujeres y niñas afganas. No pueden salir solas a la calle, hablar en público o estudiar a partir de los 12 años.

En julio, la Corte Penal Internacional emitió una orden de arresto contra dos líderes talibanes por crímenes de lesa humanidad por la persecución a mujeres. Sin embargo, el mismo mes, Rusia se convirtió en el primer país en reconocer al régimen talibán. Desde el exilio, la clandestinidad o las calles, las afganas siguen gritando contra quienes intentar arrebatar su voz. FOTO: EFE / QUDRATULLAH RAZWAN

El 15 de agosto de hace cuatro años los talibanes tomaron Afganistán, imponiendo el islamismo radical. Pilar Requena, directora de Documentos TV, ha explicado en el Canal 24 H que cuatro años después, la mitad del país (23 millones de personas) necesita ayuda alimentaria y que casi ocho millones de menores sufren desnutrición aguda.

También ha subrayado que los afganos sufren hambre y conviven con la sequía, los desastres naturales y la falta de ayuda humanitaria, que se dificulta todavía más por las exigencias del gobierno talibán y los recortes de ayuda de algunos países como EE. UU.

Además, las mujeres y las niñas tienen una situación todavía más complicada por las imposiciones religiosas y tienen problemas para acceder a servicios de primera necesidad. "Es una de las peores crisis humanitarias que se vive en el mundo", ha declarado.

Imagen: SAMIULLAH POPAL / EFE

Hoy hace cuatro años de la toma de Kabul, capital de Afganistán, mientras las tropas de Estados Unidos abandonaban el país. Desde entonces, más de cinco millones de personas han huido, escapando del régimen totalitario, y también misógino, que ha ido enterrando los pocos derechos que habían ido adquiriendo las niñas y las mujeres. "El 15 de agosto de 2021 no fue solamente el día en el que los talibanes tomaron Kabul, fue también el día en el que millones de personas perdieron su libertad y su esperanza", cuenta Fátima, que ha huido en dos ocasiones del régimen talibán, primero como niña y después como adulta.

Todo cambió de repente. Ella era profesora activista por los derechos de las mujeres en Afganistán y colaboraba como traductora con el Gobierno español. Judith García, coordinadora de Jurídico de la ONG Accem, explica que hay una persecución basada en género en Afganistán: "A nivel de Naciones Unidas se habla del concepto de apartheid de género". En España viven unos 4.600 refugiados afganos, según los datos de ACNUR, y unas mil personas más están pendientes de una respuesta que, en general, suele ser positiva. La tasa de protección ronda el 76%, pero ha caído con respecto al 2022, que rozaba el 100%. Un trabajo de Isabel Jiménez.

Se cumplen cuatro años de la vuelta de los talibanes al poder en Afganistán. Un periodo en el que "el sistema jurídico y judicial (del país) ha experimentado una transformación profundamente preocupante, por no decir catastrófica", explica en Las Mañanas de RNE con Lara Hermoso Carlos de las Heras, portavoz de Amnistía Internacional España. Las condiciones de vida de la población, sobre todo de las mujeres y las niñas han empeorado: "Hoy día las mujeres en Afganistán no tienen ni justicia, ni verdad, ni reparación, ninguno de estos tres elementos [...] En estos cuatro años se han impuesto tantas restricciones, hasta más de 80, que limitan su vida, desde el sistema educativo o las posibilidades de trabajo. Estamos ante una de las peores crisis de los derechos contra las mujeres y contra las niñas en todo el mundo." De las Heras denuncia que también han aumentado en este tiempo las ejecuciones públicas para "infundir miedo" a la población. Por su parte, Agus Morales, periodista y director de la revista 5W, comenta que la crisis humanitaria que ya azotaba este Estado "ahora se ha profundizado muchísimo más" y critica el abandono de los países occidentales a la población afgana: "Recientemente más de dos millones de afganos han vuelto a Afganistán, sobre todo desde Irán y desde Pakistán [...] Hasta 10 días antes de que los talibanes volvieran al poder, aún había vuelos de deportación desde Europa a Afganistán. Es la historia de un abandono absoluto de la población afgana durante décadas".

Desde la salida de Afganistán de las fuerzas de Estados Unidos y sus aliados, los derechos de las mujeres y de las niñas afganas han ido desapareciendo y su día a día es terrible: no pueden estudiar, han perdido gran parte de sus empleos, no pueden participar activamente en la vida pública o en competiciones deportivas.Hoy nos visita Huria Samira Hamidi, responsable de las campañas sobre Afganistán en Amnistía Internacional.

La actriz estadounidense Meryl Streep ha denunciado en la sede de Naciones Unidas en Nueva York la situación de las mujeres y niñas afganas. Ha dicho que en Kabul "una gata tiene más derechos que una mujer porque puede sentarse al sol en una escalera", también ha añadido que los pájaros pueden cantar, pero "una mujer o una niña no pueden cantar en público".

Hace unos días, los talibanes anunciaban una ley para prohibir la voz femenina en público. Como consecuencia, miles de mujeres se manifestaron en redes sociales para reivindicar sus derechos. En el caso de España, una iniciativa, organizada por mujeres de la plataforma Más Democracia, quiere llevar esta legislación a la justicia. "Las mujeres afganas están luchando por sus derechos y nosotras queremos ayudarlas, aunque nos veíamos un poco limitadas desde la sociedad civil", comenta al canal 24 horas, Emilia Sánchez-Pantoja, una de las promotoras de la iniciativa. Tras recoger más de 10.000 firmas, este martes se han reunido con el Ministerio de Igualdad para debatir qué acciones podrían ponerse en marcha desde el país. "Nos hemos encontrado que llevaban días trabajando ya en una serie de medidas", ha añadido Sánchez-Pantoja, quien ha recalcado que buscan que España inicie "ante el Tribunal Penal Internacional esta acción para declarar como crimen contra la humanidad" el trato que se está dando a las mujeres y niñas afganas.

Por otro lado, la plataforma ha propuesto una serie de medidas concretas para ayudar a aquellas que ya residen en España y que se encuentran con obstáculos burocráticos.

La ley de la moral de Afganistán busca silenciar a las mujeres afganas con la última de las restricciones impuesta por los talibanes que prohíbe la voz femenina en los espacios públicos.

La ley, impulsada por el Ministerio para la Propagación de la Virtud y la Prevención del Vicio, establece como necesario que las mujeres se cubran el rostro y el cuerpo para evitar “causar tentación”, y evitar el sonido en público o de la voz en alto de mujeres, incluyendo cantar, recitar o hablar frente a micrófonos. 

Ante esta situación, mujeres afganas, en grupo o en solitario, cantan en señal de protesta. Han publicado vídeos en las redes sociales para reivindicar que su voz "no es aurat (privada)". 

Los retrocesos de la mitad de la población de Afganistán van en aumento cuando se cumple el tercer aniversario desde la toma del poder en Afganistán de los talibanes y la salida del ejército estadounidense.