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Nos acercamos a la difícil coyuntura que vivieron las personas del colectivo LGTBI durante el franquismo, de la mano del cómic Que no se olvide. Seis historias LGTBIQ+ desde el franquismo hasta hoy, editado por Salamandra y escrito por la ilustradora profesora Marina Velasco Marta. Discriminación, rechazo y mucho miedo son el resumen de las vivencias de personas que no encajaban en las normas de una dictadura y que sufrieron su represión por ser lo que son. Sus historias han sido recopiladas por la autora y sobre ellas ha charlado con Chema García Langa.

Hoy en la sección "Lo que no me contaron en el conservatorio", presentada cada viernes por Miguel Baselga en Por tres razones, hablamos del alicantino Óscar Esplá, de la obra El contrabandista. Era un compositor de la generación de plata pero del exilio interior. Miguel nos explicará cómo usaba mucho la séptima mayor, la diferencia con la séptima de dominante y qué era el exilio interior en tiempos de Franco.

El documental, con guion de Luis Miguel Úbeda, aborda el espinoso tema del acercamiento que hizo el primer franquismo a la enfermedad mental, desde tesis eugenésicas y racistas, a través del primer catedrático (1947) de la especialidad en la Universidad española,  Antonio Vallejo Nágera.

El doctor Vallejo Nágera, natural de Paredes de Nava (Palencia, 1889), desarrolló su carrera profesional en la medicina militar. y se vio muy influido por el eugenismo, una de las corrientes de la época que creía en la mejora de la raza humana a partir de la biología y la genética.

Vinculado a grupos de ideología ultra tradicionalista, dejará condensado su pensamiento en el opúsculo de 1936, Eugenesia de la hispanidad y la regeneración de la raza. En él definía la raza hispana, dotada del genotipo ibérico, que había que perfeccionar estimulando la fecundidad de los selectos, para así crear una supercasta hispana. Una tesis en la mezclaba planteamientos pseudocientíficos con ideas espirituales y religiosas.

Pero la principal aportación de Vallejo Nágera en los años treinta fue la aplicación de esas teorías a la política represiva franquista de la disidencia. Actuó como propagandista en contra del enemigo marxista, un término que englobaba cualquier ideología fuera del catolicismo y el pensamiento tradicional. Asimismo, convirtió la disidencia política en patología psiquiátrica y, desde esa posición, justificó la eliminación física del adversario: el encarcelamiento, el exilio, el robo de niños y el ostracismo social para los desafectos al régimen franquista.

En el intento de probar experimentalmente sus proclamas sobre la supuesta patología mental de los marxistas, Vallejo Nágera realizó un estudio, en plena Guerra Civil, con milicianas y brigadistas internacionales presos. Trabajo que publicó en 1938 con el título de Psiquismo del fanatismo marxista, con el objeto de demostrar, según sus palabras, la razón ética de su destrucción individual y colectiva.

Aunque Vallejo Nágera fue considerado como el padre de la psiquiatría en España, lo cierto es que su huella médica y científica ha sido escasa. Su vinculación con el eugenismo y la represión franquista y su falta de asiento científico en sus planteamientos, han hecho que su figura haya quedado desprestigiada y superada.

El programa, Disidencia y psiquiatría: el caso Vallejo Nágera, ha contado con la aportación de Ricardo Campos, investigador científico en el Instituto de Historia del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC); Enric Novella, psiquiatra y profesor de Historia de la Ciencia en la Universidad de Valencia; Enrique González Duro, psiquiatra y autor, entre otros, de Los psiquiatras de FrancoAna Conseglieri, psiquiatra del Hospital Universitario Infanta Cristina de Parla; y de Olga Villasante Armas, psiquiatra del Hospital Universitario Severo Ochoa de Leganés.

Documentos RNE se emite los viernes, de 23 a 24 horas, por Radio Nacional.

"Ha sido un triunfo para el movimiento memorialista", ha indicado en el informativo 24 Horas de RNE Julio Pacheco, el primer represaliado del franquismo que ha podido declarar ante un juez las torturas sufridas en 1975. 48 años después, cuenta cómo le sacaron de su casa a punta de pistola para encerrarle en la Dirección General de Seguridad donde le tuvieron siete días metido, tres de ellos sin tener siquiera una ficha policial: “estaba secuestrado”, recuerda. Tras ello fue trasladado a la cárcel de Carabanchel donde, primero, le enjuiciaron por lo militar acusado de terrorismo para, después, ser acusado de asociación ilícita y propaganda ilegal ya por el Tribunal de Orden Público. Entre sus torturadores ha podido reconocer al excomisario Villarejo, dice, gracias a que “la prensa mostró su rostro”, como ya ocurrió anteriormente con otros como Billy el Niño o Roberto Conesa. Ahora, solo espera que para próximas querellas, que está seguro de que llegarán, los jueces "den un tratamiento distinto a como han hecho hasta ahora", ya que ellos han tenido que presentar 100 querellas hasta que han sido escuchados.

Hoy se despide la histórica librería Lagun, símbolo de la resistencia franquista y de la lucha contra ETA, y en Las Mañanas de RNE hemos hablado con Elena Recalde, librera, socia de la librería e hija de su cofundadora, María Teresa Castell. Nos explica que, aunque no cierra literalmente hoy, sino que se mantendrán todavía un tiempo abiertos, querían realizar un homenaje a la lectura, a la librería y a todos sus lectores, y dice tener un “sentimiento agridulce” de cara a este adiós: “Mi madre se alegraría de que hayamos llegado hasta aquí y de que hayamos hecho todo lo posible por continuar con el legado que dejaron”, indica. Un legado, subraya, “de ejemplo, de ética y de lucha”.

Este lunes el secretario de Estado de Memoria Democrática, Fernando Martínez, ha recibido en Moncloa a familiares que han reclamado la exhumación de víctimas de la Guerra Civil en el Valle de Cuelgamuros. Este valle, anteriormente conocido como el Valle de los Caídos, cambió su nombre tras la entrada en vigor de la Ley de Memoria Democrática.

Este valle está considerado la mayor fosa común de España. Hay enterrados 33.833 restos de víctimas de ambos bandos de la Guerra Civil. Los trabajos forenses de exhumación iniciados el pasado 12 de junio afectan solo a las 128 víctimas reclamadas por sus familiares. Los técnicos que trabajan en las exhumaciones han identificado los restos de doce personas y de cuatro ya saben las identidades concretas. Son Valerico Canales, Emilio Caro, Flora Labajos y Román González, todas ellas del grupo de los denominados "siete de Pajares", por ser de Pajares de Adaja, en Ávila, fusilados en la Guerra Civil.

Hablamos en Por tres razones con Juan Luis González, nieto de Román González, uno de los "siete de Pajares", y ha sido una de las personas que ha venido hoy a Madrid para conocer más detalles de los trabajos de exhumación.

"Ojalá se hubieran encontrado antes. Cuando empezó el proceso había varios hijos vivos aún"