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El fragmento de un cometa primigenio en el interior de un meteorito da pistas sobre el origen del sistema solar

  • Científicos españoles descubren, por primera vez, materiales originarios embebidos en hielo que se incorporaron a los meteoritos

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Sección de la condrita carbonácea La Paz 02342 y ampliación
Sección de la condrita carbonácea La Paz 02342 y ampliación

Un equipo internacional de científicos liderado el Instituto de Ciencias del Espacio del Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y del Institut d'Estudis Espacials de Catalunya (IEEC) ha encontrado, por primera vez, un fragmento de un cometa en el interior de un meteorito. Estos objetos del espacio exterior con claves para conocer la composición de objetos que se formaron en regiones distantes al Sol hace más de 4.560 millones de años porque aportan datos sobre las fases de la creación de los primeros cuerpos que formaron los planetas.

Los investigadores del único centro que cuenta con un repositorio de estas muestras de la colección antártica de la NASA en España, han estudiado durante tres años la condrita carbonácea La Paz 02342, y han descifrado la composición del fragmento de cometa: un granito de 0,1 milímetros.  Los científicos han concluído que está compuesto por una mezcla inusual de materiales orgánicos, silicatos amorfos y cristalinos, sulfatos de sodio, sulfuros y grandes presolares; estos últimos incorporados en estrellas que enriquecieron los materiales primigenios de nuestro Sistema Solar.

“Muchos objetos del sistema solar poseen una composición muy diferente a la de los meteoritos a los que estamos acostumbrados. Las condritas carbonáceas, como La Paz 02342, constituyen un legado fósil de la creación de los planetas. En su interior son capaces de preservar muestras únicas de otros objetos mucho más ricos en materia orgánica y volátiles, conocidos como cometas”, explica Trigo a la Agencia SINC.

Para poder analizarlo han utilizado un instrumento que permite determinar, con gran precisión, la distribución de partículas de una sustancia en función de su masa. Se trata del espectrómetro de masas de iones secundarios del Carnegie Institution of Washington (Estados Unidos). Con este dispositivo han podido determinar, a escala nanométrica (una millonésima parte de un milímetro), la composición de los elementos químicos que lo conforman.

Debido a los materiales que componen estos cometas, raramente sobreviven el tránsito durante tantos años hasta llegar a la Tierra y la identificación de este tipo de cometas es difícil para los científicos, pero es muy valiosa porque da pistas sobre las fases de la creación de los primeros cuerpos que formaron los planetas.

Trigo explica que una alteración desigual en el asteroide originario ayudó a que hayan llegado hasta estos días: “Afortunadamente no fue extensiva ni homogénea, lo que hizo que se preservasen las propiedades únicas de este clasto cometario, entre ellas su riqueza en diminutos granos minerales formados en estrellas del entorno en el que nació el Sol”.

Los resultados del trabajo se publican, junto a científicos estadounidenses, en la revista Nature Astronomy.