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Aunque sus ciudades palpitan, el Atlántico ruge, los pueblos cantan y el viento ulula entre las dunas, Namibia es un país donde el vacío se deja escuchar. Ya sea en busca de sus pueblos nativos por los desiertos del Kalahari y el viejo Namib, explorando los grandes cauces en las proximidades de Angola o tras las huellas de leones, rinocerontes y jirafas, esta joven nación del suroeste africano invita a callar y escuchar con atención. En compañía del escritor José Luis Espina emprendemos una gran travesía a través de los relatos e ilustraciones que componen su libro 'Namibia. Apuntes ilustrados de un cuaderno de viajes' (Àfriques Edicions). A nuestra ruta, que parte de la capital, Windhoek, se unen también veteranos residentes como el traductor Jesús Lasso, docente de la Universidad de Namibia, o el profesor de español Mario Prada. Nos acercamos al sorprendente pueblo himba y a las localidades costeras de Walvis Bay y Swakopmund, de inevitable aire colonial alemán. Además, la guía de safaris Esther Murciano nos muestra la diversidad de flora y fauna del gran parque nacional Etosha. Con el sudafricano Pierre Swanepoel, consultor de la agencia Explore Africa Travel, desentrañamos los misterios de la famosa Costa de los Esqueletos y recorremos el cañón del río Fish, el segundo más grande del mundo tras el cañón del Colorado. Tampoco pasamos por alto otros paisajes imprescindibles como Sossusvlei, Deadvlei o la montaña de Spitzkoppe.

Tras el histórico apagón que afectó a toda la Península Ibérica el 28 de abril de 2025, España logró restablecer su suministro eléctrico mediante un complejo y coordinado proceso técnico. Primero se verificó que la red eléctrica no tuviera daños, ya que reiniciarla con fallos podría haber agravado el problema. Confirmada su integridad, se comenzó a inyectar energía con plantas rápidas como las hidráulicas y los ciclos combinados. El mayor reto fue sincronizar la generación y el consumo para evitar colapsos, creando islas energéticas que se fueron conectando progresivamente. La ayuda de Marruecos y, sobre todo, Francia, fue clave, al igual que la comunicación a través de la fibra óptica en las torres de alta tensión.

"Souleymane pedalea por las calles de París repartiendo comida para ganarse la vida. Una oportunidad se presenta en su vida cuando, en dos días, tiene la entrevista de solicitud de asilo: la clave para conseguir los papeles de residencia, pero Souleymane no está preparado".

A partir de esta premisa, el cine francés presenta, de la mano del mecánico y actor nigeriano Abou Sangaré, un drama social de superación donde un joven inmigrante tiene que lidiar con un presente difícil para encontrar una salida: "No tuve los papeles hasta que salí en la película", indica el actor. Se estrena este miércoles en cines.

La semana pasada los gobiernos de la República Democrática del Congo y Ruanda firmaron en Washington un acuerdo para comenzar negociaciones que pongan fin al conflicto desatado en el este del país, donde la guerrilla del M23 lleva meses operando con el apoyo del ejecutivo ruandés que preside Paul Kagame. Mientras tanto, sobre el terreno, la situación humanitaria sigue siendo muy delicada. Hablamos con Julián Gómez Cambronero, autor del libro ¿A quién le importa el Congo? y responsable de la revista Congo Actual.

Viajar por el territorio de Guinea Ecuatorial produce la extraña sensación de seguir en casa pese a estar en plena África Central. No solo es la cultura y el idioma español, que mantiene una importante presencia junto a otras lenguas locales; también es la estructura y organización de sus ciudades. Hoy recorremos la volcánica isla de Bioko, conocida como Fernando Poo durante sus casi dos siglos de pertenencia a España. Comenzamos por la capital nacional, Malabo –antes Santa Isabel–, donde la abogada Arantxa Bartolomé Madiba nos guía en un completo recorrido por sus dos provincias. En Bioko Norte contamos también con la directora del turoperador Rumbo Malabo, Elisabeth Hinestrosa, y un guía de la agencia Nexo Travels, Ricky Asu Avoro. En el prominente pico Basilé, sagrado para la autóctona etnia bubi, nos esperan el periodista Reginaldo Ntutumu y el youtuber Santi Eyama. Además, metidos en Bioko Sur, conocemos las ciudades de Luba y Moka y nos asomamos a paisajes tan increíbles como las playas negras de Ureka o el lago Biao, en cuya visita nos acompaña el fundador de Rumbo Malabo, Héctor Nguema.

Hace siete meses, el papa Francisco fue recibido con este entusiasmo en Singapur. Su visita al continente asiático fue el más largo de su pontificado, con 11 días de estancia en el Sudeste Asiático y Oceanía. La región, pese a los obstáculos culturales y políticos, es donde más crece el número de católicos. En China, el papa aceptó obispos nombrados por el partido comunista, con el que ha tendido puentes. Actualmente, más de 150 millones de católicos son asiáticos.

La otra gran esperanza es el África Subsahariana, frecuentada también en sus viajes apostólicos. Uno de cada cinco católicos del mundo es africano. Un aumento sostenido que se nota especialmente en las vocaciones de sacerdotes.

En cambio, en América Latina, antiguo pulmón católico, el crecimiento se ha estancado. Avanzan los cristianos evangelistas en el continente, siendo Brasil su principal foco. En el resto del mundo occidental, el descenso de bautismos y vocaciones es cada vez más palpable. En Europa, algunos expertos creen que harían falta dos generaciones para volver a ver crecimiento. Actualmente, hay en el mundo 1.400 millones de fieles católicos, aproximadamente una quinta parte de la población mundial.

El papa Francisco llevó consigo el mensaje de la paz, el diálogo y la negociación allá donde fue. Un año después de haber sido nombrado pontífice, logró un hito histórico: juntar al entonces presidente israelí Shimon Peres y al palestino Mahmud Abás en una oración por la paz en Tierra Santa en los Jardines Vaticanos. Habló sin tapujos sobre la guerra en Ucrania y en Gaza, medió entre Estados Unidos y Cuba y trató de acercar posturas con China. Siempre defendió eliminar el comercio de armas: "Dinero manchado de sangre", llegó a decir ante el Congreso de EEUU. Los detalles de la geopolítica de Francisco con la compañera de Internacional, Cristina Sánchez.

El Museo Nacional de Sudán, el más grande del país, que contenía miles de piezas del Paleolítico y de los reinos antiguos, ha sido saqueado tras dos años de guerra.

Inaugurado en la capital, Jartum, en 1971, era un santuario de arte y arqueología africanos que albergaba la colección de arte nubio más extensa y completa del mundo. Muchas piezas provenían de la era Napata en los siglos VIII y VII a.C., cuando los faraones de Sudán gobernaban gran parte del antiguo Egipto, o del posterior reino de Meroe, que construyó pirámides en Sudán. Otras salas contenían material cristiano e islámico posterior.

Las autoridades de Sudán y la Corporación Nacional para las Antigüedades y Museos señalan al grupo paramilitar FAR de destruir la civilización del pueblo sudanés y temen que toda la colección de oro se haya fundido.

Gracias a sus dimensiones, permanecen tres templos faraónicos que fueron trasladados en 1960 al Museo desde el norte de Sudán en un intento de protegerlos de las crecidas del Lago Nasser, por la construcción de la Gran Presa de Egipto. La acción humana ha sido la peor de las catástrofes.

Foto: AFP

El ministro de Exteriores, José Manuel Albares, recibió esta semana a su homólogo marroquí, Nasser Bourita, en una visita sorpresa a España, la primera desde que el Gobierno respaldó la propuesta marroquí de autonomía para el Sáhara Occidental. Esto no ha gustado a los socios de coalición. En el informativo 14 horas Fin de Semana, la diputada de Sumar en el Congreso, Tesh Sidi, critica la connivencia del Ejecutivo con Marruecos y señala que el PSOE debería hacer una "reflexión interna": "Nadie se explica el viraje constante hacia las tesis de Rabat". Cree que Burita quiere "utilizar la posición de España en la Unión Europea para seguir expoliando los recursos naturales del pueblo del Sáhara Occidental" y pide "coherencia" al Gobierno para que asuma una postura similar a la que mantiene en los conflictos de Gaza y Ucrania: "Si nosotros comercializamos con Israel, con Marruecos o con Rusia, al final lo que estamos haciendo es una inversión económica que perpetúa la ocupación de los territorios. [...] Todas las ocupaciones se deben absolutamente por un interés económico".