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50 aniversario de la llegada a la Luna

Un cielo sin estrellas, banderas ondeantes y sombras extrañas: desmontando la teoría de la conspiración lunar

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El astronauta 'Buzz' Aldrin camina sobre la Luna durante la misión Apolo 11
La bandera ondeante, una prueba "evidente" para los amantes de la teoría de la conspiración lunar.

Lee Harvey Oswald no mató a Kennedy, Elvis Presley sigue vivo -y de vez en cuando aparece como si tal cosa en algún supermercado del Medio Oeste de EE.UU.- y el hombre en realidad nunca llegó a la Luna. He aquí la santísima trinidad de las teorías de la conspiración.

De todas ellas, la de mayor calado popular en los últimos años parece ser esta última, la que afirma rotundamente que, a pesar de las pruebas evidentes, Neil Armstrong no pisó la superficie lunar el 20 de julio de 1969: ni él ni ninguno de los otros once astronautas que hasta la fecha han viajado hasta nuestro satélite. Las imágenes que vimos fueron en realidad grabadas en un estudio de Hollywood para evitar perder la carrera espacial ante la URSS. De ser real, el mayor engaño de la historia de la humanidad.

Según algunas encuestas, en torno al 25% de la población de Estados Unidos y Reino Unido no cree que el hombre llegara a la Luna, un porcentaje que aumenta en países como Rusia. Pero, ¿en qué se fundamentan estas creencias?

Salida del Apolo 11 y alunizaje

Libros, películas y (falsos) documentales

La teoría de la conspiración lunar es casi tan antigua como la propia hazaña de los astronautas del Apolo 11 y ha sido alimentada a lo largo de estos cincuenta años por farsantes y 'conspiranoicos' de todo tipo. Uno de los más famosos es Bill Kaising, que en 1974 publicó el libro Nunca fuimos a la Luna, que en cierto modo abrió la espita de lo que vino después.

Pero también la industria del entretenimiento se ha aprovechado de esta creencia y, en cierto modo, la ha alimentado con menor o mayor interés.

Así sucede con películas de ciencia ficción, como es el caso de Capricornio Uno (1977), una cinta que cuenta la historia de una falsa misión a Marte. La NASA, ante la imposibilidad técnica para llevarla a cabo, termina grabando las imágenes en la Tierra y emitiéndolas como si fueran reales. Algunos amantes de la teoría de la conspiración consideran -sin prueba alguna, por supuesto- que la trama de esta película podría estar basada en hechos reales.

En 2001, la Fox emitió Teoría de la conspiración: ¿aterrizamos en la Luna?, un documental en el que se aventura la posibilidad de que las imágenes de la llegada a la Luna se grabaran en el Área 51, la base militar ubicada en Nevada que, debido al secretismo que rodea a la instalación, ha sido fuente inagotable de teorías de todo tipo. Su difusión supuso un notable incremento del número de 'negacionistas' del aterrizaje lunar.

También destaca en esta categoría el falso documental Operación Luna (2002), que especula sobre la posibilidad de que las imágenes del alunizaje del Apolo fueran obra del director Stanley Kubrick: aunque al final del documental se aclara que todo es una broma son muchos los que aún hoy creen a pies juntillas el falso planteamiento.

La promesa de Kennedy

Seguramente uno de los hechos que más ha fomentado esta creencia fueron las palabras pronunciadas en 1962 por el entonces presidente de Estados Unidos John Fitzgerald Kennedy, quien aseguró en un discurso para la historia que su país lograría llevar a un hombre a la Luna y traerlo con vida a la Tierra antes del final de la década. Teniendo en cuenta que el plazo estuvo a punto de no cumplirse, los escépticos consideran que hubo que improvisar un plan alternativo, habida cuenta de que el tiempo apremiaba.

Lo que no dicen los 'conspiranoicos' es que Estados Unidos multiplicó a partir de entonces su gasto en investigación y desarrollo espacial, poniendo en marcha la misión Apolo con la que, además de tomar la delantera a la URSS en la carrera espacial, logró materializar sus objetivos a base de esfuerzo y numerosos ensayos.

Además, no hay que olvidar que el gobierno soviético estuvo hasta el último minuto compitiendo en esta batalla por llegar en primer lugar hasta nuestro satélite. Si los dirigentes de la URSS, parte más que interesada al fin y al cabo, dieron por buena la hazaña de Armstrong, Aldrin y Collins es porque no tenían la menor duda al respecto.

Todo ello teniendo en cuenta que la NASA ha traído cantidades ingentes de material lunar -más de 380 kilos de rocas- que ha puesto a disposición para su examen de la comunidad científica y ha publicado cientos de vídeos y fotografías que se pueden revisar sin censura en su página web.

Repasando las diferentes 'pruebas' en las que se basan los partidarios de la teoría de la conspiración lunar nos encontramos con que, en su mayoría, son conclusiones realmente pueriles. Un visionado atento y razonado de las mismas imágenes que utilizan como evidencia sirve para desechar estas hipótesis. Veamos las cinco más extendidas.

1. ¿Por qué ondea la bandera sin viento?

El astronauta Harrison Schmitt, durante la misión Apolo 17

Imagen de una bandera estadounidense en la que se aprecia el travesaño superior que la sostiene. noticias

Seguramente la teoría más difundida por los amantes de la conspiración es aquella que argumenta que la bandera estadounidense ondea en la Luna a pesar de que no hay viento, uno de los argumentos habituales de los negacionistas.

No hay que ser muy observador para apreciar en la fotografía que una escuadra superior permite que la insignia permanezca erguida, a lo que se une el material del que está hecha la propia bandera, que muestra a propósito una serie de arrugas y dobleces para dar la impresión de que ondea.

Está claro que la NASA buscaba un simbolismo con esta imagen de la bandera ondeando sobre la superficie lunar, a pesar de que ha terminado sirviendo de argumento para los partidarios de la conspiración.

2. Un espacio sin estrellas

El astronauta John W. Young, comandante de la misión Apolo 16, en un momento de su actividad en la Luna.

La falta de estrellas se debe a que su débil luminosidad no impresiona la película fotográfica. NASA

Otra de las 'evidencias' más consolidadas es la que indica que en los vídeos y fotografías no se ven las estrellas, a pesar de que en la Luna no hay atmósfera que las oculte.

Según los teóricos de la conspiración lunar, esto prueba que la NASA falseó el alunizaje pero que evitó pintar un cielo estrellado ante el riesgo de que algún astrónomo hubiera sido capaz de sospechar, debido al posicionamiento de los astros en el firmamento.

Pero lo cierto es que la débil luminosidad de las estrellas es incapaz de impresionar la película fotográfica debido al tiempo de exposición utilizado por las cámaras que llevaron a la Luna los integrantes de las diferentes misiones Apolo.

A ello hay que añadir el brillo de la superficie lunar debido al efecto de los rayos del Sol, lo que condiciona la forma de tomar las fotografías por parte de los astronautas. De hecho, nosotros tampoco vemos las estrellas cuando realizamos una fotografía nocturna en la Tierra si no dejamos el tiempo de exposición suficiente

3. Sombras 'extrañas'

Sobre las claras 'pruebas' que para los 'conspiranoicos' representan las irregulares sombras de los astronautas sobre la Luna podría hacerse un auténtico monográfico. Pero una mínima y atenta observación permite desmontar cada una de las hipótesis sin demasiada dificultad.

Es este caso -como sucede por norma general- los teóricos de la conspiración ven lo que quieren ver, sin analizar con un mínimo rigor el contenido de las imágenes.

Es el caso de la fotografía en la que se aprecia al astronauta John Young, comandante de la misión Apolo 16, junto al módulo lunar y que, según aseguran, no arroja sombra alguna sobre la superficie.

Pero un visionado más atento de la imagen nos permite observar que en realidad el astronauta -aprovechando la menor gravedad- está saltando a la vez que realiza el saludo militar hacia la bandera ubicada a su derecha. Por esa razón, la sombra no sale de los pies de Young -que no están apoyados en el suelo lunar- sino que se distingue en la parte inferior de la fotografía.

Como decimos, el apartado 'sombras extrañas' da mucho más de sí, intentando demostrar que en las imágenes había más de un foco de luz, además del Sol. Pero en la mayoría de los casos se trata de efectos provocados por el desnivel del terreno o montajes de fotografías de 360º que, sin la correspondiente aclaración, parecen arrojar sombras en diferentes direcciones.

4. El módulo lunar no ocasionó un cráter en su aterrizaje

Imagen del 'Eagle', el módulo lunar utilizado en la misión Apolo 11

El astronauta 'Buzz' Aldrin, junto al módulo 'Eagle' tras el alunizaje. NASA

También se ha argumentado que el 'Eagle', el módulo con el que Armstrong y Aldrin aterrizaron en la Luna, no dejó cráter alguno aunque pesaba más de 15 toneladas. Pero lo cierto es que buena parte de ese peso lo constituía el combustible que consumió antes de alunizar.

A ello hay que unir el hecho de que, al ser la gravedad en la Luna unas seis veces menor, el 'Eagle' pesaba en torno a 1,5 toneladas, insuficientes para abrir un cráter. Sobre todo teniendo en cuenta que, pese a estar cubierta de una capa de polvo, la superficie lunar es principalmente rocosa.

Además, el aterrizaje no fue violento sino que el módulo se posó suavemente pues, de lo contrario, los astronautas no hubieran sobrevivido al impacto.

5. Una extraña 'C' sobre una roca

Esta imagen es, para los 'conspiranoicos', la prueba irrefutable del fraude: sobre una roca lunar aparece dibujada una letra 'C', lo que -aseguran- evidencia que es parte de un decorado.

La supuesta 'C' sobre una roca lunar, fuente de teorías conspirativas.

La supuesta 'C' sobre una roca lunar, fuente de teorías conspirativas. NASA

Sin embargo, ha quedado demostrado que la supuesta letra procede del error de revelado del negativo, en el que se coló un trozo de fibra. No es por tanto la imagen original sino una copia posterior en la que encontramos este misterioso signo.

En las fotografías originales se puede observar que la 'C' no aparece por ningún lado e incluso en otras imágenes podemos encontrar anomalías similares, fruto de un revelado defectuoso.

Internet, foco difusor

Estas son solo algunas de las 'evidencias' en las que se basan los amantes de la conspiración lunar. La llegada de internet no ha hecho más que incrementar estas supuestas pruebas, a las que se unen otras que directamente están falseadas como el vídeo en el que se ve cómo cae un foco de iluminación en el momento en el que un astronauta desciende del módulo lunar. Acto seguido, un grupo de personas entra en escena intentando reparar el desaguisado. El vídeo, que se puede encontrar en Youtube, es un burdo montaje pero aun así algunos consideran que es real.

Es evidente que quienes quieren creer en esta hipótesis van a buscar siempre una explicación alternativa a la teoría oficial, respaldada por toda la comunidad científica internacional. Quizá las nuevas misiones a la Luna, anunciadas para los próximos años, pueden ayudar a disipar estas dudas y terminar de una vez con uno de los debates más encendidos -y absurdos- de los últimos tiempos.