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Bajo un calor abrasador, la sombra que da este puente es el único cobijo...Esto es Texas, unas 10.000 personas se hacinan aquí con sólo 22 retretes portátiles y el agua del río para refrescarse... Es el río Bravo, la frontera entre México y Estados Unidos... En este punto el nivel del agua es bajo y algunos vuelven a cruzarlo cada día para comprar comida en México... En el lado estadounidense no encuentran víveres... Aquí esperan su turno para entregarse a la patrulla fronteriza e intentar pedir asilo... Pero son tantos, que los agentes están desbordados y muchos llevan varios días y varias noches en este campamento improvisado... La mayoría vienen de Haití golpeado por los terremotos y la violencia... Emprendieron el viaje hace años y han pasado por varios paises, en un peligroso camino desde Sudamérica... Su futuro es incierto: Estados Unidos ha ampliado la protección para los haitianos pero también ha retomado los vuelos de deportación... Y ésta es la última imagen de la crisis humanitaria en la frontera...FOTOGRAFÍA: OFFICE OF U.S. CONGRESSMAN TONY GONZALES (TX-23)/via REUTERS.

El ministro de exteriores francés ha calificado de "puñalada por la espalda" la alianza antichina entre Estados Unidos, Reino Unido y Australia, que ha dejado a París sin el contrato del siglo: más de 30.000 millones de euros en submarinos para Australia porque ese país ya no los va a comprar.

Australia conseguiría mejorar su defensa y Francia ganaba 34 mil millones de euros y miles de empleos. Los submarinos estarían listos en el 2030.

Pero de forma abrupta, Australia anunciaba ayer que rompía el llamado contrato del siglo. Ahora no quiere los submarinos franceses porque ha llegado a un acuerdo con EEUU y Reino Unido, que le permitirá tener una tecnología más avanzada: submarinos de propulsión nuclear capaces de permanecer sumergidos mucho tiempo sin ser detectados.

FOTO:EFE/EPA/CHRISTOPHE PETIT TESSON / POOL

Francia ha mostrado su malestar con el acuerdo de seguridad anunciado entre EE.UU., el Reino Unido y Australia y que podría perjudicar un contrato de defensa entre París y Canberra.

Foto: El primer ministro británico Boris Johnson, el primer ministro australiano Scott Morrison (centro) y el presidente estadounidense Joe Biden asisten a una conferencia de prensa conjunta desde The Blue Room en la Casa del Parlamento en Canberra, Territorio de la Capital Australiana, Australia. EFE / EPA / MICK TSIKAS

Es el último desafío de Estados Unidos a China: un pacto de seguridad a tres bandas para contrarrestar el avance del gigante asiático. Una alianza con Australia y el Reino Unido para compartir tecnología militar avanzada. Australia obtendrá submarinos de propulsión nuclear que pueden acabar patrullando el disputado mar del sur de China, aguas que Pekín reclama como propias. Hasta ahora Estados Unidos solo había compartido inteligencia sobre estos poderosos submarinos con Londres.

De la Europa de la defensa, una de las aspiraciones dibujadas por la presidenta de la Comisión Europea, Von der Layen, en su discurso del estado de la Unión, al AUKUS, el anuncio del Gobierno del Reino Unido de un pacto a tres con Estados Unidos y Australia, en cuestión de horas, que sacude el tablero de seguridad mundial.

AUKUS va a permitir compartir seguridad cibernética, inteligencia artificial y sistemas submarinos y de largo alcance. Estados Unidos mueve ficha frente a la pujanza de China: suma otras siglas, otro club de seguridad militar y estrategia a su cartera. El primer ministro británico, Boris Johnson, anunciaba esta nueva alianza, con la que cree que el país puede hasta crear empleo. Esto ha activado las alertas en China, que acusa a Estados Unidos de socavar la paz y la estabilidad regional y los pactos de no proliferación. Pekín acusa al trío del AUKUS de utilizar las exportaciones nucleares como herramienta geopolítica. Este convenio permite a Australia el acceso a la tecnología necesaria para fabricar submarinos de propulsión nuclear. Deja en papel mojado el acuerdo de Francia con el país oceánico. 31 mil millones de euros, que han saltado por los aires en París. También ha despertado suspicacias en Nueva Zelanda ante el temor de que en breve puedan navegar por sus aguas submarinos con propulsión nuclear. La primera ministra neozelandesa, Jacinda Ardern, ha dicho que vetará la entrada en las aguas de su país a los futuros submarinos nucleares australianos.

Con los corresponsales de Radio Nacional en Washington, Fran Sevilla; en Londres, Sara Alonso; en Bruselas, María Carou; y en París, Antonio Delgado.

Estados Unidos, Australia y Reino Unido han anunciado este miércoles conjuntamente un nuevo acuerdo de seguridad trilateral para compartir tecnologías avanzadas, que incluye el apoyo al desarrollo de submarinos nucleares por parte de los australianos, como parte de las medidas para contrarrestar a China en el Indo-Pacífico.

Así lo ha anunciado el presidente de EE. UU., Joe Biden, en una rueda de prensa desde la Casa Blanca a la que se han unido de forma telemática los primeros ministros británico y australiano, Boris Johnson y Scott Morrison.

Mediante este acuerdo, denominado AUKUS, los tres países buscan reforzar la cooperación en tecnologías avanzadas de defensa, como inteligencia artificial, sistemas submarinos y cibervigilancia.

China ya ha advertido que el acuerdo "socava la paz y la estabilidad en la región".

Foto: El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, el primer ministro británico, Boris Johnson (D), y el primer ministro australiano, Scott Morrison (I) BRENDAN SMIALOWSKI / AFP

Casi medio siglo después de que el aborto se despenalizara en EEUU, una nueva ley intenta ponerle freno. El pasado día uno, entró en vigor en Texas una nueva norma que lo probibe pasadas las seis semanas, cuando muchas mujeres aún no saben que están embarazadas. Es el período en él que, según los grupos provida, se detecta el latido fetal, aunque los médicos aseguran que es un criterio engañoso. Es un reportaje de Valle Alonso.

Elexpresidente de Brasil, Luis Inácio Lula da Silva, ha charlado con Las Mañanas de RNE. En febrero anunciará si se presenta a las elecciones, pero ya expone lo que sería su programa de Gobierno, sus planes durante la campaña y, sobre todo, tras la victoria electoral frente a Bolsonaro. Señala como claves recuperar la inversión pública y acabar con el desempleo y el hambre: “Tenemos millones de brasileños pasando hambre, cuando nosotros habíamos acabado con el hambre en Brasil. La ONU reconoció que habíamos salido del mapa del hambre”. Lula asegura que Brasil ha perdido su papel en el mundo, con un aumento de la pobreza, una bajada del PIB y un presidente que, dice, ha gestionado de forma pésima la pandemia de coronavirus. Lula califica de injusto su paso por la cárcel, pero niega venganza o temor ante el papel que puedan jugar las Fuerzas Armadas del país: “Necesitamos que las Fuerzas Armadas cumplan su papel y que el pueblo vea en ellas una especie de garante de su soberanía”. Lula cree que lapolarización que vive Brasil no es algo preocupante, sino natural: "Donde hay democracia hay polarización, porque siempre se trata de dos personas disputando el cargo". Con respecto a las relaciones internacionales futuras se muestra dispuesto a tener una buena relación con EEUU y otras grandes potencias como China, pero siempre que sea Brasil quien marque ese camino: “Lo que no acepto es que Brasil sea subordinado a los Estados Unidos, pero sí que tengamos una relación productiva, intelectual, comercial, política, científica y tecnológica o cultural”. Es lo mismo que recomienda al ser preguntando por países de América Latina como Venezuela, Cuba o Nicaragua.