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Los equipos de búsqueda han recuperado este martes una de las cajas negras del Tu-154, el avión militar ruso que se estrelló el pasado domingo en el Mar Negro con 92 personas a bordo, según ha anunciado el Ministerio de Defensa de Rusia.
"A las 05.42 hora de Moscú (02.42 GMT), con ayuda de un aparato teledirigido 'Falcon', a 1.600 metros de la costa y a una profundidad de 17 metros fue hallado el registrador principal de parámetros de vuelo", ha señalado el Ministerio en un comunicado.
La caja negra, que contiene información del vuelo que podrá ayudar a identificar la causa del accidente, será enviada este mismo martes a Moscú donde especialistas del Instituto Central de Investigaciones Científicas de las Fuerzas Aéreas de Rusia se ocuparán de su análisis.

Los equipos de rescate han encontrado en el Mar Negro los restos del fuselaje del avión ruso que se estrelló este domingo con 92 personas a bordo. Se investigan las causas del siniestro y se descarta, de momento, que el Tupolev 154, construido en 1983, pudiera haber sufrido un atentado terrorista y se cree que pudo ser un fallo humano o técnico. Este lunes decenas de rusos se acercan a la costa para rendir homenaje a las víctimas de la tragedia, a los tripulantes, a los periodistas, a los trabajadores humanitarios y a los miembros del coro del Ejército rojo que iban a Siria para actuar ante los soldados rusos el día de fin de año.

Un avión ruso Tu-154 con 92 personas a bordo que se dirigía a Siria se ha estrellado sobre las aguas del Mar Negro este domingo. Restos del aparato han sido hallados en el mar y un cadáver ha sido recuperado a seis kilómetros de la costa.

El aparato con 84 pasajeros y ocho tripulantes, había despegado a las 05.20 hora local del aeropuerto de Sochi, balneario a orillas del mar Negro. Veinte minutos después, cuando se hallaba sobre el mar, el avión de pasajeros, desapareció de los radares.

A bordo del avión viajaban militares e integrantes del coro y conjunto de danza Alexandrov, del Ejército ruso, que iban a participar en las festividades de Año Nuevo en la base aérea siria de Jmeimim, donde Rusia tiene desplegada una agrupación de aviones de guerra.

Moscú está convencido de que el asesinato de ayer pretende torpedear las relaciones entre Rusia y Turquía. Pero las autoridades rusas han dejado claro que apuestan por incrementar la colaboración con Ankara para buscar una salida al conflicto sirio. Expertos rusos han viajado a Turquía para colaborar en la investigación del atentado, según ha anunciado el ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov. El ministro ha subrayado que "lo importante es saber quién está detrás de este crimen".

El objetivo de los atacantes, según Lavrov, era "socavar el proceso de normalización de las relaciones entre Rusia y Turquía con el objetivo de frustrar la lucha eficaz contra el terrorismo en Siria". Lavrov ha mantenido una conversación telefónica con su homólogo turco, Mevlüt Cavusoglu, en la que ambos han mostrado su voluntad de combatir el terrorismo.

Las relaciones bilaterales entre Rusia y Turquía han vivido en estos últimos años uno de sus períodos más turbulentos, especialmente tras el derribo a finales de 2015 de un bombardero ruso en la frontera turco-siria, aunque en los últimos meses ha habido un nuevo acercamiento. Este martes está convocada en Moscú una reunión de los jefes de la diplomacia de Rusia, Irán y Turquía para discutir la guerra en Siria. Los dos primeros países apoyan a Bachar al Asad mientras Turquía apoya a los rebeldes.

En Ucrania, la situación es de gran incertidumbre. Un día después del acuerdo alcanzado con el presidente, hay un vacío de poder, las instituciones del Estado están en manos de los opositores y el presidente Yanukóvich está en una ciudad del este del país, cerca de Rusia. Rusia acusa a la oposición de no cumplir el acuerdo alcanzado y respaldado por tres ministros de la Unión Europea.