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Este lunes se cumple un año de la guerra de Sudán, un conflicto que ha dejado más de 15.000 muertos y ha provocado más de ocho millones y medio de desplazados, quienes se marcha a Chad (Sudán del Sur) o Egipto para refugiarse. Además, según Save the Children 19 millones de menores han tenido que dejar la escuela y diez millones han sido atrapados en zonas de conflicto. Y se estima que 19.000 personas están al borde de la hambruna.

La UE aprueba un nuevo pacto de asilo y migración que endurece las condiciones de acceso a las personas migrantes y obliga al establecimiento de cuotas obligatorias a los países miembros. También facilita la devolución de aquellas personas con pocas posibilidades de obtener el derecho de asilo. El texto ha sido apoyado por los eurodiputados populares, socialdemócratas y centristas socio-liberales para sacar de las próximas elecciones europeas el tema migratorio, caballo de batalla de la ultraderecha.

Hoy en Por tres razones hablamos con la Agencia de Naciones Unidas para los refugiados y refugiadas de Palestina, la UNRWA, a la que muchos países le han retirado la aportación de fondos tras las acusaciones por parte de Israel de que doce miembros de su personal estaban implicados en los ataques del 7 de octubre por parte de Hamás. Hablamos sobre esto con Marta Lorenzo, directora de UNRWA en Europa.

María, nombre ficticio, es una periodista rusa que, después de la invasión rusa de Ucrania, se planteó dejar su país por su posición contraria a la guerra y a la propaganda del Kremlin. Ahora se encuentra en nuestro país tramitando su petición de asilo y esperando obtener la protección legal necesaria: “Después de casi un año intentándolo, no he recibido respuesta".

‘Informe Semanal’ pone la mirada en lo complicado que es solicitar asilo en nuestro país. El laberinto empieza a la hora de conseguir una cita con la administración. Como explica Nicole Ndongala, de la asociación Karibu, que se dedica a la integración de migrantes y refugiados africanos, “las trabas burocráticas son brutales". Su organización ha atendido a algunas de las personas que se han visto atrapadas en condiciones infrahumanas en el aeropuerto de Barajas. Jacobo Rodríguez, portavoz del Sindicato Unificado de Policía, confirma que lo llevaban "denunciando muchísimo tiempo". Que a Barajas estaban llegando personas haciendo escalas fraudulentas para solicitar asilo". Esta misma semana, la Policía Nacional ha desarticulado una red internacional que utilizaba el aeropuerto de Madrid para introducir de manera ilícita a migrantes de origen senegalés, a los que hacían pasar por menores. Tras desplazarse hasta Casablanca y adquirir un billete de avión a Sudamérica, nada más llegar a Madrid se deshacían de su pasaporte y reclamaban protección internacional. Según datos de la Comisión Española de Ayuda al Refugiado, en 2023 España solo concedió asilo al 12% de los 163.000 migrantes que consiguieron cita para solicitarlo.

El mayor delta fluvial del mundo, la descomunal telaraña de ríos que conforma la desembocadura del Ganges, es la base sobre la que se asienta Bangladés. A merced de las crecidas monzónicas, los ciclones y la subida del nivel del océano, la sociedad bangladesí está acostumbrada a convivir con el agua. Incluso en la superpoblada capital, donde el río Buriganga sigue siendo una vía de comunicación fundamental. El presidente de la asociación Valiente Bangla, Elahi Mohammad Fazle, nos acompaña en esta rápida visita sonora que parte de Daca y amplía el foco hacia el norte y el sur. El periodista Igor García Barbero, antiguo residente y autor del libro 'Bangladesh. Crónica de un país olvidado' (Editorial UOC), nos ayuda a entender el duro pasado de esta joven nación, sometida primero al imperio británico y después a Pakistán, del que logró independizarse tras una dura guerra. Con él visitamos la vieja Daca, el lujoso distrito de Gulshan y algunas islas de limo que surgen en ríos como el Brahmaputra. Gloria López, de la Asociación de Apoyo Humano a Bangladesh, retrata el populoso y creativo barrio de Mirpur. Contamos también con la visión de los fotoperiodistas Irene Vilà Capafons y Pau de la Calle, que han desarrollado un ambicioso proyecto documental centrado en los efectos del cambio climático, visible especialmente en las zonas costeras del Golfo de Bengala. Ese extremo sur es, precisamente, uno de los polos de interés turístico, aunque el país no disponga de una infraestructura desarrollada para el gran público internacional. Hay quien acude con la esperanza de avistar al esquivo y diezmado tigre de Bengala en los manglares de los Sundarbans; otros prefieren disfrutar de la playa de arena natural más larga del mundo, ubicada más allá de la portuaria Chittagong, en la localidad de Cox's Bazar. Y cerca de ese paraíso, el pueblo rohinyá vive su particular infierno en Kutupalong, el campo de refugiados más grande del planeta: lo visitamos con la cooperante Ana de la Vega.

Desde 2014, han llegado a Grecia más de un millón de personas solicitantes de asilo. Los campos de refugio que hay en las islas y en la península son lugares en los que conviven familias y personas en espacios pensados para grupos mucho más reducidos. Conocemos cómo es vivir ahí, el pantano burocrático al llegar, la falta de atención psicológica y el nulo asesoramiento legal con Shalabi Mustafá, un superviviente del naufragio de Pylos, que lleva 7 meses en el campo de Malakasa. Hablamos de cómo se gestiona la comida, con Helena Ruiz, de la ONG Zaporeak y también la organización de los campos, con Stella Nanou, portavoz de ACNUR Grecia.

Ha empezado a funcionar en el aeropuerto de Barajas una cuarta sala para los solicitantes de asilo y ya han entrado los primeros 50 migrantes. Según los sindicatos policiales, suman actualmente unas 450 personas y algunas han pasado los últimos días en los pasillos de la T4 durmiendo en el suelo. Las organizaciones humanitarias reclaman más medidas para frenar las condiciones indignas en las que esperan. Detrás de esta situación, está un aumento histórico del número de peticiones de protección en nuestro país, pero también la dificultad para conseguir cita para presentar la documentación.

Foto: Getty

Raquel Martí, presidenta de la delegación de la agencia de la ONU para los refugiados palestinos (UNRWA) en España, ha advertido en La Hora de La 1 que "es absolutamente irresponsable cortar la ayuda a UNRWA en un conflicto armado en el que la Corte Internacional de Justicia ha pedido que llegue la ayuda para evitar un genocidio, es una actitud nefasta que condena a la población a morir de hambre".

Al menos 12 países han suspendido la ayuda a la agencia de la ONU tras la denuncia de Israel de que una docena de sus empleados habrían participado en el ataque de Hamás del 7 de octubre. Martí ha destacado que la propia organización difundió la información, ha despedido a los sospechosos y ha abierto una investigación. No obstante, destaca que se investiga a personas, no a la propia organización, y que quienes actuaron lo hicieron "de formas ilícitas de forma que ni siquiera la agencia podría haber detectado".

Martí recuerda que la UNRWA es "el principal testigo" de lo que ocurre en la Franja pero no solo opera allí, sino en Cisjordania, Líbano, Jordania y Siria. "Tenemos 1,7 millones acogidas en nuestras instalaciones que dependen de nosotros para sobrevivir", recuerda, en referencia a la población refugiada palestina, que suma 6 millones de personas. 

Foto: EFE/EPA/HAITHAM IMAD

El número de refugiados en el mundo es ya de más de 114 millones de personas. Cifra que irá creciendo con los efectos del cambio climático y la violencia que la falta de recursos desata, provocando más desplazamientos: "cada cada año 25 millones de personas se desplazan por el cambio climático", nos dice María Jesús Vega, portavoz de ACNUR, que añade que "la cifra se va a incrementar porque no se poco el foco en prevención y resolución de conflictos". Este organismo de Naciones Unidas esta semana ha celebrado su segundo Foro Mundial por los Refugiados, con la asistencia de 4000 personas, más de 300 de ellas, refugiados: "Los refugiados piden ser incorporados en la políticas nacionales de salud, de educación... porque son muy capaces y lo han demostrado", recuerda María Jesús Vega. "Los conflictos se prolongan cada vez más tiempo y cuando los refugiados intentan volver, no pueden. Hay que enfocarse por ello en soluciones de integración", añade.