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La banca española suma 213.000 millones en activos improductivos a cierre de 2015, un 14,5% menos que un año antes

  • De ellos, algo más de 84.000 millones están ligados al ladrillo
  • Estos activos suponen una "rémora" para la solvencia del sector financiero
  • El Banco de España pide prudencia a la hora de conceder crédito

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Exterior del Banco de España
Exterior de la sede del Banco de España en Madrid.

Los bancos españoles tenían 213.000 millones de euros en activos improductivos -dudosos más adjudicados en pago de deudas- mantenidos en sus balances a finales de 2015. Esta cifra supone un reducción del 14,5% en el último año, según el último informe de estabilidad del Banco de España, que señala que "estos activos no generan ingresos".

Pese a la caída, el supervisor recuerda que los bancos tienen que financiar estos activos improductivos y que aún representan un porcentaje "significativo" del activo total de los bancos en su negocio en España. Así pues, advierte de que presionan "negativamente" la cuenta de resultados de las entidades, al reducir la generación de beneficio y siendo una "rémora" para el aumento de la solvencia del sector financiero.

Según el informe, los activos ligados al ladrillo adjudicados o recibidos en pago de deudas procedentes de los negocios en España que poseen los bancos españoles en su balances se elevaron un 0,95% en el último año, ligeramente por encima de los 84.000 millones. Un 37,6% del total de adjudicados es suelo, un 25% edificios terminados y un 22,3% procedentes de adquisiciones de vivienda (un aumento de 1,8 puntos porcentuales). Los edificios en construcción suponen un 5% del total de adjudicados.

Por otro lado, el crédito total refinanciado o reestructurado ascendió a 205.000 millones en diciembre de 2015, un descenso del 6,4% respecto el año anterior. El 51,5% se correspondió a empresas no financieras y el 46,2% a hogares.

Riesgos para el sistema financiero

Precisamente, el Banco de España avisa de que el entorno mantenido de bajos tipos de interés y un nivel de actividad aún en fase de recuperación puede afectar a la solvencia de las entidades, ya que supondría una menor contribución de resultados a la generación de reservas. Esta reducida rentabilidad del negocio bancario es considerado por el supervisor como un factor de riesgo para la estabilidad del sistema de intensidad "media".

El organismo señala también como riesgo "medio" el empeoramiento de las perspectivas de crecimiento internacional y en España, incluidas aquellas economías en las que los bancos españoles tienen mayor exposición. El último factor de riesgo, de intensidad "baja", se refiere a la corrección de los precios de los activos financieros. Estos factores de riesgo son compartidos por el resto de entidades pertenecientes al Mecanismo Unico de Supervisión (MUS).

Gestión "prudente" del crédito

Entre los desafíos que describe el organismo liderado por Luis María Linde, el informe hace hincapié en mantener una "gestión prudente" en la concesión de crédito a tipos que "compensen suficientemente el riesgo incurrido".

El Banco de España incide también en que los bancos españoles, con rentabilidades del capital por debajo del coste de capital, deberán ganar "aún mayor eficiencia" mediante el ahorro de costes, igual que "buena parte" del resto de las entidades europeas.

El supervisor pide además a la banca buscar una "adaptación" de su modelo de negocio al nuevo entorno, reforzando sus ingresos provisionando servicios a sus clientes, así como tratar de adecuar su estrategia al nuevo contexto financiero y regulatorio, incluyendo "posibles operaciones corporativas".