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Al menos 60 muertos y 120 heridos en Libia al estallar un camión bomba frente a una base militar

  • Un suicida empotró un camión repleto de explosivos contra el cuartel
  • Ningún grupo ha reivindicado de momento la acción
  • Los yihadistas han atacado puertos petroleros en los últimos días

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Un camión bomba explota en una academia de policías en Libia

Al menos 60 personas han muerto y más de 120 han resultado heridas en Libia al estallar un camión bomba frente a una base militar en la localidad de Zliten (oeste del país), en el atentado yihadista más grave perpetrado en el país en los últimos meses.

Responsables de seguridad han explicado a Efe que un suicida al volante de un camión cisterna repleto de explosivos se empotró a primera hora de la mañana contra la puerta del cuartel, en el momento en el que los reclutas de la Guardia Costera se disponían a entrar para iniciar su instrucción.

"La explosión se pudo escuchar en la ciudad de Misrata, que se encuentra a unos 45 kilómetros al oeste de Zliten", ha dicho la fuente. No existe aún una cifra oficial de víctimas pero, de acuerdo con la citada fuente y medios de prensa locales, hasta la morgue del hospital de la ciudad, situado a unos 175 kilómetros al este de Trípoli, han llegado "unos 60 cadáveres", tanto de policías como de civiles.

El enviado especial de la ONU para Libia, Martin Kobler, ha condenado el atentado en Twitter y ha llamado a todos los libios a "unirse de manera urgente para combatir el terrorismo".

Localización de la ciudad de Zliten, en Libia (Google Maps)

Localización de la ciudad de Zliten, en Libia (Google Maps) Google Maps

Ofensiva contra los puertos petroleros

El atentado se produce en medio de una ofensiva lanzada el pasado lunes por los grupos yihadistas libios afines a la organización Estado Islámico (EI) para hacerse con el control de los puertos petroleros de Ras Lanuf y Sidra, los más importantes del país.

Este intento de asalto, repelido por la Seguridad privada que protege las terminales, ha causado ya la muerte a más de una decena de combatientes de ambas partes y ha revelado la falta de coordinación entre las fuerzas libias.

Según fuentes de Seguridad en la vecina ciudad de Ajdabiya, hasta seis depósitos de petróleo están en llamas en las dos terminales, que siguen bajo el asedio de los yihadistas.

Imagen tomada de un vídeo colgado en redes sociales que muestra un tanque de petróleo ardiendo en la terminal petrolera de Al Sidra, cerca de Ras Lanuf, en la costa norte de Libia, el 5 de enero. Fuente: AFP

Imagen tomada de un vídeo colgado en redes sociales que muestra un tanque de petróleo ardiendo en la terminal petrolera de Al Sidra, cerca de Ras Lanuf, en la costa norte de Libia, el 5 de enero. Fuente: AFP AFP

Los radicales, asentados en la ciudad costera de Sirte, conquistaron al inicio de la ofensiva la ciudad vecina de Ben Jawad, donde han instalado el centro de mando, según informa Efe.

Un caos interminable y un peligroso vacío de poder

Libia es víctima del caos y la guerra civil desde el derrocamiento de Muamar al Gadafi. Desde entonces, el poder ha estado divido entre dos gobiernos, uno en Trípoli y otro en Tobruk, éste último reconocido por la comunicad internacional, en lucha por el control territorial apoyados por señores de la guerra, mafias de tráfico de armas y personas y diferentes tipos de milicias.

En el últimos doce meses, los radicales se han establecido en la localidad de Derna, fronteriza con Egipto, han penetrado en barrios de la ciudad de Bengasi, la segunda en importancia del país, y conquistado la mayor parte de Sirte, urbe costera situada a unos 450 kilómetros de Trípoli. Además, han puesto cerco a las principales instalaciones petroleras del país y penetrado en la ciudad de Sabratha, a medio camino entre la capital y la frontera con Túnez.

En medio, la ONU, que ha emitido este jueves un comunicado de condena del atentado en Zlitan, fomenta la creación de un gobierno de unidad nacional que acabe con el vacío de poder y aúne fuerzas contra los yihadistas. Del enfrentamiento se aprovechan bandas armadas afines al EI, que junto a la Organización de Al Qaeda en el Magreb Islámico (AQMI) han ampliado su influencia en el país y en todo el norte de África.