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Unos 13.000 millones de los fondos europeos financiarán la compra de vehículos eléctricos e híbridos enchufables, lo que contribuirá a reducir emisiones. Ya se usan, sobre todo en servicios públicos, y contribuyen a mejorar la calidad medioambiental de las ciudades.

Un equipo de TVE viaja a región china de Guizhou, una zona que ha visto cómo mejora su economía gracias a las plantaciones de té. Ya hay más de 600.000 hectáreas dedicadas al cultivo sostenible y aspira a convertirse en uno de los motores económicos de China.

Foto: Una plantación de té en China. GETTYMAGES.

Los coches eléctricos todavía suponen un porcentaje muy pequeño de las ventas del sector automovilístico en España. En 2020 apenas llegaron al 1,95%. Pero nadie duda de que estamos en medio de una revolución. Prácticamente, todos los días salen anuncios de nuevos modelos eléctricos. El gobierno español prevé destinar 13.200 millones de euros de los fondos de recuperación europeos a la movilidad sostenible y el fomento de vehículos verdes.

La clave del vehículo eléctrico es la batería y para fabricar una batería hace falta litio, un mineral muy escaso. Extremadura tiene algunos de los yacimientos más importantes de Europa. Pero lo que unos ven como una oportunidad histórica -España es el segundo fabricante de coches de Europa y el octavo del mundo- para otros es un riesgo inasumible: el litio se extrae en minas a cielo abierto con un gran impacto medioambiental. ‘Informe Semanal’ aborda los pros y contras de un debate que está provocando una carrera entre autonomías por atraer las enormes inversiones necesarias para la producción masiva de coches eléctricos.

Hablamos de los retos de laarquitectura para abordar problemas como lacalidad del aire y los desafíos que nos ha lanzado la crisis sanitaria provocada por la COVID-19. Para ello hablamos con la arquitecta y comisaria Olga Subirós y la arquitecta María Langarita, que reflexiona sobre habitar en elteletrabajo. Finalmente hacemos una aproximaciónal arte, la arquitectura y el jazz.

Este sábado se ha estrenado en La 2 de Televisión Española "Atlántico": una serie documental que transporta a los espectadores a lo largo de miles de kilómetros, por toda la costa de este océano, desde el cabo Finisterre hasta el extremo sur del continente africano. Daniel Landa, su director, ha hablado con Las mañanas de RNE con Íñigo Alfonso desde Namibia, donde graba el último episodio de la serie, y ha explicado cómo la pandemia primero interrumpió la expedición y después modificó algunos de sus planes inciales, complicando la grabación. Aún así, Landa se ha mostrado satisfecho con el trabajo, afirmando que ha sido un "privilegio" poder haber hecho este viaje, "muy duro, pero muy interesante".

En Honduras,  ha comenzado el juicio contra el considerado promotor, hace cinco años, del asesinato de Berta Cáceres. La popular activista medioambiental se oponía a la construcción de una presa hidroeléctrica que quería construir la empresa del acusado. La mataron a tiros, en su propia casa, en la madrugada del 3 de marzo de 2016.

El hombre que, supuestamente, ordenó el asesinato se llama Roberto David Castillo y desde el martes se sienta en el banquillo de los acusados.

Castillo, exagente de la inteligencia militar, era el presidente ejecutivo de DESA, la empresa que pretendía construir una presa hidroeléctrica a la que se oponía Cáceres. Los asesinos materiales de Cáceres, siete sicarios, fueron condenados en 2018 a penas de hasta 50 años de cárcel. La sentencia establece que el asesinato fue ordenado por ejecutivos de la compañía por las pérdidas económicas que les causaban las protestas de los ecologistas.

El proyecto hidroeléctrico de Agua Zarca está paralizado desde el crimen, que consiguió lo contrario de lo que perseguía: prolongar la vida del río por el que a Berta Cáceres le quitaron la suya.

Las tierras raras sirven para producir las baterías eléctricas de los coches o los paneles solares, entre otras cosas. Pero se extraen, ineludiblemente, junto a uranio. Más allá del dilema medioambiental, la mina puede cambiar radicalmente la importancia geopolítica de la isla más grande del mundo, después de Australia: "Convertirá a Groenlandia en un actor relevante, porque aquí se producirán entre el 15 y el 20% de las necesidades de estos metales claves para una transición ecológica mundial", dice el responsable de la empresa minera, que asegura que el porcentaje de uranio aquí es muy bajo y no hay nada que temer.

El 80% de la producción mundial de tierras raras está en manos de China. También hay capital chino en este proyecto groenlandés, pero muchos locales creen que la rentabilidad de la mina puede ser su pasaporte hacia la independencia de Dinamarca. Un viejo sueño que, por fin, podría cumplirse, quizá a un alto precio.