Israel ha lanzado un ataque masivo contra Irán en el que han participado más de 200 aviones, que han destruido más de 100 objetivos en todo el país, militares y nucleares. El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, ha justificado este enorme operativo diciendo que Teherán había enriquecido suficiente uranio como para producir nueve bombas nucleares y que por eso era necesario atacar. Asegura que la operación ha sido un éxito y advierte de que los bombardeos durarán el tiempo que haga falta para neutralizar la amenaza.
Año 2015, últimos meses de Barack Obama en la Casa Blanca y consigue su gran logro diplomático: el pacto con Irán, con límites a su programa nuclear, a cambio de levantar sanciones económicas. El Donald Trump de 2018 aseguró que era el peor acuerdo de la historia y lo rompió unilateralmente, restableció las sanciones, e impuso mano dura contra el régimen iraní, que respondió enriqueciendo más uranio.
Pero el Trump de 2025 parece otro: quiere hablar, exige un acuerdo del que podría sacar pecho en medio de la vorágine arancelaria y de los intentos de acabar con la guerra en Ucrania, de momento sin éxito.
En el otro lado, ha ocurrido parecido: en menos de un mes, el líder supremo ha pasado de decir que a un acuerdo con EE.UU. sería "deshonroso" a estar abierto a recibir inversiones estadounidenses. Los expertos coinciden: "Hay presión económica", subraya este exdiplomático iraní. El rial iraní no deja de caer, explica esta investigadora de la universidad de Oxford. O lo que es lo mismo, aumentan los precios y el desempleo. El descontento económico se suma a la falta de libertades: una olla a presión interna. Muchos iraníes quieren el fin del régimen, con aliados también debilitados, como Hamás, Hizbulá, los hutíes o el huido Bachar Al Asad.
En este contexto, Trump mete presión: amenaza con bombardear Irán si no hay pacto. Lo que en otro momento llevó años negociar, él lo quiere ya.
Pese a la denominación "paraguas nuclear", las armas atómicas funcionan como un surtidor, siendo la posibilidad de lanzarlas lo que, en teoría, protege al que las tiene. Pero el posible despliegue de armas nucleares de Francia en otros países de Europa abre incógnitas y desafíos, especialmente con respecto a las posibles represalias rusas.
De primeras, el presidente francés, Enmanuel Macron, establece un límite a su uso, quedando su mando relegado al control francés. En consecuencia, no se plantea vender ni ceder esas armas a otros Estados, lo que no violaría el Tratado de No Proliferación Nuclear. Actualmente, Francia cuenta con 290 cabezas nucleares, mientras que Rusia dispone de 4380 cabezas nucleares (en total, no desplegadas) para responder.
Por otro lado, si Europa quisiera desarrollar su propio arsenal nuclear, le costaría una década y no menos de 100.000 millones de euros. Es el precio de unas armas que prometen la defensa por medio de la amenaza definitiva: la destrucción mutua asegurada.
Después de haber recibido el premio Nobel de la Paz en diciembre de 2024, la organización japonesa de supervivientes Nihon Hidankyo recorre el mundo para que nadie olvide lo que supone ser víctima de una bomba nuclear. A punto de cumplirse 80 años del lanzamientos de las bombas sobre Hiroshima y Nagasaki conocemos a Shigemitsu Tanaka, que apenas tenía 4 años cuando vio un ruidoso avión dirigirse hacia la ciudad de Nagasaki antes de quedar casi cegado por el destello. De la mano de la Alianza por el Desarme Nuclear y para pedir que España firme el Tratado para la Prohibición de las armas nucleares, ha venido a Madrid para hablar con estudiantes de Bachillerato. Para que su historia perdure más allá de su vida.
Ginebra es escenario de nuevas reuniones entre Irán y el denominado E3 (Alemania, Francia y Reino Unido) en las que se espera que se vuelva a hablar sobre el programa nuclear iraní. Estas conversaciones se presentan como una oportunidad para que Irán y Europa vuelvan a avanzar en esta materia, aunque no parece que haya mucho optimismo. Hablamos con Anass Gouyez Ben Allal, profesor de Derecho y Relaciones Internacionales en la Universidad Ibn Tofail de Marruecos.
Esta semana Irán mantendrá en Ginebra conversaciones sobre su programa nuclear con varios países europeos, preocupados por el impulso a su programa nuclear. Enriquecen uranio al 60%, muy cerca del nivel necesario para fabricar armas nucleares, según un informe del Organismo Internacional para la Energía Atómica.
Han sido tres los representantes del colectivo japonés Nihon Hindankyo los que han recogido el Premio Nobel de la Paz. Llevan 68 años luchando por impedir que se desvanezca el testimonio de las víctimas de los bombardeos nucleares sobre Hiroshima y Nagasaki y por presionar a su Gobierno para que les indemnicé. Son los "hibakusha", supervivientes del holocausto nuclear. En nombre de todos, Tanaka, de 92, años, ha alertado de la ligereza con la que se amenaza con el uso de las armas atómicas, principalmente por parte de Rusia e Israel.
A Tanaka le escuchaban otros 29 supervivientes, todos ellos niños cuando Estados Unidos atacó Hirosima y Nagasaki. Su media de edad es de 85 años y temen que, una vez todos estén muertos, el tiempo se trague su lucha.