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Los bosques reconquistan terreno en España

  • La superficie arbolada en España aumenta un 33% los últimos 25 años
  • Los árboles ocupan 4,6 millones de nuevas hectáreas, el tamaño de Aragón
  • Las razones, la repoblación de bosques y el abandono de tierras agrícolas
  • Sin embargo, el aprovechamiento es desigual y aumenta el riesgo de incendios

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Imagen de un alcornoque en un bosque
La superficie forestal se expande por el abandono de zonas agrarias.

La idea generalizada en la sociedad es que el mundo se queda poco a poco sin bosques y sin árboles. Sin embargo, la tendencia es la contraria en lo que concierne a Europa occidental y a España en particular. En nuestro país, la superficie arbolada ha crecido en 4,6 millones de hectáreas en los últimos 25 años, una extensión de terreno equivalente a la región de Aragón.

Dicho de otra manera, algo más de la tercera parte del territorio nacional (el 36%) está ocupado por masa forestal.

¿El motivo? Doble y podría caracterizarse de político y económico: la repoblación de bosques, por un lado, y el abandono de las tierras agrícolas debido al éxodo rural, por otro. Esas razones han hecho que desde 1990 los árboles pasen de ocupar 13,8 millones de hectáreas a los actuales 18,4 millones, según datos del Ministerio de Agricultura y Medio Ambiente.

Son dos tendencias propias de países desarrollados a las que España no es ajena, señala Felipe Bravo, catedrático de Planificación Forestal y director del Instituto Universitario de Gestión Forestal Sostenible (IUGFS).

En la primera tendencia, la reforestación se lleva a cabo mediante intervención humana y con ayudas de la Política Agraria Europea (PAC), mientras que en la segunda, la superficie forestal se expande por el abandono de zonas agrarias marginales y de forma natural el bosque las coloniza.

Así, la repoblación forestal ha supuesto replantar un millón de hectáreas, mientras que alrededor de 700.000 hectáreas provienen de la forestación de tierras agrícolas. En el caso del abandono de tierras por cese de la actividad agraria, incluidas tierras de pasto que ahora dan lugar de forma descontrolada a nuevos bosques, el incremento se estima en 1,3 millones de hectáreas.

Las provincias de Ciudad Real, Cáceres y León son las que más han crecido en superficie arbolada (más de 250.000 hectáreas cada una) mientras que Álava, Huelva y Sevilla son las que menos aumento han registrado.

Durante estos años, de los aproximadamente 17.805 millones de árboles que existen en España, la encina (Quercus ilex) es la especie que ha registrado un mayor incremento tanto en abundancia como en volumen con corteza.

El aprovechamiento crece más lento que los bosques

Además, existe otra tendencia natural y es que la tasa de aprovechamiento está por debajo del crecimiento de los bosques, ha subrayado Bravo.

A este respecto, ha detallado que España tiene una tasa media de aprovechamiento de un 35% aunque las cifras varían mucho y oscilan entre un 10 y un 88% dependiendo de la comunidad autónoma.

Para Bravo, uno de los grandes problemas de los bosques radica en saber medir su "rentabilidad" pero estos no tienen un precio de mercado y no se invierte en gestión.

Por otra parte, Jordi Vayreda, investigador de CREAF (organismo que participa en la toma de datos de la superficie forestal arbolada a nivel provincial) subraya que el abandono de los cultivos que viene sucediendo desde los años 60 y 70 y una dedicación más agresiva para conseguir mayor cantidad de biomasa para combustible hace que el riesgo de que se produzcan incendios, y que éstos afecten a grandes superficies, sea cada vez mayor.

A su juicio, esto se puede compensar intentando conseguir un bosque mosaico, es decir, volver a crear zonas con cultivo que interrumpan la continuidad de los bosques o, si no, aumentar los dispositivos contra incendios, bomberos o las tres cosas a la vez.