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Elecciones en Reino Unido

El primer cara a cara entre Johnson y Corbyn se salda con más reproches por el 'Brexit' y un apretón de manos

  • El primer ministro cuestiona la postura laborista sobre el divorcio y el líder de la oposición tilda su plan de "sinsentido"
  • Los dos políticos se comprometen a rebajar la tensión política durante el debate en ITV

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Polémica por el cambio de nombre del Twitter del Partido Conservador durante un debate electoral

Un plató televisivo, una mesa de análisis y dos rivales políticos muy enfrentados. El primer cara a cara de la historia de las elecciones en el Reino Unido entre Boris Johnson y Jeremy Corbyn ha servido para constatar la división entre el Partido Conservador y el Partido Laborista en torno al Brexit, la crisis de la sanidad y la educación. El primer ministro y el líder de la oposición han trasladado su habitual retórica adversaria de los debates parlamentarios a la cadena ITV en prime time, donde durante una hora han discutido sobre el bloqueo del Brexit y sus propuestas sociales.

Johnson llegaba al acontecimiento televisivo con una premisa: defender las bondades de su nuevo acuerdo del Brexit, culpar al Parlamento del bloqueo -él mismo votó en contra del acuerdo de Theresa May en dos ocasiones- y cuestionar la estrategia de Corbyn. No ha desperdiciado ocasión para situarse como el único capaz de desbloquear la salida de la Unión Europea y mejorar la Sanidad, las políticas sociales, la economía y la educación. En cambio, Corbyn ha resaltado los problemas sociales del Reino Unido hablando de austeridad, desigualdad y pobreza.

Según el portal YouGov, no ha habido un claro vencedor en un debate eclipsado por el Brexit: el 51% da a Johnson como ganador, frente al 49% que cree que Corbyn se ha desenvuelto mejor.

Johnson asegura que Londres puede abandonar el bloque en enero porque su acuerdo "está en el horno", a pesar de que incumplió su promesa de salir en octubre. También ha obviado que, de no lograr la mayoría absoluta, tendrá que volver a enfrentarse a un Parlamento que ya bloqueó la tramitación exprés de la legislación del Brexit en octubre porque un tratado internacional suele tardar semanas en convertirse en ley. En el otro extremo, la oferta de Corbyn si llega a Downing Street: negociar otro acuerdo con una relación más cercana a la UE en tres meses para someterlo a referéndum en seis meses.

Johnson asegura que su acuerdo con Bruselas es "la única manera de cumplir el 'Bréxit'"

Compromiso por rebajar la tensión política

El formato permitía al público hacer preguntas a los líderes. En tiempos de la mayor crisis política del país desde la Segunda Guerra Mundial, un espectador ha reprochado a los políticos el "debate tóxico, infantil y mentiroso" de los últimos meses, que ha llevado a varios políticos a denunciar amenazas.

Johnson, que ha despertado la carcajada del público al aegurar que cumple sus promesas, ha dicho que la única forma de reestablecer la confianza en la política es "consumando el Brexit", mientras que Corbyn ve la solución en un liderazgo "que escucha a la gente". Para dar cuenta de ello, ambos se han enfundado en un incómodo apretón de manos a petición de la presentadora comprometiéndose a rebajar la tensión en el debate político.

No obstante, eso no ha frenado los ataques. Johnson ha cargado contra las acusaciones de antisemitismo que en los últimos meses ha salpicado al Partido Laborista y el panorama "caótico" que presenta un Gobierno liderado por Corbyn. "El antisemitismo es el mal de la sociedad", se ha defendido el laborista.

Confusión y frustración entre los británicos por el bloqueo del 'Brexit'.

A vueltas con los referéndums

"Corbyn quiere otra negociación, pero lo que la gente necesita entender es si cree en el acuerdo que propone. ¿Lo quiere o va a hacer campaña en contra?", ha ironizado Johnson sobre la incógnita posición del líder laborista con respecto al divorcio. Corbyn ha evitado responder a la pregunta -se ha limitado a decir que la permanencia estará incluida en un hipotético segundo referéndum- y ha contraatacado con el "sinsentido" que propone Johnson: negociar un acuerdo comercial con la UE en un año, cuando ha costado más de dos pactar las condiciones de salida.

El líder conservador se ve capaz de pactar la relación comercial antes de diciembre de 2020, fecha en la que acaba el período transitorio que establece su nuevo acuerdo. Preguntado por la importancia de preservar la unidad en el Reino Unido tras la salida, Johnson ha asegurado que su pacto "une a todo el Reino Unido", a pesar de que su Gobierno ha reconocido que habrá controles aduaneros distintos en Irlanda del Norte.

Con respuestas encorsetadas, el primer ministro también ha puesto en duda un hipotético apoyo del partido nacionalista escocés a Corbyn para llegar al poder. "Sturgeon [la líder del SNP] ha puesto precio a su apoyo a Corbyn: un referéndum en Escocia en 2020. Con él habría dos referéndums" el próximo año. Es decir, "más caos", en palabras de Johnson. El líder laborista ha evitado responder a esta cuestión.

El primero de los cuatro debates electorales del Reino Unido ha irritado al resto de partidos políticos. La cadena ITV fue denunciada por los libdems y el SNP ante el Tribunal Superior por no incluir en el cara a cara a un líder político que representara la permanencia en la Unión Europea. La denuncia fue desestimada y no han participado, aunque sí en un programa especial de entrevistas posterior al debate.

"La conclusión clara de este debate es que ninguno de estos hombres debería poder determinar el futuro de Escocia", ha asegurado Sturgeon, que defiende la permanencia en la UE. También la líder de los Liberal Demócratas, Jo Swinson, ha lamentado que la audiencia "se merecía algo mejor: los dos quieren Brexit y no ha habido nadie para defender la permanencia en la UE. Es mejor para nuestra economía, el medioambiente y la sanidad", ha considerado.

Ronda de preguntas incómodas

La reducida duración del cara a cara -apenas 50 minutos- ha obligado a la presentadora a realizar una batería de preguntas un tanto incómodas al término de los principales bloques. Las primeras, sobre la legitimidad de la monarquía y el príncipe Andrés, en plena polémica por negar haber mantenido relaciones sexuales con menores a pesar de su amistad con el fallecido millonario estadounidense Jeffrey Epstein, detenido por tráfico de menores y agresiones sexuales.

Johnson ha defendido el papel de Buckingham Palace, mientras que Corbyn ha dicho que "necesita mejorar" y que la polémica del príncipe plantea "serias preguntas y nadie debería estar por encima de la ley".

La última cuestión ha llevado a los rivales políticos a confesar qué se regalarían el uno al otro por Navidad. Corbyn se ha decantado por la novela Canción de Navidad de Charles Dickens. Johnson, por una copia de su acuerdo del Brexit y mermelada.