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Calpurnio: "El secreto de Cuttlas es que me permite abordar cualquier tema"

  • El dibujante reúne cuatro años de tiras en 'Cuttlas, el vaquero samurái'
  • Un recopilatorio en el que también caben temas como la crisis o el paro

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Fragmento de una página de 'Cuttlas, el vaquero Samurái'
Fragmento de una página de 'Cuttlas, el vaquero Samurái'

El bueno de Cuttlas es un vaquero creado por el dibujante Calpurnio, diseñado como un monigote, y que ha aparecido en publicaciones diversas a lo largo de 3 décadas, Makoki, El Víbora, El País, y desde hace 10 años podemos leer sus aventuras en el diario 20 minutos, tanto en su edición impresa como en su versión digital.

Ahora Panini Comics, publica Cuttlas, el vaquero samurái, la recopilación de las páginas aparecidas en el mencionado periódico durante los últimos 4 años. Y lo hace dentro de su nueva línea eVolution, en la que ya hemos podido disfrutar de otro gran cómic de humor, Taxi Driver, de Bié.

Actualmente, Cuttlas, su novia Mabel, su mejor amigo Jim, y todo el ramillete de secundarios que le acompañan, viven sus aventuras actuales en un espacio-tiempo indeterminado en el que nuestro héroe se rodea de las últimas novedades informáticas. Calpurnio nos ha comentado que las historietas de Cuttlas comenzaron como un cómic ambientado en el lejano Oeste, con enfrentamientos contra enemigos como Jak el Malvado o los Cherokees, peleas en el salón de turno, mucha acción y los elementos propios del género; todo ello realizado con ese estilo minimalista y muy expresivo, que se ha convertido en el sello personal del autor, que ha sabido exprimir al máximo las posibilidades de ese lenguaje gráfico.

Un personaje inmortal

¿Qué cambió para que de repente Cuttlas se fuese a fiestas en el desierto con los Cherokees pinchando y bailando música electrónica, se convirtiese en el mayor fan del grupo Kraftwerk y estuviese a la última en tecnología? Todo se complica a partir de su primera muerte. Sí, Cuttlas, al igual que los grandes personajes del comic ha tenido sus muertes y resurrecciones. El luctuoso suceso tuvo lugar en 1989, en una emboscada a manos de sus enemigos en el Desfiladero de la Muerte.

Calpurnio volvió a traerlo a la vida en 1994. Entonces descubrimos que no se trataba de un vaquero de verdad sino que era un actor de Hollywood que interpretaba ese personaje. Cuttlas mantuvo su estatus de millonaria estrella del cine durante una temporada en las páginas de El País. Poco después, una de sus películas fue un fracaso, el actor se arruinó, y pasó otro período de tiempo viviendo como un sin techo, en un banco de un parque.

Es en esta etapa del personaje cuando el autor introdujo un personaje esencial para el desarrollo posterior del protagonista, el extraterrestre 37, que se lo llevó en un viaje interplanetario despertando su interés por la tecnología y por el grupo alemán Kraftwerk, los padres (“abuelos” sería más apropiado) del Techno.

Y en 1996, nos sorprendía la segunda muerte de Cuttlas a bordo de la sonda espacial Galileo, estrellándose contra Júpiter. En 1998 regresó al semanario El País de las Tentaciones gracias a la ciencia, que reconstruyó su ADN a partir de un pelo encontrado en su sombrero. Así hasta 2001. Y finalmente, el personaje encontró su sitio en 20 minutos, donde se mantiene en una burbuja espaciotemporal con infinitas posibilidades.

En la tira caben todo tipo de contenidos

Calpurnio nos comenta que ese mundo abstracto en que se mueve su creación, y que se ha ido ampliando a lo largo de los años de una forma natural, permite que en “Cuttlas” tengan cabida todo tipo de contenidos, western, aventuras, ciencia ficción, metafísica, filosofía, actualidad, pasado, presente y futuro…

Incluso la crisis y los movimientos ciudadanos se han visto reflejados en sus páginas. Es un personaje fuera del tiempo y del espacio que permite a su autor abordar cualquier tema que se le ocurra, con mucho por explorar todavía. Basta con echar un vistazo a las últimas páginas publicadas del personaje en 20 minutos en un viaje cósmico junto al alienígena 37 a través del Sistema Solar, y más allá de la Vía Láctea…

Un creador multimedia

Esa afición de Cuttlas por Kraftwerk se debe a la propia afición musical de Calpurnio por los sonidos sintéticos, y dentro de la música electrónica ¿qué hay más emblemático que Kraftwerk? El cuarteto de Düsseldorf también fue protagonista en varias páginas míticas de 2005 en las que el vaquero tocó junto a sus ídolos con su viejo Casiotone (en el libro Esto no es un cómic Glénat 2007).

Como creador multimedia, suele realizar colaboraciones con músicos y DJ’s en su faceta de videojockey, con el nombre de ERORvideo o Sr. Error, realizando, tal como se describe en su web, “insólitas sesiones de mezclas de vídeo en directo que proporcionan al espectador un masaje audiovisual y neuronal al filo del caos, en la frontera en que la psicodelia, la ciencia electrónica y la razón se mezclan entre sí”.

A pesar de la inmersión tecnológica de sus montajes audiovisuales, Calpurnio combina técnicas tradicionales y digitales para sus viñetas. Sigue dibujando con plumilla y tinta china, y dependiendo de las necesidades de la página, colorea con acuarela o directamente con el ordenador. El trabajo digital no le es ajeno en absoluto, lleva en contacto con las herramientas de creación gráfica digital desde hace más de 20 años y es un tema que también trata en sus comics. El secreto de hacer algo bonito que conecte con el público es la combinación de las diferentes técnicas y herramientas al alcance del artista.

Sus proyectos

Además de este nuevo libro de Cuttlas, El vaquero samurái, Calpurnio tiene varios proyectos en marcha: un libro que reúne sus trabajos y diseños gráficos de los últimos 30 años (carteles, portadas de discos, publicidad…) que se va a llamar El libro gordo de Calpur, y también continúa trabajando en sus cortometrajes de animación experimental, dos de los cuales  estrenará en breve.

A través de la web www.calpurnio.com podemos acceder a sus historietas y descubrir todas estas facetas creativas, gráficas y audiovisuales, además de otras tantas sorpresas.