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Ana Belén, Goya de Honor: "Me encantaría hacer más cine"

  • La actriz recogerá el premio el 4 de febrero en la gala de los Goya
  • Ha lamentado la falta de ofertas cinematográficas en los últimos 12 años
  • RTVE.es entrevista a la actriz y cantante y repasa sus 50 años de carrera
  • Ceremonia de los Goya en directo en La 1 y RTVE.es el 4 de febrero

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Ana Belén agradece el Goya de Honor 2017

Ana Belén, Goya de Honor 2017, ha lamentado que no ha recibido ofertas cinematográficas durante los últimos 12 años. "Me encantaría hacer más cine, sinceramente", ha declarado en un acto celebrado en la sede de la Academia de Cine. La actriz y cantante reapareció el año pasado en un pequeño papel en La reina de España, pero su anterior participación en una película se remonta a 2004 en Cosas que hacen que la vida valga la pena.

"Me gusta mucho el cine y me gustaría seguir haciendo más; me siento con energía", ha señalado la actriz de 65 años, que, no obstante, en todos estos años no ha dejado de hacer teatro y de cantar, facetas profesionales que ha compaginado a lo largo de sus más de 50 años de trayectoria desde que en 1965, con 13 años, rodara Zampo y yo.

Ana Belén confiesa sentirse "muy emocionada" por este Goya de Honor, que recogerá el 4 de febrero en la gala de los XXXI Premios Goya - emitida por RTVE en directo-, y que, ha apuntado, que aunque pudiera "sonar un poco" a 'homenaje a fin de carrera', no lo es en absoluto: "Estoy absolutamente en activo y pienso seguir en activo porque creo que me encuentro en un momento óptimo de mi vida, de todo, de cómo manejo la técnica, de todo", ha dicho la actriz en una entrevista posterior con RTVE.es.

Cinco veces nominada a los Premios Goya -cuatro como mejor actriz protagonista (Miss Caribe, 1989; El vuelo de la Paloma, 1989; La pasión turca, 1994; y Cosas que hacen que la vida valga la pena, 2004) y una como directora novel (Cómo ser mujer y no morir en el intento, 1991)-, Ana Belén admite ser "casi la eterna nominada", aunque asegura que no habérselo llevado en ninguna de esas ocasiones no le ha supuesto "ninguna tristeza ni fracaso".

"Y ahora tengo este Goya de Honor, como ha ocurrido con tantos actores en Hollywood, que no se habían llevado un Oscar y de repente han tenido uno honorífico. Y es de agradecer porque te lo dan tus compañeros. Y eso es fantástico", afirma con una gran sonrisa.

Un mundo "machista" sin papeles femeninos

Respecto a sus 12 años alejada del cine hasta que Fernando Trueba le ofreció el año pasado el pequeño personaje de La reina de España, Ana Belén ha matizado que en este tiempo ha recibido dos o tres propuestas pero poco relevantes, y lo achaca a que no se escriben personajes femeninos para actrices "mayores".

"El mundo sigue siendo machista y la sociedad es machista. A las mujeres de una determinada edad nos pasan muchas cosas, pero eso no se refleja. Las historias generalmente, aquí y en Hollywood, las escriben hombres y, aunque algunos a lo largo de la historia han escrito grandes papeles femeninos, eso es una excepción. Y en España pasa lo mismo, y ocurre, de un personaje de un hombre de mi edad, de entrada ya dicen, incluso las propias mujeres, ‘¡que tío tan interesante!’, pero de una mujer ‘¡ay, qué mayor está’! Y eso no es justo. Midámoslo igual", se queja Ana Belén en la entrevista con RTVE.es.

"¿Por qué no se piensa que puede haber personajes femeninos con las mismas rarezas y las mismas aristas que puede tener cualquier hombre?", ha continuado la actriz y cantante, que se resigna a pensar que, como en todos los logros que han alcanzado las mujeres en todos los órdenes de la vida, "toca seguir peleándolo". "Poco a poco se van consiguiendo cosas y cada vez hay más mujeres dirigiendo y escribiendo guiones, pero no son las suficientes", afirma la nueva Goya de Honor -curiosamente sola la quinta mujer en 31 años de premios-, que confiesa, además, tener "miedo" ante las "regresiones" que cree que se están produciendo en los últimos tiempos.

En cuanto a la dirección -dirigió en 1991 su única película, Cómo ser mujer y no morir en el intento-, la artista madrileña dice que "no entra" en sus planes en principio pues cree que, con la cantidad de gente "más joven preparada y con más recursos" que hay y que encuentran multitud de problemas para poder dirigir un filme, sería "frívolo" que lo hiciese ella porque carece de esa experiencia y esos conocimientos, "no porque no sienta que no hay una historia que merezca ser contada".

"Me sigo reconociendo en la niña de Zampo y yo"

Si se le pregunta a la actriz madrileña qué queda de esa niña, entonces llamada María del Pilar Cuesta Acosta, que con 13 años rodó Zampo y yo bajo las órdenes de Luis Lucia y cantando canciones de Augusto Algueró y Adolfo Waitzman, asegura que queda "mucho".

"Yo recuerdo a esa niña con mucha capacidad de ponerse en el lugar de otro, con mucha capacidad para que las cosas injustas le afectasen, para sentir vergüenza de las cosas que veía y que sentía que eran vergonzosas, con mucha timidez…, y yo sigo reconociéndome en muchas cosas de esa niña, sinceramente. Con todo lo inexperta, torpe, inculta, que era, pero yo me sigo reconociendo", confiesa.

Su prolífica carrera artística comenzó ese 1965, pese a que el poco éxito comercial de su debut la llevó durante cinco años a los escenarios del teatro de la mano de Miguel Narros. No obstante, en 1970 regresó al cine y no lo abandonaría en las tres décadas siguientes, trabajando con los mejores directores del cine español, y con títulos como Morbo y Al diablo con el amor (Gonzalo Suárez, 1972); El amor del capitán Brando (Jaime de Armiñán, 1974); La petición (Pilar Miró, 1976); La colmena (1982) y La casa de Bernarda Alba (1987), de Mario Camus; La corte de Faraón (1985), de José Luis García Sánchez; Sé infiel y no mires con quién (1985), de Fernando Trueba; Rosa, rosae (1993), de Fernando Colomo; La pasión turca (1994) y Libertarias (1996), de Vicente Aranda; El amor perjudica seriamente la salud (1996) de Manuel Gómez Pereira, entre otros, y ya en el nuevo milineio interviene en Antigua vida mía (2001), de Héctor Olivera; y Cosas que hacen que la vida valga la pena (2004), de Gómez Pereira.

De esa amplia trayectoria cinematográfica, Ana Belén se queda con dos películas "muy especiales": La corte de Faraón y sus personajes de Mari Pili, Lota y Sul, y el de Desideria Oliván de La pasión turca.

Pese a su amplia trayectoria, Ana Belén no ha trabajado nunca con Pedro Almodóvar, aunque estuvo a punto en dos proyectos: "El último me hizo una oferta que coincidió con la gira latinoamericana del disco Mucho más que dos, empezaba en tres días y la tenía firmada".

Y del trabajo en La reina de España, la actriz confiesa haber vivido con amargura el "boicot" que ha sufrido la película tras el discurso de Trueba al recibir el Premio Nacional de Cinematografía en el que dijo no sentirse español. "Esa polémica me retrotrajo a la intolerancia y la intransigencia de la dictadura, cuando Víctor Manuel y yo fuimos acusados por un anónimo de haber pisado una bandera española en México. No era cierto y luego se aclaró, pero el mal ya estaba hecho (...) La gente debería poder decir lo que sienta en cualquier momento, pero además las declaraciones se hicieron en clave irónica y se sacaron de contexto en el caso de Trueba", ha dicho.

La relación con el público

En paralelo a su carrera cinematográfica, Ana Belén es desde finales de los 70 en una de las voces que más despuntan dentro de la música, y no ha parado de grabar discos y hacer giras desde entonces. Como tampoco ha abandonado en ningún momento las tablas del teatro, bajo las órdenes de directores como José Carlos Plaza, José Luis Gómez, Joan Ollé y Magüi Mira e interpretando personajes ideados de autores como Chéjov, Max Aub, Alberti, Lorca, Shakespeare, García Márquez y Vargas Llosa.

Y, si hay algo que tienen el teatro y la canción que no tiene el cine es el contacto directo con el público, algo que para Ana Belén es "maravilloso".

"Siempre después de haber rodado una película, con mucho éxito y tal, inmediatamente me han ofrecido una obra de teatro, y yo siempre he pensado ques es volver como al útero materno, como volver a donde empieza todo, sin lugar a dudas. Mi relación con el teatro en todos estos años ha sido fortísima. He hecho muchísmo teatro en estos años, y he seguido ejercitando mi instrumento, que es el de la actriz, función tras función, con, afortunadamente, personajes que yo sé que ya nos lo va dar el cine", concluye esta mujer de 65 años que ha dedicado casi la totalidad de su vida a la actuación y cuyo trabajo es reconocido ahora con un nuevo premio, el Goya de Honor.

Ana Belén, Goya de Honor 2017

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