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La Policía de Estados Unidos ha detenido este fin de semana al presunto autor de los tiroteos contra dos senadores demócratas y sus parejas. Tras 48 horas de búsqueda, han encontrado a Vance Boelter en un bosque cercano de su casa, a una hora de Mineápolis. Boelter, de 57 años, empresario y cristiano evangélico extremista, iba armado y las autoridades han encontrado en su coche una listado con más objetivos: 70 personas, entre ellos muchos políticos (todos demócratas), pero también médicos y defensores del aborto.

Foto: Tim Evans / Reuters

El intercambio de ataques entre Israel e Irán hacen temblar los mercados. Irán, que exporta tres millones de barriles diarios, no es uno de los principales productores, pero el conflicto con Israel puede llevar a Teherán a cerrar el estrecho de Ormuz. Este es un paso estratégico por el que pasa el 20% del comercio del petróleo mundial, por donde salen las exportaciones de grandes productores como Arabia Saudí, Emiratos Árabes, Irak o Kuwait.

Ese cierre sería el peor escenario geopolítico para los precios de la gasolina, que probablemente aumentarían más del 20%, hasta superar los 100 dólares por barril. También se dispararían por la intervención directa de Washington, o si el conflicto escala a una guerra regional. A pesar de todo, este momento parece algo lejano.

Pablo Fernández de Mosteirín, analista financiero de Renta4 Banco, añade que "a nadie le conviene, principalmente a Estados Unidos" el aumento de los precios del petróleo. Recuerda que una de las principales prioridades de Trump, desde su regreso a la Casa Blanca, ha sido bajar los precios del petróleo. Tampoco le interesa a "China, que es el principal importador de crudo iraní del mundo". El analista se muestra confiado y sentencia que, con los intereses de estas dos grandes potencias en juego, se encargarán de presionar para que esto no pase.

La incertidumbre puede afectar también al precio del gas: Irán es un productor relevante y Catar, el mayor exportador mundial, utiliza el estrecho de Ormuz como salida.

Foto: EPA / ABEDIN TAHERKENAREH

En los alrededores del desfile militar en Washington se enfrentaron manifestantes y seguidores de Donald Trump. Hubo protestas en Chicago, Filadelfia, Boston, San Francisco... La policía dispersó a los manifestantes con gases lacrimógenos en Los Ángeles. Hubo detenciones. También en Nevada y más estados. En otros, las protestas fueron pacíficas contra las políticas autoritarias de Trump y las migratorias. "Nadie es ilegal" se ha escuchado en Chicago.

Foto: Alex Kent/Getty Images via AFP

Durante la madrugada de este viernes, Israel ha llevado a cabo un ataque quirúrgico y a gran escala contra Irán. Con Estados Unidos de perfil ante esta ofensiva, las negociaciones entre Washington y Teherán sobre el programa nuclear iraní podrían naufragar definitivamente.

Para Netanyahu, el silencio de Donald Trump es “un visto bueno, o al menos suficiente para ir adelante”, nos explica Manuel Torres, catedrático de Ciencias Políticas en la Universidad Pablo de Olavide.

Uno de los objetivos de la operación militar de Israel habría sido eliminar la opción de un posible acuerdo nuclear entre la Casa Blanca y Teherán, aunque no ha sido el único. Netanyahu también ha tratado de limitar la capacidad de respuesta militar iraní, atacando sistemas de lanzamiento y bases aéreas.

Ahora, más allá de los ataques de esta noche con misiles, Irán podría optar por otras fórmulas de ataque a Israel. “Es posible que recurran a acciones híbridas en el sentido de afectar el tráfico marítimo o cualquier otro tipo de acto de represalia que ni siquiera tiene que ser en el propio territorio de Israel”, adelanta Torres.