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El Ejército de Filipinas intenta recuperar la ciudad de Marawi, donde se han atrincherado un grupo de combatientes yihadistas que han jurado fidelidad al Estado Islámico. Al menos 21 personas han muerto hasta el momento, según Reuters.

El Ejército ha desplegado a 100 soldados, incluyendo fuerzas especiales entradas por EE.UU., con apoyo aéreo de helicópteros para retomar la ciudad.

La mayor parte de los 200.000 habitantes de Marawi, de mayoría musulmana, ha huido de los combates a Iligan y Cagayan de Oro.

El presidente filipino, Rodrigo Duterte, ha declardo la ley marcial en Mindanao, la segunda isla más grande del archipiélago.

El pasado martes combatientes de Maute, un grupo yihadista local que ha jurado lealtad al EI, tomaron la ciudad después de que el Ejército atacara una de sus bases buscando a Isnilon Hapilon, líder de Abu Sayaf, otro grupo armado islamista.

Los yihadistas entraron en Marawi portando banderas negras del EI, prendieron fuego a varios edificios y ocuparon centros oficiales, entre ellos el ayuntamiento y un hospital. Además, tomaron como rehenes a varios habitantes cristianos y a un cura, cuyo paradero se desconoce.

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, habría revelado información altamente clasificada al ministro ruso de Exteriores, Serguéi Lavrov, y al embajador de ese país cuando los recibió la semana pasada en la Casa Blanca, según ha informado este lunes el diario estadounidense The Washington Post.

Tras esta publicación, la Casa Blanca no ha tardado en tildar de "falsa" la filtración publicada este lunes."El artículo es falso", ha apuntado en una breve comparecencia el asesor de seguridad nacional de la Casa Blanca, el teniente general H.R. McMaster, quien ha asegurado que Trump no reveló "fuentes, métodos u operaciones militares" a Lavrov.

"Yo estaba ahí, no sucedió", ha insistido McMaster, quien sin embargo ha admitido que Trump y Lavrov hablaron sobre un "abanico de amenazas comunes" incluyendo "amenazas a la aviación comercial".

Trump se habría salido, según el Post, del guión marcado para la reunión con el canciller Lavrov y el embajador ruso en Washington, Serguéi Kislyak, el pasado miércoles para discutir información altamente secreta sobre planes terroristas del Estado Islámico (EI).

Los detalles de esta información son tan secretos que ni siquiera aliados estadounidenses han recibido ese tipo de datos, según aseguran funcionarios estadounidenses en funciones y retirados consultados por el diario washingtoniano.

La información estaría relacionada con la posibilidad de que ordenadores portátiles puedan ser utilizados en vuelo para realizar algún tipo de ataque terrorista, algo que ya ha llevado a EE.UU. a prohibir portar computadoras portátiles en el equipaje de mano en vuelos procedentes de Oriente Medio.

  • El Gobierno afgano y la OTAN confirman la muerte de Abdul Hasib
  • En la redada también habrían muerto "varios altos mandos" del EI
  • Responsabilizan a Hasib del ataque a un hospital en Kabul el 8 de marzo

Una exinvestigadora del FBI con acceso a información clasificada se casó en 2014 en Siria con un yihadista alemán que tenía asignado investigar.  Daniela Greene, traductora e investigadora del Buró Federal de Investigación viajó a Siria en secreto en junio de ese año para contraer matrimonio con Denis Cuspert, de nombre artístico Deso Dog, un conocido rapero alemán cuya carrera se apagó hace años por problemas psicológicos.

Greene se arrepintió de su viaje a Siria pocas semanas después de su casamiento y se ofreció a colaborar con las autoridades estadounidenses. En agosto de 2014, Greene consiguió escapar y volar a Estados Unidos para entregarse a las autoridades. Acusada por un delito menor ha cumplido una condena de dos años de prisión y actualmente trabaja en un hotel y oculta su rostro, dice, para no perjudicar a su familia.

Las fuerzas de seguridad de Francia han desbaratado este martes un atentado terrorista a pocos días de la primera vuelta de las elecciones presidenciales, al detener en Marsella a dos presuntos islamistas, conocidos por los servicios secretos por su radicalización, que disponían de armas de fuego y material para fabricar explosivos, y que ultimaban un "ataque violento e inminente", según ha señalado el ministro francés de Interior, Matthias Fekl. "Se ha conseguido prevenir un acto terrorista seguro", ha asegurado ante la prensa Fekl, que ha sido el primero en informar del arresto por parte de agentes de la Dirección General de la Seguridad Interior (DGSI, los servicios secretos), apoyados por el RAID, el cuerpo de elite de la policía francesa. "Estos dos hombres radicalizados, nacidos en 1987 y 1993, de nacionalidad francesa, pretendían cometer en el muy corto plazo, y con eso quiero decir en los próximos días, un ataque en suelo francés", subrayaba el ministro. El fiscal antiterrorista de París, François Molins, ha precisado horas después en otra rueda de prensa que los detenidos son Clément B., de 22 años, y Mahiedine M., de 29, de nacionalidad francesa y ha ratificado que "preparaban una acción violenta de manera inminente en territorio francés, sin que podamos determinar con precisión el día o los objetivos". Molins también ha informado de que ambos se habían conocido en prisión -cumplieron condena por delitos no vinculados al terrorismo, según la emisora France Info, en la cárcel de Sequedin, en el norte de Francia- y ha subrayado que los servicios de seguridad eran conscientes de su radicalización.

La llaman la "madre de todas las bombas" y es la más potente de las que existen sin combustible nuclear. Por primera vez, Estados Unidos ha lanzado una bomba como ésta en zona de combate. Ha sido en Afganistán para destruir túneles del autodenominado Estado Islámico. Donald Trump ha dicho que autorizó la operación y que está orgulloso de sus militares.