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Festival del Cante de las Minas

El genio de Camarón de la Isla revive en La Unión con voz de Pedro 'El Granaíno'

  • El musical Eterno Camarón registra el primer lleno de la presente edición
  • El festival rinde homenaje al cantaor onubense 'Niño Alfonso'

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El genio de Camarón de la Isla revive en La Unión con voz de Pedro 'El Granaíno'
Un momento de la actuación de Pedro 'El Granaíno' en la segunda jornada del Festival del Cante de las Minas.

El Antiguo Mercado Público de La Unión ha revivido este sábado el genio de José Monje a través del musical Eterno Camarón, en el que el cantaor Pedro 'El Granaíno' ha interpretado con exquisita solvencia en el Festival Internacional del Cante de las Minas el repertorio de una de las leyendas del cante jondo.

Con la segunda gala ha llegado el primer lleno de esta edición, en la que han estado presentes veteranos del festival que presenciaron la actuación de Camarón de la Isla en la Catedral del Cante en 1983, que forma parte del Olimpo de este certamen.

En una hora y media de fuertes emociones, el musical ha empezado con un vídeo de niños jugando al toro en una playa del San Fernando natal de José Monje, "un chaval que se verá convertido en el centro mundial del flamenco, una estrella internacional, gracias a su descarnada voz, su afinado oído, su innato duende y su transgresora forma de entender el cante jondo".

La alocución ha dado paso a una sucesión de auténticos éxitos del flamenco llevados a la inmortalidad por Camarón,  como la "Nana del caballo grande" o la alegría "Bahía de Cádiz", y que ha defendido con una gran honestidad Pedro Heredia Reyes, que ha demostrado que está en un estado de plena madurez que le ha llevado a aceptar enfrentarse a un reto mayúsculo.

Sin respiro

Entre canción y canción, el público no ha podido tomar un respiro emocional, puesto que la hija del genio gaditano, Gema Monje, ha recitado poemas que su padre le cantaba a su madre, Dolores Montoya 'La Chispa'.

Un repertorio donde han predominado los palos alegres,  como la rumba "Volando voy" o "La primavera"; las bulerías ("Mi barrio minero"); los fandangos ("La vida es una ilusión") y el jaleo "La leyenda del tiempo", título homónimo del disco que revolucionó la historia reciente del flamenco y que incorporó elementos de la música moderna en el cante jondo.

"En el crepúsculo de su vida, el personaje ha ido devorando a la persona pero, una que La Estrella se apaga, entre nosotros queda La Estela de su presencia,  un niño jugando por siempre sobre la plateada espuma de las olas gaditanas", se ha escuchado en un momento del musical que ha hecho vibrar a un público que sabe que en el panteón de los ilustres, está, por derecho propio y desde hace poco más de 24 años, Camarón de la Isla.

Tributo al 'Niño Alfonso'

Si la emoción se salía por las costuras del magnífico Antiguo Mercado de La Unión, otro punto de la jornada también ha hecho aflorar muchas vetas de sentimientos, puesto que el salón de Actos de La Casa del Piñón ha acogido el tributo al cantaor unionense Alfonso Paredes, 'Niño Alfonso',  que ha comenzado con una fuerte ovación en pie al homenajeado, el último cantaor minero que queda vivo.

Tras proyectarse el documental Niño Alfonso: los melismas de una voz, que repasa su vida y obra, el flamencólogo Francisco Paredes ha ofrecido la conferencia "Niño Alfonso: Mi padre, mi maestro, mi amigo", y que ha dado paso a la entrega de la Lámpara Minera Honorífica al cantaor, de 82 años.

"No me quiero morir, esto es los más grande que me ha pasado en la vida", ha declarado Paredes tras recibir el premio de manos del alcalde de La Unión y presidente de la Fundación Cante de las Minas, Pedro López Milán.

El cantaor homenajeado ha agradecido la distinción, como mejor sabe hacerlo, arrancándose espontáneamente con una soleá y una milonga que ha entusiasmado a la parroquia.

También ha congregado mucho público y mucha curiosidad la segunda jornada del escenario del 'Cante en la Calle', que ha corrido a cargo de la bailaora japonesa Ariko Yara, quien ha ofrecido varias coreografías llenas de exotismo con dos trajes de flamenca en diferentes tonos y motivos con el telón de fondo de la fachada principal del Antiguo Mercado Público.