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Nicolás Sarkozy, detenido para ser interrogado por un caso de tráfico de influencias

  • Ha sido trasladado ante los jueces tras 15 horas de interrogatorio
  • Presuntamente solicitó información a un juez a cambio de un trato de favor
  • Su abogado y un alto magistrado han sido imputados en el mismo caso

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Nicolás Sarkozy, detenido para ser interrogado por un caso de tráfico de influencias

El expresidente francés Nicolás Sarkozy fue trasladado en la madrugada de este miércoles ante los jueces tras unas 15 horas de declaración en las que la policía judicial le interrogó en calidad de detenido en la sede de la brigada anticorrupción de la Policía judicial, en el marco de un caso de tráfico de influencias.

Ahora serán los jueces quienes decidan si existen elementos suficientes para imputar alguno de esos delitos al político conservador, primer expresidente de Francia sometido a una declaración en calidad de detenido.

Thierry Herzog, abogado del expresidente francés, y un alto magistrado del Tribunal de Casación, Gilbert Azibert, han sido imputados en este mismo caso.

El exjefe del Estado (entre 2007 y 2012) llegó a primera hora del martes en un coche negro con las cristales tintados a la sede de la dirección central de la Policía judicial en Nanterre, París.

Los agentes, según indican los medios franceses, le han colocado en régimen de garde à vue, una medida inédita hasta ahora para un antiguo mandatario, y según la cual está bajo la jurisdicción de la Policía judicial y con asistencia letrada, lo que permite interrogarle hasta 48 horas en caso de que sea necesario.

Obtención de información reservada

La toma de declaración tiene lugar en el marco de una investigación judicial iniciada el 26 de febrero, en la que se investiga si Sarkozy creó una red de informantes para obtener información reservada acerca de la investigación iniciada contra él por la presunta financiación ilegal, con dinero libio, de su campaña electoral de 2007. Dicha red salió a la luz a raiz de las escuchas telefónicas al expresidente.

Dentro de esta trama, se sospecha que Sarkozy prometió a un juez un cargo de prestigio a cambio de su información.

Preguntada por el caso, el portavoz del Gobierno francés, Stephane Le Foll ha declarado en iTele que Sarkozy está "sometido a la Justicia, como todo el mundo".

La decisión judicial es particularmente delicada porque los allegados de Sarkozy y el propio expresidente han ido preparando el terreno de su regreso a la política con las elecciones de 2017 a la vista.

De ser declarado culpable al final del proceso, se enfrentaría a una pena máxima de cinco años de cárcel y a una multa de medio millón de euros.