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Goyas 2018

Teatreros en los Goya

  • Muchos de los intépretes nominados tienen pasado y presente escénico
  • Anna Castillo o Belén Cuesta tienen función el día después de los Goya

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Nathalie Poza en 'Sueño'
Nathalie Poza en 'Sueño'

Visualicen una entrega de premios, en concreto, el momento en que las cámaras enfocan a los candidatos a un galardón y aparece una imagen fotográfica del susodicho. No, su ausencia no es un feo a los académicos ni al espectador, sino que está ejerciendo su compromiso con el público que ha pagado la entrada para verle en teatro: las giras, cada vez más exiguas, se planifican con mucho tiempo de antelación y un sábado es muy jugoso para un bolo.

En esta edición son muchos los intérpretes, por no decir todos, que tienen pasado escénico y, unos cuantos, también presente: es el caso de David Verdaguer, representando junto a Mar Ulldemolins Un cop l'any en el Teatre Poliorama de Barcelona. Si quisiera acompañar a la comitiva de Verano 1993 llegaría por los pelos a Madrid aprovechando un “puente aéreo” entre el teatro y el cine.

Pasajeros habituales son tres de los intérpretes candidatos al Goya como mejores protagonistas, Nathalie Poza, Maribel Verdú y Javier Gutiérrez. Y no olvidamos los escarceos de Antonio de la Torre con obras como La taberna fantástica y Grooming, y un inicial pasado sobre las tablas de Emily Mortimer, Javier Bardem y Andrés Gertrudix –estos dos, unidos por su formación en la escuela de Juan Carlos Corazza-.

Penélope Cruz es quien confiesa sin tapujos sus miedos ante un proyecto teatral: tentada por Brodway, no saca partido a sus cuatro años de formación en artes escénicas. Algo parecido le ocurre a Lola Dueñas, que estudió en el madrileño Teatro de La Abadía.

Lo último de Verdú fue Invencible, aunque pronto volverá a pisar tablas, como Gutiérrez, que en otoño, y junto a Cristina Castaño, se pondrá en manos de Sergio Peris-Mencheta. La que no para en teatro es Poza y este año encadenará la gira de Sueño, dirigida por Andrés Lima, con Las criadas, de Genet, a cargo de Luis Luque y con Fernando Tejero y Ernesto Alterio, con quienes ha compartido muchas horas de escenario y carretera en animalario (también con Gutiérrez).

También hay actores con una vida en compañía, como Billy Nighy, que creó hasta su propia formación, y Adelfa Calvo, con un acumulado de veinte la formación malagueña Brea. Los dos empezaron un idilio con las cámaras de cine y televisión que les mantenido apartados del teatro.

Entre los ‘debutantes’ que optan al Goya, Eneko Sagardoy empezó en un grupo de teatro de Durango y ha estado girando con Último tren a Treblinka, y Eloi Costa, formado en el Instituto del Teatro de Vic, se estrenó con la obra De buena familia.

De paradojas están estos premios bien servidos: a las 23.30 dará comienzo una función de La llamada en el madrileño Teatro Lara, donde se cimentó el proyecto de Javier Ambrossi y Javier Calvo. Quizás, antes de que acabe esa representación, Anna Castillo o Belén Cuesta hayan subido a por su Goya como mejor actriz de reparto aunque en caso de ganarlo ninguna de ellas podrá celebrarlo hasta las tantas ya que, al día siguiente, la malagueña tiene función de Los universos paralelos en San Fernando de Henares y la barcelonesa estará en el Lara, en Madrid, con La Pilarcita.

Anna Castillo en 'La Pilarcita' (Teatro Lara) noticias