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Hungría envía al ejército a la frontera y usa gases lacrimógenos para dispersar a los regufiados que vienen de Serbia

  • La Policía húngara ha usado gases lacrimógenos para impedir la entrada de refugiados
  • Ban Ki-moon: "Impactado" ante una situación "inaceptable"
  • Hungría también cierra la frontera con Rumanía y Bucarest convoca al embajador rumano
  • El primer ministro rumano, Víctor Ponta: "Esto parece la Europa de los años 30"

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Hungría lanza gases lacrimógenos contra refugiados que intentan pasar la frontera

Hungría ha enviado vehículos con efectivos militares a la frontera con Serbia donde han tenido lugar violentos choques entre policía antidisturbios y grupos de refugiados que intentan pasar la línea entre ambos países, informa la agencia AFP.

En los enfrentamientos la Policía húngara ha utilizado este miércoles gas lacrimógeno contra un grupo de migrantes que trató de cruzar la valla dispuesta en la frontera con Serbia, ante la que esperan miles de personas que quieren entrar en Hungría para seguir luego hacia otros países de Europa.

La agencia MTI informa de que se trata un "grupo menor" que ha intentado romper los cordones policiales. Los refugiados derrumbaron en una zona las vallas, pero los agentes les cerraron el paso, según el portal informativo Origo. Un grupo de refugiados arrojaron botellas y piedras a los policías, que utilizaron también un cañón de agua.

Según estimaciones de la televisión pública M1, unos 150 migrantes han sufrido heridas en el choque con los agentes. Muchas personas han tenido que ser atendidas por voluntarios por la inhalación de gases, incluidos menores.

La policía ha dicho que 14 agentes han resultado heridos y que 29 personas han sido detenidas, entre ellos una que ha calificado como "terrorista, según Reuters.

La policía húngara usa gases lacrimógenos para impedir la entrada de refugiados

Se han movilizado decenas de antidisturbios y varias ambulancias

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  • La policía húngara forma una barrera para contener la entrada de refugiados tras la rotura de parte de la valla

    La policía húngara forma una barrera para contener la entrada de refugiados tras la rotura de parte de la valla

    Decenas de agentes antidisturbios de la policía húngara se han movilizado en la frontera con Serbia ante la llegada de miles de refugiados. 

  • La policía húngara utiliza cañones de agua contra los refugiados en la frontera con Serbia

    Los antidisturbios han utilizado cañones de agua para impedir que los refugiados atraviesen la frontera

    Cañones de agua contra los migrantes que han intentado atravesar la frontera serbohúngara. 

Ban Ki-moon: "Impactado" ante una situación "inaceptable"

El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, ha afirmado este miércoles que está "impactado" sobre cómo están siendo tratados grupos de emigrantes en países como en Hungría y dijo que la situación "no es aceptable".

Además, la agencia de Naciones Unidas para los refugiados, ACNUR, ha alertado de que "medidas individuales de países no resolverán el problema, sino que convertirán una situación que ya es caótica en peor, aumentarán el sufrimiento de las personas e incrementarán la tensión entre los estados, en un momento en que Europa necesita más solidaridad y confianza".

También considera que la legislación adoptada por Hungría para cirminalizar la entrada clandestina de todo tipo de migrantes contravienen el artículo 31 de la Convención sobre los Refugiados. "No es un crimen cruzar una frontera para solicitar asilo", ha dicho el alto comisionado, Antonio Guterres..

Hungría avisa a Serbia de "migrantes agresivos"

Por su parte, el gobierno húngaro ha prevenido a Serbia en un comunicado contra "migrantes agresivos", según el ministro de Exteriores húngaro Peter Szijjarto: "Un grupo de migrantes muy agresivos lleva a cabo ataques continuados contra la policía húngara utilizando trozos de hormigón y piedras. Son ataques procedentes de territorio serbio y el gobierno de serbia debe tomar medidas". Aleksandar Vulin, responsable serbio de inmigración, ha protestado afirmando que "ningún estado tiene la potestad de actuar en la línea fronteriza" como Hungría.

Tras la violencia desatada este miércoles entre refugiados y antidisturbios húngaros, Serbia ha resuelto reforzar con más efectivos policiales y está intentando alejar a los migrantes de la línea fronteriza, ha dicho en un comunicado el ministro del Interior Nebojsa Stefanovic.

En el mismo día Hungría ha decidido cerrar la frontera con Rumanía, país que se opone abiertamente al reparto por cuotas, y seguidamente el gobierno rumano ha llamado a consultas a su embajador. "Alambradas, perros, policías y armas, esto parece la Europa de los años 30. ¿De este modo vamos a resolver el problema de los refugiados? No, no lo haremos", ha declarado el primer ministro rumano Víctor Ponta evocando los años más oscuros del continente.

La Policía húngara usa gases lacrimógenos para impedir la entrada de refugiados

Guerra en Siria, cárcel en Hungría, minas en Croacia

Más de 2.000 refugiados se encuentran en la frontera de Serbia con Hungría, exigiendo que se les permita la entrada en suelo húngaro. Hungría terminó el martes de cerrar físicamente su frontera con Serbia mediante una doble valla y ha movilizado a la Policía y al Ejército para prevenir cualquier eventual intento de los refugiados de romper la alambrada. Paralelamente ha entrado en vigor una ley que penaliza con entre uno y cinco años de cárcel la entrada ilegal en el país.

Por otro lado, Croacia ha alertado del peligro de las minas que aún permanecen activas desde los conflictos de los Balcanes en los 90.

Unas 200.000 personas que huyen de conflictos o la pobreza en países de Oriente Medio y Asia han pasado por Hungría en lo que va de año, aunque la inmensa mayoría sólo quiere abandonar este país cuanto antes y seguir hacia Alemania.

Una migrante sobre una valla metálica en el pueblo de Horgos en la frontera entre Hungría y Serbia

Una migrante sobre una valla metálica en el pueblo de Horgos en la frontera entre Hungría y Serbia ARMEND NIMANI

Acuerdo sobre el reparto de 120.000 migrantes

Con carácter de urgencia, el Parlamento Europeo votará este jueves su apoyo al instrumento de reubicación de 120.000 refugiados que propone la Comisión Europea (CE) y que se resisten a aprobar algunos países.

El voto de urgencia ha sido propuesto hoy al pleno por el propio presidente del Parlamento Europeo (PE), Martin Schulz, quien dijo que "la crisis que se vive en Europa justifica el procedimiento de urgencia".

La votación, apoyada por todos los grandes grupos de la Eurocámara menos los eurófobos, tendrá lugar a las 10.00 hora española. La Unión Europea (UE) se enfrenta a un momento crítico en el que se juega su credibilidad internacional después de que sus miembros fuesen incapaces de superar su división interna y respaldar el reparto de 120.000 refugiados que había propuesto la Comisión Europea.

El voto se producirá días antes de que vuelvan a reunirse los ministros europeos de Interior el próximo martes, en un encuentro extraordinario convocado tras su fracaso de esta semana, lo que aumenta la presión sobre los países, que ya no tendrán la excusa de que no pueden adoptar una decisión porque tiene que consultarse a la Eurocámara.

Entre los estados miembros que rechazan abiertamente el sistema de cuotas propuesto por la Comisión figuran Hungría, República Checa, Eslovaquia y Rumanía.