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La Fiscalía se querella contra Torra por desobediencia y este responde con otra querella contra la Junta Electoral

  • Quim Torra sustituyó hace cinco días los símbolos partidistas por otra pancarta que tiene el visto bueno de la Junta Electoral
  • El presidente se ha querellado este miércoles contra la Junta Electoral, a quien acusa de un posible delito de prevaricación

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Imagen del pasado viernes de la última pancarta colocada en la fachada del edificio de la Generalitat.
Imagen del pasado viernes de la última pancarta colocada en la fachada del edificio de la Generalitat.

La Fiscalía Superior de Cataluña ha presentado una querella criminal por desobediencia contra el presidente de la Generalitat, Quim Torra, por desoír la orden de la Junta Electoral Central (JEC) de retirar los lazos amarillos y pancartas de apoyo a los políticos presos de los edificios de la Generalitat. El presidente catalán, por su parte, ha presentado una querella contra la JEC acusándola de un presunto delito de prevaricación. Tras una reunión este miércoles, la máxima autoridad del control electoral ha ordenado a Torra que quite el lazo de la delegación del govern en Londres antes de las 11.00 horas de mañana jueves.

Según ha informado el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC), la sala civil y penal ha registrado la querella tras la denuncia que Ciudadanos registró ante la Fiscalía el pasado 15 de marzo de 2019.

En el documento el misterio fiscal acusa a Torra a “desantender” el mandato recibido de la Junta Electoral Central, cuando, de manera “consciente y deliberadamente”, decidió mantener las pancartas y lazos partidistas en “numerosos” edificios dependientes de la Generalitat, aunque fuera de “manera encubierta o simbólica a través de carteles, imágenes, figuras, fotografías y simbología en general de la misma naturaleza ideológica y partidista”.

Torra desatendió "reiteradamente" las órdenes de la JEC, según la fiscalía

Para el fiscal, el requerimiento de la JEC, la máxima autoridad en control de procesos electorales, que “ha sido reiteradamente desatendido” y que ello supone de “especial gravedad” por incidir directamente en el derecho de participación política de los ciudadanos.

En su querella, el fiscal sostiene que la reiteración de negarse a retirar esos símbolos "no puede quedar enmascarada" por las sustitución de los símbolos ubicados en los edificios públicos que "pretendían siginificar exactamente lo mismo, simbología partidista, que además, incluía multitud de carteles con expresiones escritas".

La querella recoge “la JEC constata el flagrante incumplimiento” por parte de Torra tras las últimos acuerdo que anunció la JEC para retirar esas pancartas y que “no tiene otra finalidad que eludir o burlar los requerimientos emitidos”. Y añade que el día 21 cuando Torra cambió la pancarta por otra con lazos de color blanco, existió “una voluntad de desobedecer”.

El fiscal superior ha solicitado tomar declaración a Quim Torra por estos hechos. Por otro lado, ha requerido a la Policía Nacional y a los Mossos D'esquadra los informes policiales y de la Generalitat relativos al cumplimiento de las órdenes emitidas por la Junta Electoral Central, así como al departamento de Presidencia de la Generalitat, le ha pedido la copia del recurso que envió a la JEC en el que alegaba su "deber de respetar la libertad de expresión".

Torra se querella contra la JEC

Unas horas más tarde, el president de la Generalitat ha presentado este miércoles una querella por un presunto delito de prevaricación contra todos los miembros de la Junta Electoral Central por prohibir los lazos amarillos en edificios públicos, tal y como ya anunció la semana pasada.

En su escrito, Torra alega que la doctrina del Tribunal Supremo y del Constitucional establece que no se puede cometer ningún delito de desobediencia mientras no se haya resuelto la solicitud de medidas cautelares.

También argumenta que la Junta fue "modificando las medidas ordenadas en función de las alegaciones" que él mismo presentaba, lo que a su juicio, supone el "duelo de prevaricación". De ese modo, considera, que la modificación de los términos de la porhibición "genera indefensión", añade.

Según el escrito, las instrucciones que se daban al presidente de la Generalitat "eran imposibles de cumplir" porque eran "ilegales", algo que es "imposible" que los jueces que componen la Junta "no supieran". Además, denuncia que las resoluciones no se ajustan a derecho porque su contenido es "totalmente aleatorio y artitrario" y ha valorado que se "trata de una persecución política", pero esta vez a través de resoluciones administrativas.

Torra ha valorado, a través de un un comunicado, la querella presentada por el fical superior de Catalunya y ha replicado que "queda claro que la represión no para" y que España "es incapaz de tolerar la discrepancia política".

La Junta Electoral ordena retirar el lazo amarillo de la delegación de la Generalitat en Londres

Este miércoles, la JEC ha ordenado al presidente catalán retirar antes de las 11.00 horas (hora española) de mañana jueves el lazo amarillo que se exhibe en la delegación del govern en Londres.

El acuerdo lo ha adoptado la Junta Electoral tras una reunión este miércoles y responde a una reclamación de Ciudadanos. Esta formación política denunció que el balcón superior del edificio de la delegación londinense cuelga un lazo amarillo pese a la prohibición.

El máximo intérprete de la normativa electoral considera que el inmueble de Londres donde está ubicada la delegación de la Generalitat "debe entenderse comprendido dentro del ámbito del acuerdo de la JEC del pasado 21 de enero".

La JEC acepta la última pancarta de la Generalitat "por la libertad de opición y expresión"

En ese misma reunión, los miembros de la JEC han decidido que la pancarta que cuelga del balcón de la sede de la Generalitat en Barcelona desde el pasado viernes no tiene por qué retirarse, según informa la agencia EFE.

El organismo considera que la pancarta, en la que puede leerse: "Libertad de opición y expresión. Artículo 19 de la Carta Universal de Derechos Humanos", no es partidista y, por tanto, puede mantenerse.