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La Asamblea Nacional francesa aprueba prolongar el estado de emergencia seis meses

  • En un principio se había propuesto extenderlo tres meses
  • La derecha pretendía un año y la izquierda estaba en contra de la prolongación
  • La ley permite investigar los teléfonos móviles y ordenadores incautados

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El primer ministro de Francia, Manuel Valls
El primer ministro de Francia, Manuel Valls

La Asamblea Nacional francesa ha votado durante la madrugada de este miércoles, como estaba previsto, a favor de prolongar el estado de emergencia seis meses, hasta enero de 2017, tras el reciente atentado de Niza y debido a la elevada amenaza terrorista que persiste en el país.

En torno a las 02:00 horas, los diputados han aprobad, por 489 votos contra 26, el artículo del proyecto de ley que extiende la medida de excepción medio año en lugar de los tres meses que eran la intención inicial del Gobierno. Posteriormente, han extendido el debate durante la madrugada para aprobar el resto de la ley, incluido un artículo que permite la inspección y registro de la información que contienen los teléfonos móviles y ordenadores incautados.

La medida debe ahora ser discutida en el Senado.

Oposición a la medida desde derecha e izquierda

Sin embargo, la presión de la oposición de derechas ha acabado empujando al Ejecutivo socialista a ampliar más de lo previsto el estado de emergencia, vigente en el país desde los atentados del pasado 13 de noviembre en París.

Algunos legisladores del partido conservador y de la extrema derecha han tratado sin éxito de que la medida se prolongase un año.

La oposición a la izquierda del Partido Socialista ha vuelto a votar en contra de la prolongación del estado de emergencia, una medida que a su juicio no servirá para atajar la amenaza terrorista.

"Debemos permanecer unidos y centrados porque tenemos que ser fuertes ante esta amenaza", ha declarado el primer ministro, Manuel Valls, durante el debate. "Cada nueva división nos hace más vulnerables", ha añadido.

Por su parte, el ministro de Interior, Bernard Cazeneuve, ha reconocido que el estado de emergencia en vigor no ha impedido nuevos atentados, pero ha asegurado que es una "herramienta" entre otras a la que el Estado francés no podía renunciar.