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Florentino Portero, historiador y experto en relaciones internacionales, analiza para el canal 24 horas las implicaciones del ataque de Estados Unidos a las plantas nucleares de Irán, que es una muestra de las "contradicciones con las que se mueve en estos momentos la diplomacia estadounidense. Por una parte, no quieren saber nada del mundo, pero por otro lado, sus intereses en la región son muy grandes, tanto con el bloque árabe como con Israel".

"Permitir que Irán accediera al umbral nuclear suponía cambiar la dinámica de la región y eso sería un desastre para los aliados de Estados Unidos", ha asegurado Portero, que ha añadido que "lo que no puede hacer Irán ahora es enfrentarse a EE.UU., eso sería una provocación de locos", por eso lo más sencillo sería atacar a Israel o subir el listón y cerrar el estrecho de Ormuz, por ejemplo, lo que tendría un impacto directo sobre la economía internacional.

Foto: WHITE HOUSE/AFP — Donald Trump en la Sala de Crisis de la Casa Blanca

El ataque de Washington no ha aplacado los ánimos del régimen iraní. El ministro de Exteriores ha dicho que van a responder en primer lugar y después, en todo caso, se sentarán a negociar. El presidente es quien ha dicho esta tarde por la red social X que "este pueblo es invencible si todos están unidos". Hay que recordar que Internet está capado en este país en este momento, aunque sí hay cierto acceso para los medios iraníes, que han informado de que las defensas aéreas en Isfahán se han vuelto a activar esta tarde, lo que quiere decir que se esperan más ataques.

Foto: AP Photo/Vahid Salemi

Irán sopesa cerrar el estrecho de Ormuz, una vía clave para el comercio global de petróleo y gas, como respuesta a los ataques de EE.UU., según su embajador en España. La decisión final recae en el líder supremo, Alí Jameneí.

Por este estrecho pasa más del 20 % del petróleo mundial, cuyo cierre afectaría gravemente a China, Europa y otros países del Golfo. Su bloqueo no solo elevaría los precios energéticos, sino que sumiría a la región y al mundo en una nueva ola de inestabilidad.

Foto: HAMAD I MOHAMMED/REUTERS

Israel sorprendió y debilitó al régimen iraní en la madrugada del 13 de junio. Fue una ofensiva sin precedentes que llamó "operación león naciente". Israel bombardeó instalaciones militares y nucleares alegando que Teherán estaba a punto de desarrollar bombas nucleares. También mató a la cúpula militar y científica del país.

El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, explicó que los preparativos llevaron meses y que dio indicaciones para esa ofensiva en noviembre de 2024, porque, según Netanyahu, tras la muerte en un ataque israelí de Hassán Nasralá, líder de Hizbulá y aliado de Teherán, el régimen iraní avanzó en su programa nuclear.

Foto: Stringer/Getty Images

Los Estados Unidos han bombardeado las tres instalaciones nucleares iraníes. Una de las principales reivindicaciones de Teherán es que su programa militar es pacífico y señalan que la Organización Internacional de la Energía Atómica no ha encontrado pruebas del desarrollo de un arma nuclear. Sobre eso hablamos con Ignacio Álvarez-Ossorio, catedrático de Estudios Árabes e Islámicos y coordinador del Área de Estudios Árabes e Islámicos de la Universidad Complutense de Madrid. Afirma que el ataque no tiene justificación más allá de beneficiar a Israel para "asentar su hegemonía regional en Oriente Medio e ir poco a poco acabando con sus principales rivales". "No puede comprenderse toda la ofensiva que está desarrollando Israel contra Irán y el denominado eje de la resistencia, sin tener en cuenta su proyecto del Gran Israel", dice Ossorio, en relación con la ofensiva israelí en Gaza, "es decir, destruir por completo la Franja de Gaza, forzar el éxodo de la población mediante una operación de limpieza étnica que parece tener la luz verde por parte del presidente norteamericano", afirma Ossorio. La Unión Europea ha llamado a la desescalada pero ha hecho mención al desarrollo nuclear iraní. Cree Ossorio que la connivencia con Israel ha hecho que se convierta en un "actor residual" que no tiene fuerza para "promover cualquier tipo de solución negociada". El catedrático se muestra muy crítico con Estados Unidos, que dice, apuesta "claramente por el unilateralismo, y por la ley del más fuerte".

Teherán, una ciudad normalmente vibrante y congestionada, se presenta este domingo como una urbe fantasmal. Los comercios cerrados y las calles desiertas reflejan la huida de más de cinco millones de sus habitantes, que han buscado refugio en el norte, especialmente en las montañas, históricamente asociadas con protección en tiempos de conflicto.

El acceso a la capital iraní ha estado marcado por controles militares inusuales y un viaje terrestre de 900 kilómetros desde la frontera turca, según informa la corresponsal. Todo indica que, tras los ataques estadounidense, Irán atraviesa un momento extraordinario que ha transformado la vida cotidiana de su capital.

Foto: EPA/ABEDIN TAHERKENAREH

Estados Unidos ha utilizado más de 125 aeronaves y 75 bombas y misiles para atacar tres instalaciones nucleares iraníes: Isfahán, Natanz y Fordow. El presidente estadounidense, Donald Trump, anunciaba el ataque en un discurso a la nación como un éxito militar espectacular. Tomó la decisión minutos antes del ataque, pero la operación llamada 'Martillo de Medianoche' llevaba meses preparándose, según el Pentágono.

Foto: MAXAR TECHNOLOGIES vía REUTERS

Con la escalada de tensión entre los Estados Unidos e Irán, la atención se pone en las posibles consecuencias a nivel global. El parlamento iraní ha aprobado el cierre del estrecho de Ormuz, aunque el embajador iraní en España ha dicho que eso no es una prioridad para su Gobierno. Este estrecho separa el Golfo Pérsico y el de Omán y por él pasa el 20% del tráfico de crudo por mar. En el informativo 24 horas Fin de Semana, el economista Luis Garvía cree que el precio del barril podría subir si finalmente el estrecho se cerrase, aunque dependerá de las condiciones en las que se lleve a cabo ese cierre. Igualmente, dice Garvía que las consecuencias no se notarían tanto en Occidente como podrían hacerlo en la zona y en China, el país que podría salir más perjudicado: "A Estados Unidos le beneficia, pensando en esa producción de crudo, que el precio del petróleo suba. [...] Ese ataque a Irán en el corto plazo perjudica más a China que a Estados Unidos, y que suba el precio del petróleo, pensando que Estados Unidos es productor de petróleo caro, tampoco perjudica tanto a Estados Unidos". Con todo esto, Europa se queda en una posición "complicada", señala.

Un equipo de TVE ha conseguido llegar a Irán tras los ataques de EE.UU. esta madrugada a tres de las principales infraestructuras nucleares del país. En Teherán, la enviada especial Silvia Guerra ha informado de que las calles están "prácticamente vacías, sin tráfico y con casi todos los comercios cerrados". "En nuestro camino hemos encontrado controles militares, donde no solo han examinado cuidadosamente nuestros pasaportes y visas, sino nuestro equipaje personal y equipo de televisión", ha explicado la periodista en una videoconferencia, debido a la dificultad de enviar las crónicas por la desconexión del país persa al internet global. La capital es el único lugar en el que la República Islámica da permiso para rodar a "los pocos periodistas internacionales" que han conseguido visado, ha añadido.

La madrugada del 13 de junio, Israel lanza contra Irán la Operación León Naciente: una serie de ataques sin precedentes contra objetivos nucleares y militares iraníes. Figuras clave de la Guardia Revolucionaria, de las fuerzas armadas y científicos iraníes murieron.

"Ofensiva inicial exitosa", decía el primer ministro israelí, "para frenar el rápido avance de Irán en fabricar bombas nucleares". Algo que Teherán ha negado reiteradamente. Netanyahu anticipaba que sus ataques continuarían el tiempo necesario para eliminar esa amenaza.

La reacción persa llegó en misiles contra el centro y norte de Israel. Y siguieron hasta diez días después. Pero el escenario de incertidumbre se abre ahora todavía más en el avispero de Oriente con la intervención de Estados Unidos.

Arropado por el núcleo duro de su Gobierno, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha anunciado en una comparecencia que ha atacado "con éxito" tres instalaciones nucleares iraníes (Isfahán, Natanz y Fordow). El Pentágono dice haber usado bombas antibúnker lanzadas desde bombarderos B2, las únicas capaces de penetrar fortalezas subterráneas. El Organismo Internacional de Energía Atómica no ha detectado por el momento un aumento en los niveles de radiación en ninguna de las plantas nucleares. El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, le ha dado las gracias a Trump, mientras que Irán ha asegurado que responderá. Foto: EFE/EPA/WHITE HOUSE

Puede que lo haga o puede que no, decía, pero al final, Donald Trump ha atacado Irán. En campaña, el presidente estadounidense prometió no intervenir en conflictos en el exterior, tras el trauma de Irak y Afganistán.

Esta intervención podría llevar a una guerra larga, de desgaste y empujar a Irán a retomar su programa nuclear con más fuerza. Y es que Irán tiene sus instalaciones, algunas secretas, repartidas por todo el país.

Israel ha presionado a EE.UU. para que entrara en juego con un arma que ellos, no tienen: la GBU-57, una bomba antibúnker capaz de penetrar en instalaciones nucleares subterráneas como la de Fordow. En este ataque, EE.UU. ha movilizado bombarderos B2, los únicos capaces de transportarlas.

Trump quiere forzar así a Irán a que negocie, aunque la amenaza de un ataque iraní contra bases estadounidenses está más cerca que ayer.

Foto: REUTERS/Kevin Mohatt

Estados Unidos ha atacado esta madrugada tres de las principales infraestructuras nucleares de Irán, uniéndose así a los bombardeos de la última semana por parte de Israel. La entrada de Estados Unidos en la guerra no solo ha generado incertidumbre política, sino también económica ante la posibilidad del cierre iraní del Estrecho de Ormuz, un punto clave para el tráfico marítimo de petróleo y gas. "Si a consecuencia del ataque, se bloquea el Estrecho de Ormuz, probablemente veamos como el precio del petróleo llega a los 100-130 dólares el barril con bastante facilidad", ha vaticinado en una entrevista al Canal 24 Horas, el analista de IBM, Luis García.