Enlaces accesibilidad

El Goncourt 2014 premia una historia de la Guerra Civil española

  • La ganadora es Lydie Salvayre, hija de republicanos españoles
  • La autora cuenta la vida de su madre, anarquista en Barcelona, y su huida
  • La última mujer en ganar el Gouncourt fue Marie N'Diaye en 2009

Por
La escritora francesa de origen español Lydie Salvayre tras ganar el premio Goncourt
La escritora francesa de origen español Lydie Salvayre tras ganar el premio Goncourt

La novela Pas pleurer, una vibrante e intensa historia ambientada en la Guerra Civil española se alzó este miércoles con el más importante galardón literario francés, el premio Goncourt. Su autora es Lydie Salvayre, hija de republicanos españoles, y el libro es una memoria de la vida de su propia madre.

Contra todo pronóstico, a la quinta votación, los diez miembros del jurado presididos en esta ocasión por el escritor y periodista Bernard Pivot, apostaron por una escritora poco conocida del gran público. Aunque autora de dos decenas de obras, nunca había figurado en los puestos altos de las listas de ventas. Sin embargo, Pas pleurer (Seuil) fue uno de los libros más vendidos, 22.000 ejemplares, antes de que recibiera el Goncourt. El galardón podría multiplicar por 20 las cifras editoriales si tiene el mismo efecto que tuvo con su antecesor, Pierre Lemaitre.

El texto tiene mucho sabor español, en primer lugar porque da voz a su madre, Montse, nonagenaria que ha perdido buena parte de su memoria pero que conserva, lúcido, el recuerdo de aquel verano de 1936. Un mundo cruel y apasionante que descubre con 15 años y que su hija ha plasmado en esta novela.

Despertar a la vida en una España agonizante

Fueron años de entusiasmo, de huida de su pequeño pueblo del pirineo ilerdense para descubrir en la Barcelona republicana y anarquista el gusto por la libertad, el primer amor y el sexo. "Yo, que todavía creía que los niños nacían por detrás, que no sabía ni siquiera lo que era besarse, que nunca había visto a dos personas hacerlo y que no tenía la televisión para instruirme, que conocía menos todavía lo que era el Acto (sexual), ni un 69, ni una mamada, me convertí en una semana en una anarquista de combate dispuesta a abandonar a mi familia sin el menor remordimiento y a patear sin piedad el corazón de mi madre", afirma Montse en Pas pleurer.

Es un relato descarnado de aquellos años, del primer amor, un francés que la dejó embarazada antes de abandonarla, lo que le obligó a volver al oscurantismo de su pueblo, antes de cruzar los Pirineos para refugiarse en Francia.

En contrapunto, Salvayre, hija de un andaluz y una catalana, cuyo apellido de soltera es Arjona, rescata la figura del literato Georges Bernanos, intelectual conservador, monárquico, católico, próximo a los círculos de la extrema derecha a quien el 18 de julio de 1936 sorprendió en Mallorca. Allí descubrió la represión del Ejército contra los republicanos, el compromiso de la iglesia con el bando nacional y sus tropelías, que plasmó en la antifraquista Grand cimetières sous la lune.

Tiempos de oscuridad

Bernanos describe a los cadáveres "esos hombres negros y lustrosos retorcidos por las llamas y que en algunos casos cobraban poses obscenas capaces de apenar a las damas palmesanas y sus distinguidos confesores". En conjunto, Salvayre pinta un cuadro desgarrador del momento, pleno de cuestiones que, según ha afirmado entre lágrimas en el restaurante parisiense Drouant, donde se otorga el Goncourt desde 1914, "siguen de actualidad".

"El fanatismo religioso, la reafirmación de los nacionalismos, las dificultades de Europa a comprometerse, son algunos de los temas que están en el libro y que siguen vivos", ha indicado la autora que confesó que su obra "más autobiográfica" es Pas pleurer. "Antes escribía con una máscara", ha agregado la galardonada quien señaló haber vivido "una felicidad permanente durante todo el proceso de creación del libro".

Salvayre toma así el testigo como mujer ganadora del Goncourt a Marie N'Diaye que lo logró en 2009. En el camino se quedó el periodista y militante Kamel Daoud, que con Meursault, contre-enquête aspiraba a convertirse en el primer argelino en ganar el Goncourt, cuando se cumplen 60 años del inicio de la guerra de independencia de su país.

Tampoco hizo sombra a la ganadora Pauline Dreyfus, autora del relato de la Segunda Guerra Mundial desde el punto de vista de la aristocracia titulado Ce sont des choses qui arrivent. Pero, sobre todo, David Foenkinos que, asentado en su sólida carrera de éxitos editoriales, llegó como el favorito con su obra Charlotte pero salió con la consolación del Renaudot, un premio de menos brillo, que se entrega el mismo día y en el mismo restaurante que el Goncourt.

Para el autor será un premio suficiente; le entusiasma la idea de que el premio permita dar a conocer la historia de Charlotte Salomon, una artista judía alemana asesinada en Auschwitz a los 26 años, cuando estaba embarazada. Un cambio radical en la carrera de Foenkinos, acostumbrado a comedias ligeras como La Délicatesse o Les Souvenirs, convertidos en "best sellers" y que se adentra en un relato más profundo y doloroso en su última novela.