El Partido Socialista impulsará una iniciativa para que los abusos sexuales en la Iglesia se investiguen a través del Defensor del Pueblo, apoyado por una comisión independiente de expertos. La propuesta se registrará en el Congreso de forma inmediata.
FOTO: El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, conversa con el presidente de la Conferencia Episcopal, Juan José Omella, en una imagen de archivo. EFE/Pool Moncloa/Fernando Calvo.
El Papa Francisco ha pedido que se realice una investigación sobre los abusos a menores en la Iglesia española. Lo hace tras conocer un informe con 251 nuevos presuntos casos de abusos a menores, investigados por el diario 'El País'. El presidente de la Conferencia Episcopal Española, el cardenal Juán José Omella, ha trasladado la investigación a las 31 diócesis y 31 órdenes afectadas.
En España, la versión de la Conferencia Episcopal habla de 220 clérigos denunciados por abusos en los últimos 20 años. Nos preguntamos qué ha hecho la Iglesia en España ante estos abusos y qué ha hecho el Estado.
En España no hay cifras oficiales de abusos cometidos contra los menores en la Iglesia. La Conferencia Episcopal solo ha reconocido 220 casos y son de los últimos 20 años. La Iglesia dice que será bien recibida cualquier investigación judicial sobre los abusos, pero, recalca, que también debe hacerse en el resto de entornos de la sociedad.
Mario Iceta Gavicagogeascoa, arzobispo de Burgos, pide "levantar alfombras en todos los ámbitos, ver dónde se producen estos hechos tan execrables". La Conferencia episcopal no va a abrir una investigación general de sus casos de pederastia en el pasado, y se limita a pedir que las víctimas acudan a sus oficinas de atención, abiertas hace dos años. El Arzobispo de Burgos ha pedido perdón, en nombre de la Iglesia, a las víctimas de abusos sexuales, por los que dice sentir un profundo dolor: "Es algo inaceptable e injustificable. Cómo han destrozado la vida de muchas personas, el dolor que ha causado en ellas y también en su entorno familiar, y al ser en un entorno eclesial, se añade un dolor y una vergüenza".
Las asociaciones de víctimas ven difícil que quienes hayan sufrido abusos vayan a la propia Iglesia a denunciar. "¿Quién va a ir? ¿Quién confía en alguien que ha mirado para otro lado e incluso es colaborador de estos delitos? Pero es una forma de justificar que están haciendo algo y es una forma de decir que no hay casos en España, que son muy pocos y que es anecdótico", critica Mikel Eziolatza, víctima de abusos en centros religiosos de Navarra.
La Conferencia Española de Religiosos, que reúne a 400 congregaciones, dice que ahora están empezando a escuchar a las víctimas, pero reconocen que no obraron correctamente en el pasado: "Lo que ha ocurrido fue porque quizá no había los protocolos y las formas de actuar suficientes, algo se nos escapó, probablemente se ocultaron cosas porque quizá era una práctica que había donde lo que se conocía era en el ámbito muy privado", explica Jesús Miguel Zamora, secretario general de Conferencia.
"Se ha dado prioridad a la defensa de la institución hacia dentro de una manera endogámica, frente a la defensa de las víctimas de su dolor y la terrible experiencia", denuncia Pepa Monleón, del colectivo Revuelta de Mujeres en la Iglesia.
Las víctimas sostienen que hasta hace poco el Estado también ha mirado para otro lado. Uno de los problemas de siempre ha sido la prescripción de los casos, pero con la nueva ley de la infancia, se ha ampliado el tiempo para denunciar, lo que les ha traído algo de esperanza. "Para una víctima es muy difícil de entender que porque no lo hayan contado antes el delito, ya para el estado no cuenta", explica la abogada de la asociación Infancia Robada, Leticia de la Hoz.
El Estado no tiene acceso a los archivos eclesiásticos. Es uno de los puntos incluidos en el Concordato. Esta semana la Fiscalía general ha pedido información de los procedimientos abiertos en toda España sobre casos de abusos a menores en instituciones religiosas.
En los últimos meses, se han visto movimientos en la sociedad, en la política e incluso en la Iglesia para investigar los abusos sexuales a menores en instituciones católicas. Hoy el Telediario ha puesto el foco en qué se ha hecho hasta ahora y por qué es probable que muchos casos no hayan salido a la luz.
No es fácil saber cuántos casos pueden haber existido, aunque una investigación de El País ha documentado más de 250 casos. En ocasiones las posibles víctimas se enfrentan a la vergüenza o al bloqueo y muchas veces a la prescripción de los delitos. Algunas de ellas han contado cómo rompieron el silencio para denunciar esos abusos; otras describen las secuelas que siguen sufriendo años después de haber sido abusados.
TVE también ha querido saber cómo se ha investigado este asunto en otros países y cuáles son los próximos pasos en España.
26 diócesis y tres órdenes religiosas han ido a la bancarrota en Estados Unidos por el pago de indemnizaciones que calculan han sumado un mínimo de 3.000 millones de dólares.
Foto: Protesta a las puertas de la Catedral de la Santa Cruz en Boston, en una imagen de archivo del 30/07/2003 (EPA/CJ GUNTHER)
Algo se está moviendo en la política. Esta semana el presidente Pedro Sánchez se ha reunido con una de las últimas víctimas en alzar la voz y contar su caso, el escritor Alejandro Palomas. Además, algunos partidos han pedido que se investigue en el Congreso. Por primera vez el Congreso abre la puerta a investigar los abusos a menores en el seno de la iglesia católica. La iniciativa parte de Unidas Podemos, ERC y Bildu, que piden que se cree una comisión en la cámara para esclarecer los hechos. No hay nada cerrado todavía y la decisión depende en gran medida del PSOE, que está estudiando dicen la mejor fórmula. No descartan que pueda ser una comisión extraparlamentaria con expertos independientes.
Que la víctima dé el paso y alerte de su sufrimiento durante la etapa de abusos sexuales requiere de un respaldo, el de sus allegados, con el que no pueden contar. Romper el silencio supone un largo camino que puede extenderse varias décadas y que la víctima recorre en soledad.
El calvario silencioso de Javier Paz comenzó con 10 años; madre e hijo llegan a Salamanca, una ciudad nueva, nadie les conoce. Ambos hacen de una iglesia su pequeño y único mundo. Y del párroco, Isidro López Santos, su persona de confianza. Les visita a diario. Y se convierte, durante una década, en el abusador sexual de Javier. Es uno de los entornos que acalla el depredador. Conoce sus secretos, que son un arma para incomunicar al abusado o incluso poner en su contra a su círculo de amistades, en ocasiones también víctimas, y logra dejarle sin apoyos. Del entorno familiar y de su silencio depende que el abusador se salga con la suya. La inocencia propia de los menores de edad es otra de las bazas que juega el abusador.
Las víctimas tardan en romper su silencio una media de 30 años. Después de 29, Javier plantó cara a cara ante el obispo de Salamanca, quien le aseguró la apertura de un proceso canónico. Con el paso del tiempo, nada ocurrió, y Javier decidió grabar las conversaciones que le reconocían el derecho a una compensación económica. Según Javier, él firma, engañado, una oferta que le presentan por escrito, pero simulando que era petición suya.
A las víctimas de los abusos sexuales a menores en la Iglesia Católica les cuesta mucho hablar y, más aún, llegar a denunciar. "La primera persona a la que se lo cuento es al psiquiatra cuando tenía 19 años al que fui porque me quería suicidar. Así de crudo y así de duro" cuenta en TVE una de las víctimas, Teresa Conde. "Primero me violaba y luego le ayudaba en secretaría", denuncia. Más tarde se lo contó a su madre y el cura reconoció los abusos.
No hay cifras. La teoría del iceberg que defienden los expertos y que dice que solo conocemos una mínima parte del problema, choca con la teoría descrita muchas veces por la Iglesia, la de las manzanas podridas, que afirma que han sido casos aislados.
Los expertos dicen que nunca llegaremos a conocerqué hay en la base del iceberg. Aun así, insisten en que la sociedad tiene que dar la oportunidad a las víctimas de contarlo como hace Teresa, que me dice cuando apagamos la cámara, que no va a ser peor hablar que lo que le sucedió mientras estuvo callada.
Fernando sufrió abusos sexuales por parte de un sacerdote siendo niño. Décadas después, denunció y fue escuchado. Ahora, sigue luchando para que ningún otro niño pase por el mismo infierno. "Hay que desarrollar algún sistema que ayude a los niños a saber responder y a protegerse", insiste, ya que los abusadores hacen a los niños sentirse culpables, lo que les impide contarlo. "Aquí no hay nadie orquestado para atacar a la Iglesia. Aquí estamos las víctimas", recuerda. "Estamos hablando de gente herida, de niños sin infancia", añade. Y pide que se escuche a las víctimas para seguir dando pasos importantes. "Ojalá esto no sea un fogonazo y realmente se empiece a cambiar algo", nos dice.
El escritor Alejandro Palomas está a pocas horas de reunirse con el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, después de revelar que fue víctima de abusos sexuales por parte de un profesor de La Salle de Premià de Mar, en Barcelona, cuando tenía 8 años. Sánchez ha acordado este encuentro después de escuchar el testimonio sobrecogedor de Alejandro, pero el escritor se mantiene expectante: “No espero nada de la reunión, yo voy a escuchar, me sorprendería si tuviese algún tipo de propuesta”. Así lo ha expresado en Las Mañanas de RNE, donde ha asegurado que el Gobierno está negociando con la Iglesia, algo que considera imprescindible.
Para las víctimas de abusos sexuales, las consecuencias de tantos años de silencio varían con el paso del tiempo. “Lo que no cambia es la memoria”, expresa Alejandro. “Es como cuando hablamos de la memoria histórica. Nosotros tenemos vida, por lo cual somos testimonio callado, no enterrado, y simplemente tienen que sentarse con nosotros, escucharnos y creernos”. Alejadro cree que no están puestas las bases para que los abusos sexuales desaparezcan, ya que cree que es muy difícil que no pase. "Como ocurre con la violencia de género, sigue habiendo y seguirá habiendo siempre", expresa.
La Conferencia Episcopal Española afirma que todas las investigaciones que haga el Poder Judicial sobre abuso sexual cometido en menores son “bien recibidas”. Los obispos creen que de esta forma se conocerá la extensión y la profundidad de estos abusos que atentan gravemente contra la dignidad de los menores. En los últimos 20 años, la Santa Sede ha investigado a 220 sacerdotes en España por este motivo. Sobre la creación de la comisión de investigación en el Congreso de los Diputados todavía no se ha pronunciado.
La Fiscalía General del Estado ha pedido información sobre los casos de abusos sexuales a menores en instituciones religiosas que se están investigando en toda España. Quiere conocer las denuncias y querellas que se estén tramitando, pero algunas víctimas creen que tiene poco recorrido y piden una comisión formada por expertos independientes que se dedique a recabar el testimonio de las víctimas.
Este martes, el Congreso ha abierto la puerta a que se pueda formar una comisión de investigación. La Conferencia Episcopal no hace declaraciones hasta que la comisión se apruebe definitivamente y señala que en todas las diócesis hay oficinas de investigación que recogen las denuncias de las víctimas de abusos. El presidente del tribunal eclesiástico del Arzobispado de Barcelona no descarta que la Iglesia colabore con esa comisión.
La Mesa del Congreso da el primer paso para investigar los abusos sexuales a menores en el seno de la Iglesia. Lo hace, tras el informe de los letrados, y lejos de la unanimidad. Los servicios jurídicos del Congreso de los Diputados se muestran favorables a la creación de una comisión de investigación sobre los abusos sexuales a menores en la Iglesia. Según los letrados, el artículo 52 del reglamento de la cámara permite que se admita a trámite, ya que habla de la posibilidad de crear comisiones de investigación en asuntos de interés público. La inicitiva fue presentada por Unidas Podemos, Esquerra Republicana de Catalunya y Bildu. El PSOE dice que fijará su postura muy pronto, y la ministra de Política Territorial y portavoz del Gobierno, Isabel Rodríguez, ha asegurado que están comprometidos con las víctimas y que están estudiando con determinación todas las fórmulas posibles que permitan que se esclarezcan los hechos. PP y VOX han votado en contra.
El portavoz de Ciudadanos, Edmundo Bal, confía en que el jueves salga adelante la reforma laboral. Espera tener en las próximas horas algún contacto más con el PSOE pero mantiene que su voto será si siempre “que no se toque ninguna coma de lo pactado con los agentes sociales”. Bal pone en valor el acuerdo y critica que la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, alcance acuerdo con casi todos y se niegue a hablar con partidos como el suyo: “Si quiere mostrarse como una persona que consenso, llama la atención que quiera que algunos grupos voten no. Es una postura irrisoria, ridícula y en mi opinión totalmente irresponsable”. Edmundo Bal también apuesta por crear una comisión en el Congreso en la que se investiguen los abusos, pero aclara: “Debería existir una comisión si bien no puede tratarse de una comisión que estigmatice a una institución legitima como es la Iglesia”.
Por primera vez en la historia, España podría llevar a cabo unainvestigación Parlamentaria de los abusos a menores por parte de religiosos, algo que las víctimas como Miguel Ángel Hurtado llevan pidiendo desde hace años. En su caso, como ha comentado en Las Mañanas de RNE, denunció los abusos sufridos en la Abadía de Montserrat en el año 2009 y entonces ninguna institución quiso hacerse cargo de la investigación.
Años después y tras un incremento notable de las denuncias, Miguel Ángel y otras víctimas de abusos, piden al Gobierno la creación de una comisión de la verdad para estudiar la pederastia no solo en las instituciones religiosas, sino también en laseducativas y deportivas.
A su parecer, unacomisión parlamentaria como propone la izquierda del Congreso podría ser útil “a corto plazo, ya que puede elaborar medidas de choque para luchar contra la pederastia institucional”. Sin embargo, una comisión independiente podría profundizar más y contabilizar el total de los casos de abusos ocurridos hasta ahora.
Miguel Ángel Hurtado hace un llamamiento al Gobierno para que no tome una actitud “gatopardista” que haga parecer que se produzcan cambios sin que sea cierto. Y, sobre todo, pide que no se llegue a un acuerdo con la Conferencia Episcopal y que no se les permita investigar sus propios abusos.