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Una víctima del acoso escolar: "Siempre que voy al colegio el profesor me desnuda"

  • Cerca de 250 millones de niños y niñas sufren acoso escolar
  • Un 28% de las niñas nunca se sienten seguras cuando van al colegio
  • En Asia, el 70% de los menores aseguran haber sufrido violencia en la escuela
  • Según un estudio de Plan Internacional en 11 países

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Niña en un colegio de Sierra Leona

Profesores que violan a sus alumnas con la amenaza de suspenderlas, estudiantes que no van al baño por miedo a que les acosen detrás de la puerta. Niños y niñas, víctimas de abusos en el camino hacia la escuela. Estudiantes embarazadas dentro de las aulas.

Testimonios desgarradores de jóvenes de Sierra Leona o Senegal, recogidos por la ONG Plan Internacional, cuentan que "no pasa ni un día sin un caso de acoso, incluyendo violaciones, penetraciones o agresiones".

La mayoría de estos casos no son denunciados por miedo y vergüenza, sus responsables suelen ser profesores varones y las niñas son las más vulnerables. 246 millones de escolares sufren abusos sexuales en todo el mundo.

Para proteger sus identidades se han usado nombres falsos como el caso de Aissatou que tiene 15 años y vive en Senegal. Hace dos se quedó embarazada tras ser violada por su profesor. Es madre de un niño que ahora tiene 1 año. Abandonó aquel colegio aunque después de dar a la luz ha reanudado las clases en otro distinto. "Cuando acabe la escuela quiero ser policía o militar para que a nadie más le pase lo que a mí. Cuando alguien haga algo así, le detendremos y le condenaremos por ello", asegura.

Salimata es el nombre ficticio de otra niña de Senegal que también tiene 15 años. Al igual que Aissatou, fue violada por su maestro. "Era en las clases extraescolares que teníamos por las tardes. El profesor me llamaba, me amenazaba y luego me violaba. Decía que nos pegaría y que si lo contábamos, nos haría enloquecer con una maldición". La joven recuerda, con un nudo en la garganta, que el profesor la pegaba con un látigo. "Me obligaba a tumbarme boca abajo, me tocaba el culo para poder pegarme después".

Estas jovenes han contado a Plan Internacional que otras compañeras han padecido el mismo horror. Solo piden que los colegios públicos sean más seguros y que la "gente sea consciente de los que les pasa a los estudiantes".

Niñas en un colegio en Senegal. Fuente: Plan Internacional.

Problema a escala mundial

Hace un mes, el Consejo Ejecutivo de la UNESCO, ante el aumento del acoso sexual escolar, acordó una resolución "Aprender sin miedo" que condena la violencia de género en todas sus formas y sus manifestaciones. Los países que lo forman se han comprometido a impulsar políticas que eviten este tipo de conductas pero la violencia de género se ha convertido en un fenómeno global que afecta a millones de menores de todo el mundo.

"Los datos son difíciles de recopilar ya que muchos niños y niñas no denuncian este tipo de violencia pero, según estudios e investigaciones, sabemos que estamos ante un problema a escala mundial, afirma a RTVE.es, Ashley Johnson, gerente de sensibilización y políticas de la campaña “Por Ser Niña” de Plan Internacional. Ashley Johnson nos contesta por email desde Incheon, en Corea del Sur, donde ha participado durante estos días en el Foro Mundial sobre Educación de la UNESCO.

Esta experta afirma que para desarrollar una educación de calidad para los menores, se necesitan espacios seguros y de apoyo. "Los colegios deben enseñar a combatir la violencia pero, para ello, es necesario formar a los profesores e involucrar a los claustros y a los gobiernos. Hay que trabajar con las comunidades, con las familias y con los propios niños", sostiene Johnson.

Le cortaron la mano por venganza

En algunas comunidades de países pobres ya se está tomando consciencia de lo que ocurre dentro de las aulas. Por eso las familias empiezan a ayudarse entre sí.

Cheikhou es el padre de una niña violada en Sierra Leona que ha relatado su experiencia a Plan Internacional. "Lo que me mueve a hablar de esta situación es que soy miembro de un movimiento llamado "Y'en marre" (Ya basta) y soy su representante en mi distrito". A Cheikhou le cortaron la mano con un machete como venganza por haber denunciado al violador de su hija: su maestro.

"Un día fui a buscar a mi hija Khadija pero no estaba en la clase. El profesor se puso muy nervioso y me pareció ver que le entraba pánico", explica. Cuando la menor llegó a casa, su padre le pidió que le contara toda la verdad. "Siempre que voy al colegio, el profesor me desnuda", le contó su hija. El padre descubrió que otras amigas de la chica habían pasado por lo mismo. Lo denunció ante la policía y el profesor está en la cárcel.

Sexo por buenas notas

Fatmata es una joven de 15 años de Sierra Leona que explica cómo un día su maestro le pidió que fuera a su casa. Allí abusó de ella. "Me dijo que me aprobaría si manteníamos relaciones sexuales. Yo le dije que no, pero él me obligó y aunque me resistí, consiguió violarme". Otra menor, Diara asegura que los profesores de su aldea "pedían sexo a cambio de buenas notas". Ella también sufrió el acoso de su jefe de estudios. "A veces, durante los exámenes, se quedaba de pie, a mi lado, me tocaba el pecho y me acariciaba el pelo, me hacía sentir incómoda", afirma.

Las chicas también están en peligro cuando van a colegios mixtos, según Plan Internacional, porque los chicos intentan abusar de ellas en los baños. Algunos testimonios de niñas describen que los retretes a veces están lejos de la escuela, casi en el bosque y les da miedo ir solas. Una de sus compañeras estaba en el baño y no se percató de que se había escondido otro estudiante. "Cuando la chica se había bajado la ropa interior, el chicó entró, le tapó la boca y la violó".

La violencia en las aulas, incluída la de género, puede tener profundos y graves efectos en la salud de los niños, en su bienestar y en su desarrollo físico, psicológico y emocional. Por eso, campañas como la de Plan Internacional pretenden sensibilizar a la comunidad internacional y evitar que los menores abandonen sus estudios. Muchas chicas dejan de ir al colegio bien porque han sido maltratadas o porque los profesores las acosan si se niegan a complacer sus deseos.