Enlaces accesibilidad
Elecciones andaluzas 2018

Susana Díaz, la 'baronesa' que aspira a mantener la hegemonía socialista en Andalucía

  • La presidenta de la Junta busca la reelección aunque las encuestas apuntan a que volverá a necesitar pactos
  • En este período ha sabido recomponer su relación con Sánchez y mantenerse lejos de los ERE

Por
Susana Díaz, candidata a revalidar la Presidencia de Andalucía
La presidenta de Andalucía, Susana Díaz, tras anunciar el adelante electoral al 2 de diciembre.

Susana Díaz Pacheco (Sevilla, 1974) tiene ante sí un reto mayúsculo: conseguir que su partido, el PSOE-A, alcance tras las próximas elecciones, un tiempo en el que nadie ha podido romper la hegemonía socialista en su feudo más importante.

Nacida en el barrio sevillano de Triana y licenciada en derecho, la presidenta de la Junta de Andalucía lo ha sido todo en el PSOE andaluz, en el que ingresó a los 17 años y donde ha ocupado diversos cargos hasta asumir en 2013 la secretaría general, puesto que detenta en la actualidad.

También ha sido concejala en el Ayuntamiento de Sevilla, consejera de la Junta de Andalucía, senadora y diputada en el Congreso de los Diputados.

Aunque los tiempos de las mayorías absolutas quedaron atrás hace tiempo, Díaz tiene todas las papeletas para seguir mandando en el Palacio de San Telmo, en el que se instaló en 2013 tras la dimisión de su gran valedor, Juan Antonio Griñán, que ahora se sienta en el banquillo de los ERE junto a otro de sus predecesores, Manuel Chaves. En 2015, tras ganar las elecciones con mayoría simple, logró un pacto con Ciudadanos que le ha permitido gobernar con relativa calma.

La gran muestra de habilidad de Susana Díaz en sus cinco años de gobierno ha sido, precisamente, la de evitar cualquier tipo de posible salpicadura del caso de los ERE, del que son protagonistas sus dos antecesores y otros compañeros de partido.

Derrota ante Sánchez

Pero en su haber hay que poner, sobre todo, su capacidad para rehacerse tras el gran varapalo que supuso su derrota ante el hoy presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en las primarias socialistas de mayo de 2017.

Aunque hubo quien pronosticó que, tras aquel episodio, la carrera de la 'lideresa' andaluza estaba amortizada, Díaz ha sabido retirarse a sus cuarteles de invierno, mantener la cordialidad con un Sánchez ahora instalado en La Moncloa y, sobre todo, cerrar -al menos de manera externa- las heridas abiertas en su partido entre sus partidarios y los del presidente en ejercicio.

En su feudo andaluz, y tras pactar 'in extremis' un acuerdo de investidura con Ciudadanos, en este período Díaz ha mantenido una relación cordial con la formación naranja, con cuyos votos ha sacado adelante tres acuerdos presupuestarios.

Pero la pérdida de confianza entre las partes y, sobre todo, la proximidad de la sentencia de los ERE, han motivado a la presidenta andaluza a adelantar los comicios, que deberían haberse celebrado en marzo del año próximo.

Expectativas electorales

Como sucediera en 2015, las encuestas dan como segura la victoria al PSOE andaluz, aunque acusando una pérdida de votos y sin posibilidad de mayoría absoluta, lo que va a va a obligar a la 'baronesa' a mirar a derecha o a izquierda para mantenerse en el poder.

Díaz ya ha asegurado que prefiere seguir gobernando en solitario, con apoyos puntuales. Pero para ello tendría que renovar su pacto con Ciudadanos, formación a la que las encuestas le auguran un gran crecimiento.

Más complicado por el momento parece el entendimiento con Ahora Andalucía, la confluencia de Podemos e Izquierda Unida que lidera Teresa Rodríguez con quien, según fuentes socialistas, no se contempla en este momento ningún pacto.