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Científicos del CSIC descubren que las bacterias de una infección proliferan de forma organizada

  • El estudio muestra que las bacterias se organizan como "ciudades de microbios"
  • Cada subpoblación de bacterias tendría funciones distintas para conseguir el éxito

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Imagen de una bacteria Staphylococcus aureus
Imagen de una bacteria Staphylococcus aureus.

Investigadores del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) han descuberto que las bacterias de una infección no se extienden de manera desordenada en el organismo, sino que proliferan de forma organizada, con asignación de tareas dentro de la misma comunidad.

Se trata de un estudio dirigido por investigadores del CSIC, publicado en la revista eLife, y que muestra que "las infecciones del patógeno Staphylococcus aureus organizan subpoblaciones de bacterias especializadas en romper tejidos, otras subpoblaciones se dedican a secretar toxinas, otras en adherirse a órganos mientras otras combaten al sistema inmune", explica el director del estudio, Daniel López, investigador del Centro Nacional de Biotecnología.

"En esa comunidad, todas las bacterias son genéticamente iguales, pero hay subpoblaciones que expresan sus genes de manera diferente y esto deriva en su especialización para realizar un trabajo concreto", detalla López.

Así, según el estudio, todas las bacterias estarían coordinadas para generar "una infección exitosa", como si se tratase de "ciudades de microbios, donde existe una división del trabajo".

Aplicar terapias contra infecciones dificiles de tratar

Las investigaciones han descubierto que hay subpoblaciones más importantes que otras, dependiendo del tipo de infección. No siempre es la misma subpoblación la relevante, sino que depende de la infección que se adquiere.

"Las bacterias especializadas en combatir al sistema inmune son esenciales durante infecciones crónicas mientras que las que secretan toxinas son esenciales para desarrollar infecciones agudas; al igual que en tiempos de guerra, la profesión militar es esencial para la supervivencia de una comunidad, o el personal sanitario durante una epidemia", explica López.

Con este hallazgo, es posible desarollar terapias contra infecciones difíciles de tratar, para eliminar solamente la subpoblación que sustenta a la infección y así terminar con toda ella, de la misma manera que una comunidad sin ejército no tiene posibilidades de subsistir durante un conflicto bélico, indica López.

Otras aplicaciones de este modelo de proliferación bacteriana están siendo consideradas, por ejemplo, para predecir el comportamiento de países frente a situaciones de estrés, desde una crisis económica a un terremoto.