Enlaces accesibilidad
arriba Ir arriba

Michael Flynn, asesor de seguridad nacional del presidente de EE.UU.Donald Trump, ha dimitido tras el escándalo generado a raíz de sus conversaciones con el Kremlin, de las que no informó a altos cargos de la Casa Blanca. En esas conversaciones, que se desarrollaron antes de que Trump accediera al poder el pasado 20 de enero y que interceptó el FBI, Flynn habló de las sanciones contra el Kremlin por la presunta injerencia de Rusia en las elecciones de noviembre pasado a la Casa Blanca impuestas por el expresidente Barack Obama.

Flynn habría mentido a Pence y a otros funcionarios sobre el contenido de las llamadas al asegurarles que no había hablado con Kislyak sobre las sanciones, una desinformación que llevó al vicepresidente a negar en los medios hace un mes tales contactos.

En su carta de dimisión, Flynn ha defendido que las conversaciones "son una práctica estandarizada en cualquier transición de tal magnitud", y que tenían el fin de "facilitar una transición fluida y empezar a construir una relación necesaria entre el presidente, sus asesores y líderes extranjeros".

Gonzalo Boyé, miembro del equipo de abogados de Edward Snowden, ha desmentido las informaciones sobre una posible devolución del exanalista de la Agencia Nacional de Seguridad (NSA) a EE.UU como "un regalo" a Trump. Snowden filtró en 2013 detalles de programas de espionaje secretos que permitían interceptar comunicaciones sin permiso judicial y con el que Estados Unidos también espió a aliados extranjeros. Tras la filtración, Snowden encontró refugio en Rusia para evitar ser procesado en Estados Unidos, aunque su paradero concreto se mantiene en secreto. El abogado ha asegurado a RNE que Snowden renovó su situación legal en Rusia para permanecer, por lo menos, un plazo de dos años más. Eso sí, Boyé sostiene que con la causa de Snowden, asegura, "nunca ha habido tranquilidad".

El líder opositor ruso Alexéi Navalni no podrá participar en las elecciones presidenciales en 2018 tras ser considerado este miércoles culpable en el juicio por malversación de propiedad pública: ha sido considerado culpable de apropiarse de 10.000 metros cúbicos de madera de la empresa estatal "Kirovles" por valor de 16 millones de rublos (unos 260.000 dólares) en connivencia con el empresario Piotr Ofitserov.

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha tenido que salir al paso de nuevo de críticas por su acercamiento a Rusia y a su presidente, Vladimir Putin.

Esta vez ha sido en la cadena Fox, considerada como un medio conservador. En una entrevista con el presentador Bill O'Reilly, de la que se emitió un extracto antes de la Super Bowl, Trump ha reiterado su respeto por Putin.

"Respeto a un montón de gente, pero eso no significa que me lleve bien con ellos", ha declarado. "Es un líder de su país. Lo que digo que es mejor llevarse bien con Rusia", ha subrayado el presidente estadounidense.

Trump ha insistido en que Moscú coincide con EE.UU. en la lucha contra el Estado Islámico y otros grupos yihadistas.

- "Pero es un asesino, no obstante. Putin es un asesino" - ha advertido O'Reilly.

"Muchos asesinos. Hay un montón de asesinos¿Cree que nuestro país es tan inocente?" - ha replicado Trump.

Las declaraciones de Trump han provocado el malestar de algunoas líderes republicanos.

"Intentó ahorcarme, acuchillarme y me daba patadas sistemáticamente", asegura desde un refugio seguro Ángélika. Es el nombre figurado de una mujer que sufrió la violencia de su marido durante más de una década. Angélika es una de esas mujeres que no entiende la ley que acaba de aprobar el Parlamento, y que despenaliza, en gran medida, la violencia doméstica. Por una abrumadora mayoría, los diputados han sacado adelante una polémica ley que regula cómo castigar las agresiones en el seno de una familia. Si la agresión no causa daños a la salud, y no se repite en el plazo de un año, no habrá delito penal. El agresor no irá a la cárcel, sólo tendrá que pagar una multa de entre 80 y 450 euros. Los defensores de la Ley, como la diputada Olga Balatina, reiteran que los agresores reincidentes irán a prisión. Pero defienden el derecho de los padres a castigar a sus hijos para que se comporten mejor.

El problema es que, aquí en Rusia, la gran mayoría de las agresiones en el entorno familiar, no son de padres a hijos, sino de maridos a esposas.
Según el Ministerio del Interior, cada año mueren en Rusia entre 12.000 y 14.000 mujeres a manos de sus parejas.
Anna Rivina lleva años contabilizando casos y atendiendo a las víctimas desde la ONG No a la violencia. Cuenta que esta ley agravará la situación, porque la justicia no actuará de oficio, sino que las víctimas deberán demostrar ante un juez que han sido agredidas.