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Otras 200 ballenas llegan a las playas de Nueva Zelanda

  • Han sido capaces por si solas de desencallar y regresar a alta mar
  • Desde el viernes han llegado más de 640 ballenas a las costas del país
  • 300 murieron el viernes pero un grupo de voluntarios logró rescatar un centenar

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Los cadáveres de 300 ballenas varadas en Nueva Zelanda podrían estallar por acumulación de gases

Más de 200 ballenas han llegado en las últimas horas a las costas de Nueva Zelanda, ascendiendo a más de 600 desde el pasado viernes, sin que los expertos sepan el motivo del fenómeno, informan medios locales.

La llegada masiva de cetáceos comenzó el viernes, cuando fueron localizados 400 ejemplares varados en una playa cercana de la población de Nelson, en el norte de la isla sur del archipiélago.

Trescientas ballenas murieron pero un grupo numeroso de voluntarios consiguieron reflotar al centenar restante en una operación de salvamento para lo que formaron una cadena humana. La operación fue seguida desde la costa por una multitud que animó a los voluntarios con canciones y consignas conservacionistas.

Una segunda oleada compuesta por 240 ballenas llegó el sábado a la misma zona, en la conocida como Golden Bay, aunque en este caso fueron capaces por si solas de desencallar y regresar a alta mar.

Ballenas piloto de hasta 6 metros

Los cetáceos que protagonizan la migración son "ballenas piloto", que pueden medir hasta 6 metros de longitud y pesar más de tres toneladas.

La llegada de ese tipo de ballenas es relativamente frecuente a las costas de Nueva Zelanda, cuyas aguas registran uno de los mayores índices de densidad de mamíferos marinos del mundo. Los expertos desconocen, no obstante, el motivo exacto del fenómeno.

Una de las hipótesis que manejan los científicos es que las corrientes marinas llevan a confusión y desorientan a los cetáceos al alterar sus sistemas sensoriales.

Los especialistas tampoco tienen explicación de por qué el fenómeno ha sido en esta ocasión tan masivo.