El Gobierno envía a Carles Puigdemont un requerimiento para que aclare si ha proclamado la independencia de Cataluña. Es el paso previo a cualquiera de las medidas que pueda adoptar en aplicación del artículo 155 de la Constitución. La respuesta del Gobierno cuenta con el respaldo del PSOE y Ciudadanos.
La repercusión del 1-O: las declaraciones de Puigdemont y Rajoy, petición de reprobación de la vicepresidenta por la actuación de la Policía, los Guardias Civiles hablan en el Congreso, el jefe de los mossos de Esquadra en la Audiencia Nacional, mensaje del rey Felipe VI...
El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, se ha mostrado contrario a la negociación para resolver el desafío independentista catalán pues, ha dicho, "la unidad de España no se negocia" y "bajo el chantaje no se puede construir nada".
"Mientras no se vuelva a la legalidad, yo desde luego no voy a negociar", ha afirmado Rajoy en una entrevista que publica este domingo el diario El País, en la que el presidente del Gobierno manifiesta tajantemente que impedirá "que cualquier declaración de independencia se plasme en algo" y que "España va a seguir siendo España y lo va a seguir siendo durante mucho tiempo".
Asegura Rajoy que el Gobierno "lo único que tiene", y el Gobierno catalán lo sabe, "es la idea de que no se puede dialogar sobre la unidad de España, ni mediar ni ser objeto de mediación, ni negociar con la amenaza de romper la unidad" del Estado.
A lo largo de la entrevista, reitera que España "no se va a dividir en absoluto" y que el Gobierno empleará "todos los instrumentos que nos de la legislación" para lograrlo.
El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ha afirmado que el Gobierno "va a impedir que cualquier declaración de independencia se plasme en algo" y que "España va a seguir siendo España y lo va a seguir siendo durante mucho tiempo".