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Un glaciar antártico del tamaño de Francia se derrite más rápido de lo previsto y amenaza con elevar el nivel del mar

  • La parte del glaciar Totten que flota sobre el océano es mayor de lo que se creía
  • Esa estructura lo hace mas sensible a los cambios climáticos
  • Si se derritiese por completo, el nivel del mar subiría tres metros

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Vista del glaciar Totten en el este de la Antártida
La parte flotante del glaciar Totten es mayor de lo previsto, lo que lo hace más frágil ante el calentamiento global.

El glaciar Totten, del tamaño de Francia y el mayor que existe en el este de la Antártida, tiene más superficie flotando sobre el agua del océano de lo que se creía, lo que hace que su velocidad de deshielo sea mayor de lo previsto y agrava su potencial contribución a aumentar el nivel del océano en el planeta.

Así lo ha confirmado un estudio realizado por la División Australiana de la Antártica (AAD, siglas en inglés), la Universidad de Tasmania y la Universidad Central Washington, que han analizado mediante ondas sísmicas la estructura del terreno que se encuentra debajo de la superficie del glaciar. Las mediciones del bloque de hielo se han realizado durante 12 meses.

Hasta ahora se creía que la mayor parte del glaciar estaba incrustada en el lecho rocoso del continente blanco.

"En algunos lugares que pensábamos que el cascote estaba incrustado en la tierra, hemos detectado que hay mar debajo, lo que indica que el glaciar está flotando en el océano", ha explicado el profesor Paul Winberry, de la Universidad Central Washington, en un comunicado difundido al término de la última misión de la AAD.

Su completo deshielo subiría tres metros el nivel del mar

Una parte del Totten está integrado en la masa continental de la Antártida, pero otra parte se adentra 120 kilómetros en el mar. El tamaño de esta enorme lengua de hielo es el que ahora se ha descubierto que es mayor de lo que se creía.

Otros estudios recientes del Totten ya habían mostrado que ese glaciar es erosionado por la superficie por varios canales de agua del mar. Como consecuencia de esa erosión, va aumentando la proporción del bloque de hielo que flota sobre el océano, lo que acelera la velocidad de su desintegración.

Este glaciar desagua unos 538.000 kilómetros cuadrados de la Antártida Oriental y de él fluyen unas 70.000 millones de toneladas de hielo cada año.

Winberry ha indicado que el hecho de que haya mayor parte del glaciar flotando ayuda a explicar recientes períodos de flujo y deshielo acelerado, lo que también supondría que el Totten sería más sensible a futuras variaciones climáticas.

El experto en glaciares y miembro de la misión australiana Ben Galton-Fenzi ha advertido que el Totten posee suficiente hielo como para elevar el nivel de los océanos en unos tres metros si llega a derretirse en su totalidad.

Según este especialista, el nivel del mar ha subido unos 20 centímetros desde comienzo del siglo XX y se calcula que, desde ahora a finales de este siglo, podría hacerlo otro metro adicional. "Pero todo esto es incierto, por eso es importante estudiar glaciares como el Totten", ha señalado este especialista.

"Las mediciones precisas del glaciar Totten son cruciales para seguir y entender los cambios en el contexto de las variaciones naturales y la investigación es importante para entender el impacto potencial de las aguas marinas subterráneas en los escenarios futuros", ha subrayado Galton-Fenzi.

Según la NASA, la Antártida ha perdido entre 2002 y 2016 unas 125 gigatoneladas de hielo por año, es decir unas 125.000 millones de toneladas anuales.

La Antártida concentra el 62% de las reservas de agua dulce del planeta, por lo que su deshielo provoca la desalinización de los océanos y mares del planeta, un mecanismo fatal para las especies marinas que no pueden adaptarse a cambios que se están produciendo a gran velocidad.